LIBROS: UNA RAZON PARA VIVIR, DE GIORDANO

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Una razón para vivir (2020) es una novela testimonial basada en hechos reales que aborda la temática de la adopción. Fue escrita por Laura Patricia Giordano, una quilmeña nacida hacia 1969 que reside en Berazategui.

Ejerció durante dos décadas como licenciada en Producción de Bioimágenes en centros privados de salud; cuenta con una capacitación docente en conjunción con títulos habilitantes de la UTN de La Plata. Además, es coaching ontológico y terapeuta holística.

Trabaja en un proyecto audiovisual con guion propio para llevar su historia a la pantalla grande y ambiciona llegar a las plataformas que el mercado cinematográfico ofrece.

En breve realizará su primera presentación convocada por Patricia Lob y Nadia Roa, organizadoras de las Meriendas Literarias de Berazategui.

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Sinopsis

A sus 40 años, Laura descubre un secreto familiar que cambiaría su vida para siempre. Nunca imaginó que el destino guiaría sus pasos, llevándola a vivir experiencias fantásticas e inesperadas.

La escritora anexa a su obra cinco capítulos que utiliza como recurso literario y donde comparte algunos momentos de su vida. El capítulo 4 que este CIB reproduce en exclusiva, relata un hecho fuerte que le ha tocado transitar a los 9 años.

Así escribe

Un cumpleaños inesperado

… Estábamos entusiasmados con los preparativos del cumpleaños de papá, era un día cálido, el 10 de octubre de 1979.

Nos habíamos levantado temprano para acomodar y dejar decorado el lugar donde íbamos a realizar la recepción del cumple. Mi madre cerca del mediodía empezó a preparar lo que habíamos pensado como una cena especial. Nos pusimos todos de acuerdo y el menú iba a ser pollo al horno con ensalada rusa.

Transcurrida la tarde, comenzamos a bañarnos de a uno, buscando en el placard la ropa que más cómoda y linda nos quedaba. Papá tenía hace años un nuevo trabajo, y siempre llegaba a la misma hora. Sabíamos que terminaba a las 20:00, ya que era administrador del puerto y una de sus tareas consistía en preparar la liquidación de sueldo de los estibadores, por lo cual solía venir con ese inconfundible maletín lleno de fajos de dinero.

Cerca de las 21:00 con todos los preparativos y sentados a la mesa, corríamos de vez en cuando hacia la puerta con la idea de verlo llegar, y así avisar al resto para la gran sorpresa. Para las 22:00, nos parecía un poco raro que no llegara, ya teníamos mucha ansiedad y también un poco de hambre, pero igual lo íbamos a esperar. A las 23:30 el clima de la casa empezó a cambiar.

Fue notoria la cara de preocupación de mamá que no dudó en acercarse a lo de Ana María, su mejor amiga, que vivía pegada a nuestra casa, con la finalidad de poder realizar una llamada para averiguar el motivo de la demora. Al rato mamá entró apresurada, algo nerviosa; le preguntamos qué pasaba y nos dijo que papá se había retirado del trabajo a la misma hora de siempre; ustedes vayan comiendo mientras yo averiguo qué pasó.

Sin preocuparnos, tomamos la situación como una simple demora. Mamá aprovechó para realizar otras llamadas y en esta ocasión era a la comisaría para informar el retraso de Evaristo. Regresó luego de realizar el llamado y se sentó a la mesa con nosotros, colocó sus manos en su rostro y sin decirnos nada, observó como jugábamos mientras comíamos y nos reíamos de algunos chistes que contaba Marcelo.

Luego de comer, ya para las 24:00, comenzaron algunas corridas, podía ver a Ana María con su padre Santángelo, conversando con mamá cerca de la puerta de entrada. Y ahí nosotros nos miramos, ya que quedaba a las claras que algo malo estaba sucediendo. Le preguntamos a mamá… ¿Qué pasa?… Ella respondió… no se asusten pero no encuentran a papá. Con insistencia… pero ¿pasó algo? No se sabe nada aún, están averiguando.

Pasaron otras dos horas y cerca de las 2 am, llegaron a casa dos policías, uno de ellos trayendo en sus manos una pequeña bolsa y le dice a mamá… Encontramos estas pertenencias, ¿podría identificarlas? Mamá, ya con cara de espanto, observó cada uno de los objetos y efectivamente eran de papá; sin lugar a dudas que algo terrible había pasado… Entonces se apartó unos metros de la policía y los vecinos, y nos llevó a la cocina para explicarnos la situación.

