¡HASTA SIEMPRE, TONY!

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Por Jorge Antonio Leal

La noticia simple y fría llevaría por título “Falleció el periodista Juan Antonio Del Greco”. Y así es el periodismo, informar que un hombre de prensa murió luego de luchar contra un cáncer, a la edad de 55 años.

Sin embargo, y sabiendo su desenlace, se mantuvo retraído, lejos de todos, para no mostrar el deterioro inevitable que llegaría.

Nuestra última conexión fue el 8 de junio a través de WhatsApp. Cuando inicié las actividades profesionales en Berazategui, él ya era periodista. Hacía sus primeras notas en un periódico local. Lo conocí cuando fui colaborador de prensa de un senador local. Ahí entablamos una conexión importante. Tuvimos amigos en común. Éramos de la época de las notas escritas en papel, del diario en blanco y negro, de los comienzos de las FM comunitarias… Pero nuestras charlas conducían siempre hacia la profesión, a las formas, los estilos, los cambios tecnológicos que nos atrapó a los dos.

Era un tipo sencillo, amante de la pesca y de su Boca Junior’s. Nunca leí (ni escuché) un comentario negativo. Fue positivista hasta en el periodismo. Tenía la sonrisa y el saludo fácil. Sus ojos celestes, detrás de las grandes gafas, le daban cierto grado de “periodista intelectual”. Fue un tano, hijo de tano, que pensó como tano. El trabajo y el sacrificio eran fundamentales para su vida y así lo transmitió a sus hijos. Compartí muchas veces entrevistas, en las que él hacía preguntas, y su hijo o su esposa manejaban la cámara. Trabajaban todos. Cuando estábamos juntos, nos mirábamos, y era una y una (preguntas). Así cooperamos en centenares de notas.

Nunca hizo ostentación de nada (y sabemos que podía haberlo hecho). Tampoco sacó ventajas, supo caminar en senderos espinosos y de los otros. Pero hubo dos hechos que lo marcaron en los últimos años, la salud de su padre, que lo turbó hasta sumirlo en socavón anímico y el otro, su trabajo.

Cuando los vientos políticos cambian las direcciones de las empresas, suele suceder lo que no pudo admitir, le dijeron basta. Y se quedó sin imagen para contar los sucesos de su Berazategui natal. Fue otro golpe duro.

Sin embargo y con el dolor a cuestas se reinventó en hombre de radio. Y nada menos que con un co equiper como Ubaldo Matildo Fillol, el campeón del mundo del ’78.

Luego, lo peor, el diagnóstico fatídico y la esperanza de sobrevida escasa. Allí se encerró esperando lo que el destino le tenía preparado. Pero nunca estuvo solo, su familia se abroqueló para darle el amor que merecía. Nuestro último contacto fue el 8 de junio, saludándonos por el día del periodista. Me queda el recuerdo de un tipo noble, sencillo y excelente profesional. Falleció el 26 de julio, tenía 55 años.

¡Hasta siempre, Tony!


4 Respuestas a “¡HASTA SIEMPRE, TONY!”

  1. Excelente nota de Jorge Leal. Seguramente la nota que ningún periodista quiere escribir sobre su colega, pero sobre todo sobre su amigo. Ya lo escribí en las redes sociales, pero lo repito una vez mas… Tony; excelente periodista pero mejor persona. QDEP.

  2. UN SER HUMANO NUY ESPECIAL UN HOMBRE DE BIEN MEJOR HIJO ESPOSO EJEMPLAR PADRE AMOROSO NADA ALCANZA PARA DESCRIBIR SU PERSONA DE BIEN SIGUE VIVO ENTRE QUIENES LO CONOCIMOS NECESITAMOS MUCHOS COMO EL

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