ELECCIONES 2011

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Las datos de este informe fueron hechos con el 97,66% de las mesas escrutadas; cifras oficiales tomadas de un sitio provincial.

Este 2011 fue atípico en materia electoral; la implementación de las Primarias (PASO) permite un nuevo juego tanto para los ciudadanos como para el análisis. Los resultados del 23 de octubre pueden ser entendidos por sí pero también en comparación con el ensayo del 14 de agosto.

En ese sentido, es posible notar los corrimientos del electorado que, al parecer, tomó los resultados de las PASO como la mejor fuente de información. A partir de tener un panorama más claro, decidieron.

Así, se dieron varios fenómenos: Por un lado, el efecto triunfalista que llevó a sumar más votos al ganador (a esto contribuyó las peleas entre la oposición por obtener el segundo lugar).

Otro dato es que el arrastre nacional se impuso a cualquier iniciativa local; algo que en Berazategui tuvo excepciones históricas como las dos bancas obtenidas por la UPAP (un partido vecinal hecho de apuro) en 1991.

Hay otro parámetro de análisis más específico. Propongo pensarlo así:

  • Por comparación entre ambas elecciones de este año;
  • por comparación con los distritos vecinos (el Departamento Quilmes, Varela y Berazategui).

Tal vez haya que descartar los métodos de la posmodernidad democrática del siglo XX: comparar elecciones por cantidad de votos; por porcentajes; por cantidad de concejales ingresados y por diferencia con el competidor más cercano.

Habida cuenta de lo atípica de esta elección, donde los oficialismos obtuvieron más votos que todos los opositores juntos (casi los duplicaron), lo más adecuado sería (como planteara el semiólogo Eliseo Verón en su análisis de discurso) comparar entre categorías iguales o de la misma naturaleza. Así, es inútil comparar al mussismo con Dante Frignani o Fernando Bovero; esta vez debe hacerse con otros postulantes a intendencias del conurbano.

Un par de datos a consignar

Casi todos los opositores perdieron votos salvo FAP: de 5547 votos (3,48%) a 10535 (6,56%) y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores –PO-PST–: de 4257 votos (2,67%) a 5637 (3,53%).

Los candidatos más honestos fueron los menos votados:

  • Angel Gallese mantuvo sus casi dos mil votos de otra elección pero no llegó al 1,5% necesario para pasar la elección de agosto.
  • Esteban Biondo, fue hundido por el peso de la debacle de Elisa Carrió. Bajó de 3153 votos (1,98%) a 2662 (1,66%).
  • En ningún caso pudieron alcanzar siquiera a los ignotos candidatos del Frente de Izquierda.

El oficialismo: Primus inter pares

Con cualquier comparación, la performance mussista se ve beneficiada:
No es la primera vez que el oficialismo se queda con las 12 bancas en juego. El valor de esta elección es que le permite al hijo pródigo erigirse desde una plataforma histórica inmejorable: obtuvo más votos que el padre; más porcentaje; más diferencia con el segundo. Todo eso le servirá para aventar los discursos respecto de que no ganó nada y que fue puesto a dedo. Inicia así, un período de gobierno “propio” con muchas posibilidades de revertir lo que pueda de la historia de su padre y el entorno habitual, plagado de escándalos, denuncias de corrupción formuladas por sus propios integrantes; desprecio por algunos de sus partidarios; condenas en el Tribunal de Cuentas y un largo etc. ocultado en parte por las obras financiadas desde la Nación, como por una prensa adicta.

¿Qué pasó con la disidencia dentro del FPV?

Como a CFK no la discute nadie, la disidencia sólo se dio en la Provincia. El competidor más novedoso contra Daniel Scioli fue el honesto reformista Martín Sabbatella. Para contener la diáspora hacia él, en agosto, la Gobernación permitió el invento de Mario Ishii, quien en Berazategui llegó a colectar tres listas que sumaron 7446 votos (un 7,03% del FPV o un 4,67 del total de votantes). Con eso superaron el 3,04 que el Nuevo Encuentro (NE) de Sabbatella en el distrito.

