RADIO MONTONERA, EN BERAZATEGUI

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(Perfil) Los audios y parte de estas imágenes forman parte de un trabajo de investigación realizado por la Universidad Nacional de Quilmes: Programa de Producción Televisiva Licenciatura en Comunicación Social.

En el contexto de la Contraofensiva montonera, la organización guerrillera Montoneros llevó adelante una serie de interferencias televisivas a fines de los años ‘70 para replicar consignas o alentar huelgas. Aquella experiencia es el eje del relato que construyó Sofía Fren (foto) en Radio y Liberación Tv de Montoneros. Interferencias televisivas en la Contraofensiva.

Fren entrevistó a los militantes que protagonizaron aquellas transmisiones en 1979 y los relatos son asombrosos. Explica la autora:

«Los equipos se trasladaban en bicicletas o en motos, los pelotones estaban compuestos de 2 ó 3 personas, se infiltraban en el territorio, escondían los equipos camuflando los transmisores con portafolios y antenas en bolsas arpilleras con verdura arriba; operaban, interferían, transmitían y huían. Las transmisiones se realizaban en pelotones de 2 o 3 compañeros, el equipo tenía el tamaño de una carpeta portafolio pequeña y el aparato se accionaba con unos batería de auto o moto. Los equipos buscaban maximizar la llegada y por eso buscaban escalar tanques de agua, lozas abandonadas e incluso consiguieron la llave de la terraza de un importante edificio en Berazategui«.

Perdía (fallecido hoy). Estuvo en Quilmes el 6 de noviembre de 2022. Foto: Centro Informativo

—Tu libro refleja una parte de la contraofensiva de los Montoneros impulsada entre 1979 y 1980. ¿Qué te motivó a contar la historia de Radio Liberación TV de Montoneros?

—La primera vez que escuché sobre RLTV fue en la presentación del libro Comunicación y televisión popular. Roberto Perdía habló de los RLTV como antecedente de la televisión alternativa. En ese momento yo estaba participando del canal alternativo, popular y comunitario BTV y tratando de conseguir la legalización de las televisoras sin fines de lucro, en el marco de la Ley de Medios 26.522. A su vez, estaba terminando la Licenciatura en Ciencias de la comunicación y en vistas de comenzar mi tesina de grado. Este libro comenzó siendo esa investigación acompañada y tutorada por Natalia Vinelli, dentro de la UBA. Cuando escuché sobre la experiencia lo que me impactó fue como un grupo de personas habían encontrado una manera creativa y valiente de poder hacer comunicación y contrainformación, aún en los peores años.

La violencia guerrillera jamás podría significar un crimen de lesa humanidad

—Resulta llamativo en el análisis de la época cómo los Montoneros que vivían en el exilio pensaban que en 1979 «había frenado y desgastado a la dictadura» e impulsan la contraofensiva y así es como se suman decenas de militantes entre ellos los que formaban parte de las Tropas Especiales de Agitación. ¿Qué lectura hacés de ese momento histórico?

—Tuve que investigar muchísimo sobre los ’70 porque es muy difícil entender esos años desde la perspectiva de alguien que nació y vivió en democracia. Por eso encaré este trabajo con mucho respeto e intentando no juzgar a ninguno de sus participantes ni hacer evaluaciones contra fácticas de lo que debería o no haberse hecho. Fue una investigación de más de cuatro años donde pude hacer entrevistas, escuchar diferentes perspectivas y revisar muchísimos documentos internos, revistas de difusión y diferente material bibliográfico. Creo que eso me permitió abordar la Contraofensiva dentro de su complejidad. En el libro le dedico muchas páginas a contextualizar la experiencia y también dar cuenta del devenir de Montoneros en las diferentes etapas que atravesó.

El final de Montoneros

Los balances y evaluaciones de los ex militantes que pude rastrear son variados y tienen que ver con los diferentes posicionamientos que hubo en esos momentos; también con evaluaciones y reelaboraciones posteriores, recordemos que realicé las entrevistas luego de 30 años de ocurridos los acontecimientos. A su vez, este libro es específico sobre comunicación; no agota la compleja experiencia de la Contraofensiva. Sin embargo, creo que aborda el aspecto menos discutido: su dimensión político comunicacional.

RLTV fue un medio pensado para la clandestinidad y con el fin de llegar con sus mensajes a las barriadas populares y fabriles. Para, en términos de Rodolfo Walsh, romper el cerco. Porque en el ’79 era imposible atravesar las barreras de la censura, la autocensura y la colaboración de los grupos de medios. Tampoco era posible tener un órgano de prensa, la maquinaria inhumana de terror implementada por la dictadura en su ciclo de secuestro-tortura-delación-nueva tortura, dificultaba muchísimo la difusión de materiales de mano en mano, y las cadenas estaban interrumpidas por la cantidad de muertes, ocurridas la mayoría durante el ’76 y ’77. Pese a estas circunstancias, con estos dispositivos la Organización pudo llevar sus mensajes a las casas de los argentinos sin necesidad de penetrar la agenda de medios.

