A partir de la designación realizada en la Procuración General, el fiscal Christian Adrian Granados tendrá a su cargo la UFI 2 Berazategui a la vez que subroga la 9 de Varela, con competencia en los hechos que se den dentro del Complejo Carcelario en La Capilla.
Granados se desempeñó en cargos de diversas temáticas y fiscalías, como la de delitos culposos (drogas). Desde hace más de una década está a cargo de la Ayudantía Fiscal con competencia en hechos del complejo carcelario de La Capilla, instruye los procesos judiciales que allí se inician.
El fiscal compone el cuerpo de magistrados suplentes creado en 2013. Concursó dos años después este cargo, superó las instancias de examen para la postulación, su pliego fue aprobado en el Senado y firmado su decreto por la gobernadora Eugenia Vidal.
El designado forma parte del cuerpo de magistrados suplentes de la Región I, creado por ley en 2014; cuando era gobernador Daniel Scioli y procuradora, María del Carmen Falbo. La Región I comprende a La Plata, Quilmes, Lomas, Moreno y General Rodríguez. La ley fija que cuando hay más de un postulante para un cargo debe sortearse la zona geográfica donde cumplirá tareas. Es el primer funcionario designado de manera virtual por medio de la plataforma Microsoft Teams, según el sitio Data Judicial.
En la UFI 2 la vacante se produjo a partir de que María de los Angeles Attarian Mena fue designada como fiscal de Juicio en Quilmes, luego subrogada por la doctora Silvia Borrone (titular de la UFI 4 de Berazategui).
El fiscal ya había estado ternado en varias ocasiones para el cargo que juró, como también para ser juez de Garantías.
Como indica el protocolo, con la presencia del titular de la Secretaría General de la Procuración, Carlos Pettorutti; la responsable de Secretaría Institucional y de Gestión, Susana Deferrari, y el subsecretario Alberto Ves Losada, comenzó el sorteo para la Región I. La primera bolilla fue la número 1, para el doctor Granados.
Actualización: Su jura
(28 de julio) Juró ante el fiscal general Marcelo Dragui y la doctora Clara Orloff en una de las salas del primer piso de la sede de de H. Yrigoyen 475, sin público y bajo normas de distanciamiento social y tapabocas.