La boleta de Escobar Santiago

¿Qué pasó con esos votos dos meses después? Un análisis cuantitativo señala que la mayoría fue absorbida por el oficialismo que los había apañado. Los armadores del NE local apenas pudieron subir a 3,53% (medio punto), lo que debería llevarlos a considerar una nueva estrategia de comunicación y de los medios de difusión.

La segunda posición

Unión (ex Udeso) no hizo honor a su nombre. Radicales y denarvaístas se pelearon entre ellos hasta dentro de los cuartos oscuros y hubo situaciones de cuasi pugilato en la escuela Pío XII; se insultaron en la 36 y se perseguían unos a otros en las demás escuelas.

Es que los seguidores del ‘Colorado’ llevaron a los cuartos boletas sin la candidatura presidencial de Ricardo Alfonsín. Lo guillotinaron para evitar que su “mala imagen” arrastrase hacia abajo al candidato a gobernador y, lo que más importaba en Berazategui, la de Horacio Valdez, candidato a diputado en 5° lugar.

De modo que los radicales debieron correr cuarto por cuarto a reemplazar esas boletas por las completas, con lo cual la tarea de fiscalización se vio duplicada: los afiliados a la UCR debieron –en algunos casos– dejar sus puestos de mesa para convertirse en fiscales generales y recorrer todas la escuelas para hacer una tarea que se suponía iban a compartir con sus aliados justicialistas.

Como no dieron abasto, muchas boletas de Alfonsín no estuvieron y eso contribuyó a dejarlo en tercer lugar como candidato presidencial.

No está claro que la estrategia haya beneficiado a Alberto Rodríguez Saá (tal como De Narváez se había propuesto); en Berazategui, Compromiso Federal obtuvo un módico 6,35%.

El Búfalo Villalba y Gabriel Kunz, aspirantes al Concejo.

En el rubro municipal, lo que sí puede cuantificarse es que Unión obtuvo el más bajo porcentaje departamental:

Respecto de agosto, las dos listas internas sumaban 8,71%. Aunque por poco, alcanzaban el piso de 8,33 para ingresar concejales; seguro, uno del ganador (Evir Machento, de la lista justicialista que encabezaba Dante Frignani); con remanentes, entraba José Colo Ballini (radical de la línea de Carlos Abrami que iba con Gustavo González, quien perdió la interna por 181 votos sobre 13.877, una diferencia tan exigua que hubiese sido salvada de haber contado con más y mejores fiscales o con la ayuda de sectores progresistas que se presentaron por otras fuerzas).

Tanta competencia dejó a todos afuera. En octubre, la Unión descendió a 7,87%. Por eso Mussi se quedó con las 12 bancas.

Daniela Vaquero, Gustavo González y Colo Ballini, radicales.

FAP, el de mejor papel

Aunque el Frente Amplio Progresista quedó tercero en la elección municipal, logró su objetivo de posicionar a Hermes Binner como el segundo presidencial más votado: Casi 20 mil sufragios lo acercaron al 11% contra menos de 8 para Alfonsín. En sus filas están satisfechos; confirmaron que fue acertada la estrategia de haber nacionalizado la campaña.

En el orden local, sus más de 10.500 votos muestran un enorme corte de boleta. ¿Adónde fueron? O a Mussi, o a nadie. La experiencia no mensurada sugiere que acrecentaron los más de 20 mil votos en blanco (la verdadera segunda opción del distrito).

El voto a Binner fue un voto pensado a partir del análisis de los resultados de agosto; no fue una opción sugerida por los grandes medios de difusión ni contó con grandes recursos publicitarios. Si aún así, fue votado para presidente, ¿por qué casi la mitad de sus electores cortó boleta?

Puede deberse a una suma de factores; entre ellos, el desconocimiento de la propuesta local; la poca inserción de los candidatos (es la primera vez que se presentaban las cabezas de lista Fernando Bovero y Viviana Remogna; la más conocida socialista, Beatriz Gómez, no hizo publicidad); además de que otros candidatos progresistas a quienes se invitó, priorizaron sus proyectos previos.

