BASTA DE PRIVADOS. A CUIDAR LOS HUMEDALES

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Ley Ómnibus: Con sólidos fundamentos científicos advierten que las modificaciones sobre glaciares ponen en riesgo “Las Reservas de Agua”, “el Agua con que se forman los Ríos”, “el Agua Subterránea” y en consecuencia la vida de “Poblaciones, Biodiversidad y Humedales”

Hoy martes 6 de febrero comienza el tratamiento en particular. Piden que caigan los artículos que buscan modificar la ley de glaciares. La nueva normativa permitirían operar sobre ambientes periglaciares, que son fuente de recursos hídricos para poblaciones, biodiversidad y humedales.

“El perjuicio más relevante de la modificación a la ley de glaciares es que una gran extensión de la cordillera dejará de estar protegida. Eso hace que se puedan desarrollar actividades que hoy están prohibidas en zonas donde la nieve se infiltra y después recarga las cuencas de los ríos”, explicó el investigador Lucas Ruiz, que forma parte del Ianigla. Agregó:

“La ley brinda más seguridad para que el agua que nace en esas cuencas no esté contaminada”.

El foco de las actividades perjudiciales está sobre la minería y Ruiz reforzó el concepto de que la ley no sólo protege a los glaciares sino también al ambiente periglacial, este último “hielo que está en el subsuelo y no se ve, sobre todo en zonas de cordillera de San Juan, Mendoza, La Rioja o Catamarca”.

El investigador aclaró que no está prohibida la minería en determinadas zonas “si se realizan proyectos viables que no vayan en contra de la ley”, pero advirtió que las modificaciones propuestas en la ley ómnibus “están muy puntualizadas hacia ciertos proyectos que hoy están en conflicto con la ley de glaciares”.

Estos cambios decantan en otro problema que afecta a la biodiversidad y las poblaciones cercanas. El clima seco de la región en cuestión hace que no exista bosque en la cordillera y que la mayor parte de la fauna y flora coexista en lugares acotados como los “humedales de altura”, que justo se recargan a partir del descongelamiento de glaciares y del hielo subterráneo de los ambientes periglaciares.

Afectar las reservas hídricas de estos humedales sería empezar a terminar con estas especies que dependen de esos humedales para vivir.

Advirtió Ruiz:

“Hay que mirar ahí en detalle esos humedales que se generan en zonas hacia abajo de los ambientes periglaciares. En kilómetros a la redonda no crece nada y a esos lugares van todos, todo vive ahí. Si pasa algo aguas arriba y se seca o se daña una vega (valle de inundación), la poca vida que hay a los alrededores, desaparece”

Agregó que también se debe tener en cuenta que esa misma agua baja hacia lugares donde se desarrollan actividades humanas.

Para Pía Marchegiani, directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), “hay una tendencia a desproteger ecosistemas clave que ya están protegidos”. Y citó como “punto no menor” a la degradación de rango de Ambiente, que bajó dos niveles y pasó de ministerio a subsecretaría: “Esto hace que la autoridad máxima ambiental de un país federal tenga un desafío extra”.