MURIO LA ESPOSA DEL PERIODISTA JORGE LEAL

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(Esta nota tuvo varias actualizaciones)

Hace instantes, el periodista Jorge Antonio Leal, propietario del Grupo Cristal Comunicaciones, confirmó a este medio el lamentable deceso de su señora esposa, Liliana Bolaño.

De inmediato, llegaron muestras de condolencias y acompañamiento en el difícil momento que se agudizó después de varios meses de acompañarla en el trance de una enfermedad irreversible.

Este medio ha sido testigo de la continua presencia que Leal tuvo junto a su esposa durante estos meses, aún en detrimento de la conducción de sus medios, como es el periódico El Yunque o su presencia no siempre cotidiana en Recorriendo la mañana, el programa insignia de FM Cristal (98.1 Mhz).

En las tandas de la emisora, la voz grabada de Leal sin música de fondo da cuenta de que «FM Cristal informa el fallecimiento de su titular Liliana Bolaño…».

En las redes, Leal publicó que «Hace más de 40 años nos animamos al gran desafío de la vida: armar una familia. Y lo logramos con creces. Pero no sabíamos que recibiríamos este cachetazo tan duro. Hoy partiste al lado de Dios, te me adelantaste. El vacío es enorme y no sabemos enfrentarlo. Hasta que Dios disponga y nos reencontremos. Un beso al cielo de los buenos«.

Elisabet Leal, la más cercana a los medios de entre sus tres hijas, posteó: «Trato de encontrar una palabra pero no la puedo encontrar… Trato de decir algo, y… No lo puedo decir… Acabo de perder a uno de mis pilares, a quien me sostenía, cómo se hace???? Mamá falleció a las 9.07, a todos los que la quieran despedir a Lili Ana, a partir de las 18 hs. en casa Cuellas de Lisandro de la Torre. Mami, te amaré por siempre!!!!!«.

Luego del velatorio en L. De La Torre entre 11 y 12, mañana a las 9 será el responso en el Pereyra Iraola.

Algunas manifestaciones

«Siento tu pérdida, fuerzas Jorch!«.

Lore González (fotoperiodista)

«Mis condolencias y sentido pésame a la familia Leal«.

Dante Morini (abogado de derechos humanos)

«Mi más sentido pésame! Abrazo enorme«.

Sebastian Dabove (médico, columnista de radio)

«Mi mas sentido pésame a toda la familia«.

Pablo Centurion (ATE)

«Mis condolencias a la familia. Que Dios los fortalezca en este momento tan difícil. Un abrazo«.

Hernan Lopez (editor del periódico Principios)

«Sólo un fuerte abrazo, querido Jorge y familia. QEPD.«.

Sergio Pablos (fotógrafo)

«Lo lamento mucho, Jorge, abrazo grande!«.

Daniel Guerrucci (co propietario de FM Espacio)

«Mi más sentido pésame para vos, Jorge, y toda la familia en este difícil momento que están atravesando. Liliana Bolaño ha sido una persona invaluable, en todas sus facetas. Quienes fuimos sus alumnos, la recordaremos con mucho cariño. En mi caso, Liliana, además de profesora, fue quien me permitió descubrir el maravilloso mundo de la radio. Gracias por todo, Liliana, te llevaré siempre en el corazón!!! Q.E.P.D.«.

Ulises Caballero (periodista de Art.14)

Jorge Tronqui, quien ha sostenido con Leal serias diferencias desde sus medios, leyó al aire el mensaje de la Dirección de la FM Espacio (donde hace su programa) y sumó un módico mensaje de respetuosa condolencia. Luego, agregó en su facebook:

«DOLOR EN LA FAMILIA RADIAL DE BERAZATEGUI. En la fecha, falleció la profesora Liliana Bolaño, propietaria de FM Cristal 98. 1 de Berazategui. Adherimos al dolor de su familia, a su esposo el periodista Jorge Leal y a toda la gente de esa emisora colega«.

Jorge Tronqui, editor de Verdad e Investigación.

El operador, Oscar Jaime, informaba la novedad a quienes llegaban a la FM Cristal, tal el caso del conductor de Huellas de Patria y tradición, programa que lleva dos décadas al aire y va a las 15. Una hora después, Elías Núñez no asistió y en su espacio pasaron las cumbias de siempre.

Hasta esa hora, ni el periódico La Palabra en su Twitter, ni FM Del Este en su facebook han publicado nada.