Es el caso de Angel Gallese, que hubiera sido el candidato de persistir la unidad de FAP con Pino Solanas. La ruptura nacional de último momento con el Frente, dejó al candidato más honesto de la ciudad fuera de competencia ya en agosto.

El ex concejal de Luis Farinello llamó a votar a Esteban Biondo, no tanto por el ARI, sino por respeto a la labor anti corrupción de aquel edil por entonces radical. El ARI bajó de 1,98% a 1,66 con casi 500 votos.

El peronismo disidente

«Le deseo éxitos en la gestión a Juan Patricio Mussi como intendente de Berazategui, nosotros haremos una oposición constructiva porque debemos respetar la voluntad de los vecinos que eligieron nuestra forma de hacer política».

Posteo del duhalista Nicolás Terrera, a minutos de la asunción de Patricio Mussi

Argentino Tito Geneiro hizo la mejor elección departamental (Quilmes-Varela-Berazategui).

Aún cuando en el orden local no pudo evitar perder votos, varios elementos deben ser consignados. Cuando arrancó el año, fuentes municipales le confiaron a esta columna que lo veían como el opositor con más chances de ser segundo. De inmediato, le apareció un competidor para las internas de agosto: Nicolás Terrera, yerno del intendente de Varela, socio político de JJ Mussi, lo que generó suspicacias.

Sin embargo, fuentes propias cercanas a Geneiro entienden la presentación de Terrera en una lógica más cercana a la interna duhaldista basada en pilares sindicales: el gastronómico Luis Barrionuevo, en que se referencia Geneiro, y el titular de Peones Rurales, Gerónimo Momo Venegas.

“El Momo puso mucha plata para la campaña, por eso el Cabezón lo defendió tanto cuando cayó preso por la mafia de los medicamentos y por eso Venegas quería meter gente en todos los lugares posibles”.

Geneiro se impuso en la interna por más de dos mil votos (7489 contra 5333). Esos 12822 sufragios lo ponían al borde de ingresar al Concejo si sumaban algunos cientos más (debía pasar de 8,04 a 8,33%). La tarea era difícil: necesitaba conservar todos sus votos; evitar perder a quienes votaron a Terrera; rogar para que Duhalde no cayera más en su ponderación y, como si fuera poco, multiplicar sus esfuerzos para acercar los pocos votos que le faltaban.

Si bien priorizó esto último, las otras variables le jugaron en contra.
Primero, Terrera anunció en público que no acompañaría al ganador, llamó a cortar boleta. Después, la puja interna al interior del sector de Geneiro desplazó a su primer candidato, Jorge Leal (dueño de un multimedio), quien se retiró –junto a su compañera Mónica Colman (ex ARI)– con una carta de despedida en buenos términos y muy respetuosa del candidato a intendente. Aun cuando otros candidatos de esa lista no habían sido tan considerados al señalarle su personalismo y exhibirle los volantes publicitarios donde sólo ponía su cara y su nombre en primer plano en detrimento del proyecto común.

El éxodo continuó –por motivos más personales– con la ex consejera escolar Leticia Selimán y con otros de valor más simbólico que numérico. Con todo en contra, fue el duhaldista que alcanzó el mayor porcentaje departamental: 5,36% contra menos de 5 en Quilmes y Varela.

Adónde fueron los votos

Ya sobre el cierre de la edición de Art.14 en que se publicó esta nota, Terrera respondió: ¿Te adjudicás parte de los votos que Geneiro perdió desde agosto a octubre?

Alberto: Ante las actitudes irrespetuosas de la lista con la cual tuvimos interna, en reunión plenaria se decidió no acompañar la lista local del Frente Popular, pero sí las otras cinco categorías. Salvo alguna excepción, todos los candidatos de la lista 132 A renunciaron ante la Junta Electoral.
La lista distrital que llevaba como candidato a intendente al Sr. Argentino Geneiro mantuvo los mismos números en la Elección General que en la Primaria, no perdió ni sumó.

N. Terrera

Con esta nota cerramos la serie de análisis acerca de las elecciones de este año, cuyo resultados han derivado en las asunciones de esta semana.

Momo, bajo la mirada de Terrera, penúltimo a la derecha.

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