Foto: Alberto Moya
(CIB) La Comisión de Estudios Históricos de Berazategui, en su IX Jornada de Historia celebrada este fin de semana en Plátanos, recordó al destacado vecino, jurista e historiador Martín Nolfi.
Luis Martin Nolfi Belsunce: abogado y docente
Nolfi: 15/4/1937 – 16/9/2022. Historiador de Berazategui.
Era hijo de Luis María Nolfi Laborde y María Elena Belsunce Rivarola. El matrimonio tuvo además a Rita (1934-2019), María del Carmen (1940) y Alejandro Nolfi (1947). Vivieron en la casa familiar cerca del Club Social (150 -ex 29- esquina 14).
Estudió la primaria en la Escuela 2 de Quilmes, hoy Escuela 5 de Berazategui, frente a la estación; cursó cuarto y quinto grado en La Plata, debido al trabajo de su madre, que lo buscaba al salir de Radio Provincia, mientras lo cuidada la portera.
Cursó la secundaria en el Nacional de Quilmes, porque en Berazategui, no había. Según sus palabras, su vida de joven se repartía entre la escuela, el club y el potrero.
A los 18 años, comenzó a trabajar en la Municipalidad de Quilmes.
Empezó la carrera de Abogacía en la Universidad de La Plata (UNLP), rindió todas las materias libres. Por el trabajo, y el estudio, afectó su salud; debió guardar reposo para recuperar peso.
Realizó el servicio militar obligatorio para el Ejército, en City Bell.
Conoció a Delia Leanza en el Club Social; se casaron el 16 de junio de 1962, en la iglesia Inmaculada Concepción de Quilmes; tuvieron cinco hijos: Bernardo Agustín (1964), Martín Miguel (1966); Luis María (1968), Ignacio Juan Domingo (1975) y Pablo Francisco Nolfi (1979).
Trabajó en la Primera Cámara Electoral de la Nación, en 1964. En 1965, comenzó a trabajar como Inspector de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
Fue elegido presidente del Club Social en 1968.
Hacia 1970, empezó a investigar sobre Berazategui. Leyó la historia de José A. Craviotto, un quilmeño que escribía sobre esta zona. Su primer trabajo fue sobre una estancia atacada por un malón en 1740. Los testimonios figuraban dentro de un juicio sucesorio. En el expediente figuraban documentos del siglo XVIII donde los testigos narraban todo sobre el malón, el tipo de construcción de la estancia, personas que trabajaban. Le dedicó dos años a esa investigación.
Para noviembre de 1972, fue titular por Berazategui, en el Segundo Congreso de Historia de los Pueblos de la Provincia.
Comenzó la carrera de profesor universitario de historia. Ejerció la docencia en el Comercial de Quilmes, de noche; en el Instituto Belgrano, El San Martín y el Estrada, todos de Berazategui.
Su vocación de historiador se manifestó desde siempre. Estudió Historia y aprendió la metodología para la investigación histórica. Lo apasionaba la historia argentina.
En 1974 fue elegido abogado principal de la Procuración General.
Para el mismo año, en la Biblioteca Manuel Belgrano, fundó la Junta de Estudios Históricos de Berazategui, con Elena Donosevich, Susana Brunettin, Silvana Fabris, Nora Méndez, etc. Creía que la investigación histórica es un trabajo colectivo e interdisciplinario.
Los trabajos más importantes de la Junta fueron: Historia de Rigolleau, Huelga de vidrieros en Berazategui en 1913 y 1914. Editaron los Cuadernos para el estudio de la historia. En estos boletines se escribió también sobre el Censo Nacional de 1895 en Berazategui.
En 1983, fue nombrado Secretario de la Procuración.
En 1985, realizó en la Biblioteca Belgrano, una exposición de mensuras y planos de la Dirección de Geodesia del viejo Berazategui.
Fue nombrado subprocurador general de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia, en 1988.
El sábado 8 de mayo de 1993, fue creada la Cooperadora el Museo Histórico de Berazategui, fue su primer presidente. Editaron muchos libros de historia local: de Atanasio Lanz, del propio Nolfi, de Carlos Grau, recopilaciones de trabajos de distintas fuentes y los tres libros de Claudio Buffevant El Berazategui que viví. Comienzan las Jornadas de Historia Regional en 2002.
La Autonomía
Nolfi opinó sobre La Autonomía:
“Fue muy importante. Representó una gran conquista. Todo pueblo necesita su libertad para crecer. Puede ser que las cosas no nos hayan salido bien, pero ése es el riesgo que hay que correr”.
¡Tardecita no es igual a triste atardecer…!
Le encantaba el tango y el folklore, estudiaba las letras de las canciones y le gustaba el atardecer. También el cine, mucho. Fichaba las películas que veía.
Por último, con sus manos, plantó todos los árboles de su casa de Ranelagh. Hoy dan una hermosa sombra.
Un gran tipo!!! Lo recuerdo con enorme cariño y afecto como profesor en el instituto estrada!!! Y después de haberlo cruzado varias veces y hablar de peronismo con varias anécdotas!! Un profesor muy respetado!!!