Por Camila Gaetani – Vecinal
Florencia Gibson es psicóloga social y fundadora del centro de equinoterapia y monta recreativa Ranquel, habla del respeto a lo distinto y cuenta en esta entrevista el efecto positivo de la asistencia con caballos para tratar a pacientes con patologías neurológicas y psicomotrices.
En un pequeño establo de su casa en Ranelagh, Florencia recibe pacientes a partir de los dos años y hasta adultos mayores que buscan complementar su tratamiento médico tradicional: 40 pacientes entre adolescentes, niños y adultos asisten a tomar sesiones de 35 minutos los miércoles, viernes y sábados con caballos entrenados para la actividad y el tratamiento.
La fundadora del Centro asegura:
“En equinoterapia y monta recreativa trabajamos de la misma forma. La única diferencia es que en una tienen que venir con diagnóstico y apto médico para realizar la actividad y en monta, no”
Florencia Gibson
Ella explica los dos métodos que trabajan mientras recorre y ordena el establo donde reposan los caballos. Al hablar sobre el espacio y la forma, subraya los valores en los que hacen foco: El compañerismo y el respeto son fundamentales para esta terapia.
“Las familias son respetuosas hacia nosotras y hacia el espacio, puede venir una nena con síndrome de down y cualquier otro niño donde comparten un espacio de aprendizaje y eso es hermoso. Con la inclusión aprendemos todos, acá fomentamos eso, el respeto a lo distinto”
Dentro del área de salud existen varias opciones de tratamiento tradicional para las enfermedades psicomotrices, sin embargo, los médicos están recomendando con mayor frecuencia la terapia asistida por animales (TAA) por sus notables y rápidos resultados.
“Tenemos una fonoaudióloga que nos manda pacientes y también trabajamos con una psicopedagoga propia. Por ejemplo, una señora asiste a clase porque la mandó su kinesiólogo, en otros casos vienen las familias de forma independiente porque quieren probar algo distinto”
Aclarar que entre todos se plantean los objetivos a cumplir.
“Lo que hacemos es reunirnos con las familias que nos traen su diagnóstico médico, coordinamos día y horario y en base a objetivos tanto de ellos como de los padres, así como nuestra mirada especializada, procedemos a hacer un mes de evaluación”
Los métodos y rutinas varían según el paciente y el caballo, se trata de crear un entrenamiento dirigido a los equinos en donde se trabaja con distintas adaptaciones como “pie a tierra” donde los profesionales trabajan en el vínculo hacía el animal. En esta parte, los pacientes bañan, cepillan, juegan, dan de comer o sólo disfrutan de la compañía del animal y eso es parte de la terapia.
El Centro de Equinoterapia Ranquel cuenta con un equipo de trabajo interdisciplinario entre terapeutas y auxiliares de las más diversas áreas médicas y profesionales, cómo acompañante terapéutica, psicopedagoga, veterinaria, terapista ocupacional, psicóloga y diplomadas en equinoterapia que intervienen en el tratamiento dependiendo del paciente. Por ejemplo, en pacientes motores.
En 2019, cuando todo era apenas un proyecto, con su compañera que en aquel momento estudiaba veterinaria, algo les hizo “click” nos dice Florencia.
“Empezó todo gracias a que en Hudson, fuimos voluntarias. Me pareció fantástico lo que se logra, como psicóloga, puedo decir que los resultados eran muy distintos. La realidad es que no todas las terapias van con todos los niños; por eso es importante darles a las familias opciones. Y ésa fue nuestra manera de aportar un granito de arena, porque es algo distinto a un consultorio tradicional”.
Al recordar sus inicios en esta actividad, menciona que comenzaron con dos o tres nenes y un solo caballo porque “todo fue desde cero”, pero como en la zona sur del conurbano no había centros de este tipo, enseguida tuvieron mayor demanda y mejores devoluciones. El Centro Ranquel tiene lista de espera y sigue en crecimiento como una institución que ofrece terapias no convencionales con la asistencia de animales.
Proyecto de ley
Tiene media sanción el proyecto de ley de Equinoterapia (4138-D-2018) que prevé la regulación y registro de centros de equinoterapia para garantizar las instalaciones necesarias, las condiciones de seguridad, tratamiento veterinario, y la existencia de un grupo interdisciplinario cómo método de refuerzo hacia la terapia tradicional.
Hermosa nota. ¡Espero custodien el lugar porque hay muchos robos de caballos!.
Qué bueno, no sabía que se hacía en la ciudad.
¿Cómo podemos comunicarnos con ellos?
Ay, qué cosa más bonita!
Linda iniciativa. ¿Cuentan con subsidios estatales?
Al fin buenas noticias.
Veo que es un tema que pega mucho. QUé bueno.