CRIMEN DEL EMPRESARIO, SIN NOVEDADES

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Sigue sin saberse nada acerca de los cinco secuestradores que remataron a Aníbal Miraglia, un ex combatiente de Malvinas, dueño de las empresas Romyl y Todo Esponja, de Berazategui.

El jueves 14 a las 5.30, como todas las mañanas, su sobrino pasó en un VW Suran a buscarlo por Uriburu e Illanes, Ezpeleta.

Cinco delincuentes que conocían su rutina lo esperaban con una Partner gris y un Gol blanco en Uriburu y Salta, a dos cuadras del cementerio de Ezpeleta.

Los obligaron a cambiar de vehículos; Miraglia recibió un culatazo y aún así forcejeó con el agresor que lo ejecutó de un tiro en la cabeza.

Lo tiraron, herido, en Derqui y Salta y siguieron con su sobrino hasta que lo liberaron en avenida F. Varela y 137.

Miraglia llegó al hospital Iriarte con muerte cerebral y pérdida de masa encefálica. Apenas pudo sobrevivir unas horas y murió cerca del mediodía.

Su camioneta, abandonada en Honduras y Florida, fue peritada por la Policía Científica. «Estamos analizando las cámaras de seguridad para identificar a los agresores y ver cuáles fueron las rutas de escape«, dijo a Télam una fuente cercana a la causa.

El hecho es investigado por el fiscal Jorge Saizar, de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Quilmes, en una causa caratulada «homicidio en ocasión de robo«.

Donde lo interceptaron, en Ezpeleta. (Foto: Google Maps).

La cobertura local

La nota de tapa del periódico La Palabra del viernes 22 es la que más datos aporta desde la mirada local:

Miraglia de 56 años, era dueño de las firmas Romyl y Todo Esponja, ubicada en 142 entre 1 y Varela.

(…) Algunos hablan de que Miraglia pudo zafarse e intentó huir del auto, pero el delincuente le disparó a la cabeza.

(…) Fuentes hablan de una importante cantidad de dinero que llevaba el empresario para comprar insumos para la fabrica.

La policía hizo un operativo cerrojo con el objetivo de encontrar a los responsables aunque el resultado fue negativo.

Quienes conocían a Miraglia hablan de una familia dedicada al trabajo. «Son personas muy cordiales, que comenzaron muy de abajo. La familia de Aníbal tenía una verdulería, un pequeño supermercado; así fueron creciendo, siempre dedicados. Gente muy sencilla, muy querida por todos los vecinos», comentó una mujer que vive cerca. Aníbal era ex combatiente de Malvinas, miembro de la Compañía de Operaciones Electrónicas 602. Sus compañeros analizan la posibilidad de organizar una marcha en reclamo de justicia.

Miragla tiene hijos chicos y hace poco había perdido a un hermano producto de una larga enfermedad.

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