Quienes hacen este CIB, como los periódicos La Misión, de Ranelagh; La Lealtad, de Villa España, y La Estrella del Sur, de Bº Marítimo, hicieron llegar sus condolencias desde el grupo de whatsapp compartido por los colegas. Leal había sido el único que organizó un acto homenaje a Julio Ortega, en el día del periodista inmediato a su fallecimiento en 2018.

EDITORIAL EN PRIMERA PERSONA por Jorge Leal

(click en el título para verlo en video)

¿Por qué tenemos que morir?

Soy católico y la doctrina evangelizadora nos dice que morimos porque hemos pecado, y porque todos somos pecadores. Pero que Dios envió a su hijo para tener vida eterna.
Así de fácil parece que es la cosa. Pero no. Yo estoy terriblemente triste y angustiado. La muerte me quitó parte de mi vida. Si, ya sé que esto pasa a diario y que cada uno lo asume de diferentes maneras. Pero no. Yo no.
Yo me rebelo. Y grito a los cuatro vientos que mi tristeza, ésa que asomó sin pensarlo, de un cachetazo recibido a principios de mayo, cuando nada hacía prever que esto iba a suceder.
Desde ese día comencé a sufrir una extraña sensación de vacío y dolor. Se fue acrecentando a medida que vos ibas deteriorándote minuto a minuto. El Dr. lo dijo el primer día, nos aseguró un futuro tenebroso y fue así no más.
Empezaron a rodar por mi mente los recuerdos. Los putos recuerdos que me dejas encaramado y debo masticarlos solo.
“Hacete fuerte porque si no, te lleva a vos también”, palabras que te tiran por la cabeza algunos pelotudos que no entienden la verdad de tu sufrimiento. Hacete fuerte, ¿decime que pastilla hay que tomar para no sufrir? En fin, nunca pensé que esto me iba a pasar a mí. Y me pasó.
Empezaron a rondar evocaciones, lindas, siempre fueron lindas. Desde aquella vez que te vi desde el primer piso de un aula en la que hacía una suplencia y vos caminabas por la plazoleta tratando de llegar a tiempo a reemplazarme. Y creo que fue ahí donde la historia nuestra comenzó.
Fueron cuarenta años y medio de yugarla juntos. De tres hijas maravillosas que nos regalaron seis nietos. Pero justo tenías que esconder esa terrible enfermedad, vos… que nunca tuviste un resfrío. Eras un roble.
El día de la aterradora noticia me acordé de nuestro casamiento por iglesia, estabas hermosa con tu vestido blanco y ese ramito de flores en la mano. Éramos felices, aunque veníamos de momentos fuleros. Iniciamos un camino único, con sobresaltos pero codo a codo, espalda con espalda.
El cura nos había sentenciado “hasta que la muerte los separe”, jamás me detuve a pensar en eso… hasta ahora.
Mirá que la luchamos, las cosas que nos bancamos, la envidia. Teníamos todo, la familia y salud. Pero no todo es duradero, ahora lo comprendo. ¿Y los sueños inconclusos? ¿A quién le importa? A mí me importa.
Y pasaron los años, hasta que dijiste “me jubilo, ahora voy a disfrutar” y mirá lo poco que quedó.
Puta, que indignante es este proceso en que la vida se te va en poco tiempo.
Si me parece verte absorta leyendo las cartas de amor que te escribía en la rambla de Mar del Plata, cuando arrancamos en aquel noviembre de 1978. Tu picardía en la mirada me anticipaban lo que vendría.
Mar del Plata, ¡Cómo amabas esa ciudad! No hubo oportunidad veraniega en que la disfrutáramos. Si hasta una casita en el bosque a dos cuadras del mar hicieron las delicias de las niñas. Nadie se olvida, y vos me lo traes en tu final.
Te prometí volver a tu querido París y hace casi seis años te floreabas por Les Champs-Élysées,y de ahí la recorrida en metro para conocer los más recónditos lugares de una ciudad esplendorosa, ésa que admirabas. Con embeleso me explicabas cada uno de los monumentos más importantes, hasta el puente del amor (de Las Artes) recorrimos, ese que está detrás de Notre Dame, sobre el Sena. ¡Qué contenta estabas! Y juraste volver.
Hay tanto para contar de estos 40 años y en sólo seis meses nos destruiste el alma.
Pero eras tan inteligente que dejaste todo programado con tu cómplice. Sí, tu enfermera matinal. Esa que nos llamó en pleno velatorio a charlar y contarnos lo que le había dicho unos días antes de la partida.
Hasta sabías que te ibas pronto. Vos notabas tu deterioro, que nosotros queríamos ocultarte, pero lo tenías elaborado. Le contaste a tu encubridora que te hubiese gustado ser arrojada en cenizas en París, pero como entendías la maldita burocracia, aceptabas Mar del Plata, tu otro lugar en el mundo.
Te fuiste en un suspiro, tu cuerpo enfermo no resistió más. Eras como un gorrión en días de lluvia.
Y te marchaste.
Después la tristeza de un velatorio (ése que no te gustaba) lleno de coronas (las que despreciabas) y la gente quiso acompañar a tus hijas. Una noche con olor a muerte, pero estabas tan linda en tu féretro, si ya sé que es horrible lo que digo, pero lo sentí así. Y te toqué y te besé y parecías una novia gélida.
Mirá el hoyo que tengo en el pecho. Me dejas huérfano de ternuras.
Ahora nos queda cumplir tu último deseo, tu último viaje a Mar del Plata, la ciudad en la que fuiste feliz desde muy niña.
Nos queda la calma de que te fuiste en paz, feliz con la familia que formamos, esa que soñamos hace más de cuarenta años.
Y para mí el recuerdo de tus últimas palabras: “te quiero mucho”, en aquella tarde del viernes del 18 de octubre de 2019, antes de entrar en la sedación final.