Llorosa y con la voz entrecortada nos explicó que papá estaba desaparecido, y que estos policías habían venido a traer unas pertenencias aparentemente suyas. Aún así, todavía desconocían su paradero. Sin entender demasiado lo que estaba pasando, nos largamos a llorar y nos abrazamos fuerte a mamá, que intentó tranquilizarnos, dándonos un poco de agua a cada uno, y sugiriendo que vayamos a dormir, que nos despertaría cuando hubiera alguna novedad. Al amanecer, desde muy temprano, se escuchaban los pasos y movimientos de mucha gente. Nos levantamos, corrimos hacia donde estaba mamá y lo primero que preguntamos es si se había averiguado algo más, pero la respuesta fue negativa. Ese día, más allá de las corridas de los adultos, la casa se sentía desolada y obscura, con silencios profundos e interminables espacios vacíos.

Para la tarde del día dos, los policías trajeron nueva información. Había indicios de que el hecho sucedió en la ribera de Quilmes; ya que fue allí donde se encontraron sus pertenencias y su auto. Pudieron observar en un sector de la playa la arena muy revuelta, con importantes manchas de sangre que suponían una fuerte pelea. También encontraron en el lugar la posible arma homicida: era la llave cruz del coche, que se encontraba a metros del lugar y con manchas de sangre, que llevaron a verificar si correspondían a mi padre. La incógnita aún era preguntarse… ¿dónde se hallaba el cuerpo?

Recién para el día tres, luego de una ardua búsqueda de investigación, la Policía trajo las novedades que darían explicación a todo ese confuso caso. El propósito de la llegada a casa era llevar a mamá a la Comisaría para poder informarle lo sucedido, y es allí que se abrió un relato desgarrador. 

Señora, hemos hallado el cuerpo de su marido, se trató de un terrible asalto, los datos que se pudieron obtener de la investigación de tres días de trabajo, permiten afirmar que el hecho se produjo en la ribera de Quilmes cerca de las 22:00 del día 10 de octubre del corriente año. Se calcula que hay al menos tres hombres involucrados, y que su esposo ha sido interceptado de regreso a su casa a la altura del puente 12 de Octubre de Quilmes. Además se sospecha que podrían ser conocidos suyos, por las características del hecho. Por el lugar donde encontramos sus pertenencias y el arma homicida, parece que allí se produjo una fuerte pelea entre los delincuentes y su marido. Teniendo en cuenta el número superior de hombres, no tardaron en reducirlo, golpeándolo fuerte, varias veces, con la llave cruz en la cabeza y provocando en consecuencia el óbito del mismo. Lamento comunicarle además, que el cuerpo ha sido hallado en las profundidades del río, a varios metros de la orilla. Dada la cantidad de horas transcurridas, su estado es lastimoso. Suponemos que la intención de los delincuentes al arrojarlo al río, fue que el hallazgo del cuerpo se demorase. Así que, si es tan amable, el mismo se encuentra en la morgue para ser identificado por un familiar directo.

Luego de todo ese episodio y unas horas más tarde, mamá llegó a casa con la noticia de haber encontrado el cuerpo sin vida de papá, pero por supuesto sin ninguno de estos detalles. Si bien todo indicaba un mal presagio, todo el tiempo mantuve la fantasía de verlo llegar en algún momento, sonriente, con esa presencia segura y pasos firmes, viniendo a mi encuentro como cada noche, para tocarme con suavidad la cabeza. Era la forma que elegía para conectarse conmigo y para que supiese que estaba allí.

Entonces llegó el momento de su velatorio y entierro. Con mis nueve años no podía creer que ese cadáver frío y tieso era mi padre. Pero la secuencia de pérdida real la experimenté en el traumático entierro, al ver cómo, en una profunda y húmeda fosa, quedaban sepultados todos los recuerdos de esos hermosos y maravillosos nueve años.

Esta extensa descripción de los hechos, es lo que puedo contarles por ahora. Sin imaginar, que detrás de las grandes y dolorosas experiencias que nos toca vivir, se hallan los más sorprendentes e inesperados milagros que nos rodean a lo largo de nuestras vidas. Si somos capaces de reconocer las señales asimilando estas experiencias de manera positiva, nos traerán mensajes sanadores para nuestra evolución en amor, y desde allí, con el tiempo, podremos contarlas como anécdotas de vida.

Testimonios


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3 Respuestas a “LIBROS: UNA RAZON PARA VIVIR, DE GIORDANO”

  1. Que decir de este Libro!!! Piel de gallina del principio a fin… En lo personal viví esta historia en carne propia y me emociona q mi hermana la que la vida me regalo plasme con la pasión q lo hace nuestra historia ,vista desde su corazón . Conocer esta parte de ella en este libro fue sorprendente .Yo solo puedo decir GRACIAS por que nuestra historia será contada x generaciones Te amo hermana!!!❤

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