Esta tarde, un par de problemas en el tránsito local dieron muestra de cierta ineficacia en la administración del Tránsito local.
A las 15, en la barrera de la 24, un utilitario perdió la guía de su tren delantero, la rueda quedó trabada y el auto inmovilizado justo a punto de ingresar al paso a nivel.
La llegada del remolque se encontró con una dificultad extra: detenerse frente al vehículo para subirlo implicaba atravesarse en ambas vías con el consiguiente peligro para todos, cuando horas antes había tenido lugar un choque de tren contra un camión detenido también sobre las vías de otro ramal del Roca.
Y hablando de camiones, a uno con acoplado se le dio por tomar la calle 150 en su cruce con la Av. 14, frente a la heladería, justo donde la arteria dibuja una cerrada S. Con autos estacionados en todas las manos, su avance fue lento e inseguro, al punto que los transeúntes se paraban para ver en que terminaría.
Mientras, como se aprecia en la foto, los agentes de tránsito y seguridad no hicieron más que sumarse a los que miraban.
Al menos, estaban; no como en la 24, donde no hubo nadie.
Toda la ciudad está mal en este sentido.