El martes 22 de octubre, a las 9.07 horas, murió Liliana Elisabet Bolaño… una mujer irremplazable.

Dios ha prometido que él “se tragará a la muerte para siempre” (Isaías 25:8). Pero para ello, tiene que acabar con la raíz del problema: el pecado. Esto lo logrará mediante Jesucristo, quien “quita el pecado del mundo” (Juan 1:29; 1 Juan 1:7).

«Esta foto fue tomada en su lecho de muerte horas antes de que partiera al lado de DIOS. Las manos son de Liliana, Jorge, María Elisabet, María Claudina y María Paula. Representan 40 años y medio de construcción familiar. Nos corroe el dolor, pero nos alienta el orgullo de tener mucho AMOR. Gracias, Liliana, por tu enseñanza».

Una de sus hijas posteó el siguiente texto con foto de la última despedida a su madre:

El periodista Jorge Leal y sus hijas arrojan al mar las cenizas de Liliana Bolaño.

«Fin de semana en Mar del Plata por tu deseo, esa ciudad mágica, bella, que nos abrazó, que nos llenó de amor, de historias y de vida compartida. Esa que guarda un recuerdo tuyo en cada esquina, en cada porción de ciudad. Esta vez fue distinto… Tu deseo era quedarte ahí. Fue difícil, mezcla rara de sentimientos… Ahí te quedaste junto a los abuelos. Mierda que es difícil seguir, si aún te esperamos… Pero no… El tiempo se inmortalizó y, quizás en una botella… Llegues a París… Mamá, todo lo que pediste lo cumplimos (creo)… Un nudo en la garganta y las lágrimas que brotan…
Sabías que íbamos a estar todos juntos, sabías que tus 6 nietos disfrutarían de la playa, como lo hicieron… rieron, jugaron, fueron felices mientras nosotros nos deshacíamos… Sos sabia, nos seguís guiando… Ahora, iremos más tiempo a Mardel, sólo para verte en esa inmensidad, nadando como siempre te gustó… El mar, donde fuimos inmensamente felices, ahora te abraza… ¡Te amo, ma! ¡Te extraño! ¡Te extrañamos! Aún sigo sin entender… Cómo puede ser».

Elisabet Leal

15 Respuestas a “MURIO LA ESPOSA DEL PERIODISTA JORGE LEAL”

  1. Lo siento mucho!!!!Mi querida profe de francés en los ’70, mi directora de secundaria en los ’90. Gran persona y excelente profesional.

  2. Jorge, amigo! Recién me entero del fallecimiento de Liliana, por la publicación de un periódico. Sabés que entiendo los sentimientos por lo que estás pasando. No único que te digo; FUERTE ABRAZO. A Liliana, Q.E.P.D. A las hijas que tuvieron: mi más sentido pésame.

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