A Claudio Roberto Buffevant (n. 30/10/1922 – f. 16/02/2010)
Claudio nació el 30 de octubre de 1922 en Berazategui. Perdió a su padre Julián, a sus 8 años. Desde entonces, lo esperaba sentado en la puerta de su casa, con la esperanza de que volviera de la fábrica Rigolleau. Fue el más chico de cinco hermanos. Su madre se llamaba Margarita Bassaber, de prosapia tambera.
Sus primeras letras las realizó en la primaria 2 de Quilmes, actual 5 de Berazategui. Martín, hermano de su madre, lo llevaba a la costa del Río, a Hudson y también a Pereyra para llevar mercaderías del almacén familiar a los quinteros de la costa.
Todo ese mundo que conoció y que hoy es recuerdo, empezó a escribirlo cuando pasó los 70 años a pedido de su amigo Eduardo Rodríguez Avellón y socios fundadores de la Asociación Orígenes de Berazategui. Así quedaron escritos los recuerdos personales de esos años.
A los 18 años entró a trabajar a la fábrica Rigolleau, de la cual se retiró en 1957, para trabajar por su cuenta para la misma empresa. Años después formó un hogar con Carmen Ortiz, quilmeña de origen y berazateguense de corazón, con la cual se casó, y tuvo dos hijos: Isabel y Julio César. Cada hijo le dio dos nietos.
Vivió más de 65 años frente a las vías en la calle Lisandro de La Torre. Vio de joven cómo se construyó la última cloaca máxima por la constructora Vianini, pero no pudo ver a la planta depuradora empezar su tarea de limpieza de su “Río”.
Paseó en la zorrita dejada por las obras de la cloaca, manejada por Mariano Cruz.
Los cuentos fueron pasados por Rodríguez Avellón, y junto con Claudio y quien escribe estas líneas, empezamos a transitar el camino de la historia local, a través de la Asociación Orígenes.
Fue entonces que en papelitos a puño y letra, Claudio comenzó a describir sus recuerdos y Eduardo tecleando con dos dedos la flamante PC de aquella época, comenzó a organizar los cuentos por capítulos. Fue el libro 6° de esa colección El Berazategui que Viví, luego vino la parte dos y, en marzo del 2009, la tercera y última parte.
En esos relatos, “El jubilado” describe con inteligente ironía los padecimientos de la tercera edad. Otro cuento que leyeron cientos de chicos fue “La Barrera”, donde relata su vida desde 1872, pasando por las máquinas de vapor, los vagones que descarrilaron, las peligrosas noches de niebla, los viajeros a La Plata el día de la Autonomía y su retorno, el festejo esperado por la lucha de 12 años, el 4 de noviembre de 1960.
La Sociedad Rural
En los últimos años, esperaba con ansiedad el mes de julio para hacerse una escapadita a Palermo y ver la exposición de la Sociedad Rural Argentina, cada viaje de estos a su edad era una aventura. Allí se hizo amigo de un periodista de la revista El Federal, y publicó uno de sus relatos de Berazategui en ese medio.
Homenajes
En 2010, Claudio recibió dos homenajes póstumos: uno fue en una jornada de historia regional que realizamos en el Colegio Bernardino Rivadavia, el 16 de octubre del 2010, organizada por la Comisión de Estudios Históricos de Berazategui, con la presencia de sus familiares e historiadores de Quilmes, Varela y de Berazategui, pasamos imágenes de su vida y relatamos su trabaja por la memoria del distrito.
El otro homenaje, en diciembre de 2010, fue la imposición de su nombre a una plazoleta en la entrada de Berazategui, por la bajada de la autopista, en la esquina de 14 y 161, al acto junto a las autoridades municipales, concurrió la ministra Alicia Kirchner, lo cual jerarquizó la inauguración.
Pero faltó un homenaje: el haber sido ciudadano ilustre. Presentamos en la Municipalidad el 21 de septiembre de 2004, el expediente 4453 con varias hojas de antecedentes, pero parece que no fue suficiente.
¡Hoy los que fuimos tus amigos, te recordamos y elevamos la copa con un buen vino, por tu cumpleaños!
Cabral es miembro de:
- FEEHPBA Federación de Entidades de Estudios Históricos de la Provincia de Buenos Aires.
- Instituto de Estudios Genealógicos y Heráldicos de la Provincia de Buenos Aires.
- Aprodemus (Asociación de Profesional de Museología)