ASENTAMIENTO: TRIUNFO DE LA LUCHA POPULAR

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Comunicado

Barrio 3 de Junio-Asentamiento

Han pasado casi nueve años de aquel agosto de 2015 que una vecina del asentamiento 3 de Junio, en Plátanos, nos convocara para pedirnos ayuda ante la desastrosa situación habitacional, ambiental y sanitaria en la que estaban viviendo y después de haber sido rechazado sus reiterados pedidos por parte de las autoridades en la delegación municipal de Plátanos, que les contestaron que no tenían derecho a ningún reclamo porque estaban usurpando tierras públicas.

Allí se inició un largo camino que comenzó con un censo sanitario y poblacional, que fue realizado por el Foro en Defensa de los Derechos de la Niñez y Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires y el Colegio de Trabajadores Sociales de la provincia, con el apoyo de integrantes del Instituto Gino Germani de la UBA y de un grupo de profesionales de la medicina.

Con este censo, pruebas fotográficas y la contundente muestra realizada en el Arroyo Conchitas, en noviembre de ese año, por el Programa Ambiental de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, que demostraba el impresionante nivel de contaminación de ese “curso de agua”; los vecinos organizados en asamblea permanente, junto al Foro solicitaron el asesoramiento y ayuda de la Clínica en DD.HH. de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP quienes de inmediato realizaron presentaciones en la Municipalidad de Berazategui, Defensoría del Pueblo y Fiscalía de Estado provincial.

La Fiscalía tomó en sus manos el tema, envió inspectores y asistentes sociales al barrio. Con los resultados obtenidos convocaron a los vecinos, su abogado, el Foro y las autoridades municipales -que en primera instancia no concurrieron- y formaron una Mesa de diálogo al que también se sumó el Instituto Provincial de la Vivienda e inició un proceso de conversaciones hasta que los vecinos lograron ingresar en un plan de traslado a nuevas viviendas que los sacara de esa situación de vivir a orillas del arroyo y abajo de una línea de alta tensión de 500.000 voltios.

Muchas y penosas situaciones pasaron a lo largo de estos años hasta que la semana pasada por fin se empezaron a dar los primeros pasos que indicarían que se inicia la construcción de las viviendas. Un triunfo de la constancia y la organización de los vecinos a ser reubicados en un lugar digno y que marcan un camino de unidad y lucha.

Queda por esperar que estas primeras acciones no se detengan y en el plazo estipulado pueda producirse el traslado de las 132 familias registradas en el censo final.

☑️ Sólo manteniendo la unidad vecinal se puede asegurar que se cumpla con este derecho.