El libro: Radio Liberación Tv de Montoneros
El libro: Radio Liberación Tv de Montoneros

Yo no sé si estoy en condiciones de hacer un balance, creo que a lo largo del libro se pueden ver las diferentes miradas, las diferentes perspectivas; revisar las discusiones, los documentos y los testimonios de los protagonistas.

La Conducción Nacional evaluaba que había un cambio en la calidad de lucha y eso era indicio de que estaban dadas las condiciones para la Contraofensiva. Según los datos de Leónidas Chávez sobre los conflictos laborales, en efecto el volumen de conflictos aumentó en 1979 y también ocurrió el primer paro general el 27 de marzo.

Ahora bien, las motivaciones de quienes decidieron volver son muy variadas y tienen que ver con motivos personales, imperativos morales de la organización y la idea de que muchos partieron al exilio con la idea de volver, para ellos nunca fue un exilio definitivo. Incluso había militantes que salieron del país sólo para recibir el entrenamiento y luego operar los RLTV en el territorio, ellos dicen que les costó mucho tomar la decisión, porque no querían exiliarse. Sabían muy bien qué pasaba en el país y cuál era la situación represiva pero de todos modos su decisión era resistir.

—El trabajo artesanal que realizaron aquellos responsables de la radio porque las transmisiones duraban entre 3 y 5 minutos y podían llegar a un radio muy limitado de gente. ¿Cuántas transmisiones se hicieron y durante qué periodo y a cuánta gente crees que pudieron llegar.

—Otra de las consecuencias del terrorismo de Estado es que es muy difícil encontrar información porque muchos materiales fueron destruidos por la dictadura o, incluso, por los militantes frente al riesgo de una caída, la remota posibilidad de una requisa o el miedo insoportable de poseerlos: documentos, cartas, fotos e incluso poemas, fueron enterrados y prendidos fuego, pese a su enorme valor histórico. Además de que aún no se han desclasificado muchos documentos y los militares han decidido no revelar mucha de la información. Pero en ciencias sociales nos gusta decir que no podés tirar el agua con el niño adentro, haciendo metáfora sobre la importancia de investigar aún con esa precariedad y teniendo en cuenta las condiciones de producción de la información con la que contás y a sabiendas de las ausencias. En el boletín interno número 13, Lucas estimaba que llegaron de manera directa a 450.000 personas y Eduardo Pereyra 600.000. A esto, dicen, hay que sumarle las transmisiones desenganchas, de quienes recibieron los transmisores en el ’77 y las del Mundial.

El manual de Radio Liberación Tv de Montoneros que explicaba como funcionaba el transmisor
El manual de Radio Liberación Tv de Montoneros que explicaba como funcionaba el transmisor

Tuve la posibilidad de entrevistar a Ricardo, vecino del barrio de Caseros, quien recordaba haber escuchado las transmisiones en su barrio. Para mí, fue muy interesante escuchar sus memorias, teniendo en cuenta que era un muchacho muy joven que no estaba involucrado en ninguna organización. Otra cosa que me parece llamativo es que en las presentaciones de libro han aparecido muchas personas que recuerdan haber escuchado las proclamas.

En esos 3 ó 5 minutos que mencionás, la Organización decidió enviar proclamas. Los primeros fueron grabados por la Conducción Nacional, por ejemplo el llamamiento a la Contraofensiva. Pero algunos pelotones decidieron no usar esas cintas y grabar las proclamas propias, que tenían que ver con los diferentes conflictos que comenzaban a aparecer en el frente gremial. Luego, también fueron usados hacia la transición democrática. Vale decir que los RLTV fue un medio pensado para la clandestinidad, porque cuando se abrieron condiciones de legalidad o semi legalidad, Montoneros eligió utilizar medios de circulación masiva, como (el diario de 1973) Noticias o (la revista de 1973) El Descamisado. Creo que si hay una continuidad en la política de prensa montonera es la voluntad de llegar al mayor número de personas.

—¿Podría decirse que en la batalla comunicacional que impulsaron los Montoneros, Radio Liberación fue su último intento orgánico para quebrar el cerco informativo?

—Mi investigación se limita a RLTV, por lo que no puedo dar cuenta más allá de eso. Entiendo que cuando se abre un espacio aunque sea precario de legalidad, Montoneros impulsa el diario La Voz, aún en dictadura (1983).

La plana mayor de Montoneros. Solo sobrevivieron tres. Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja.
La plana mayor de Montoneros. Solo sobrevivieron Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja.

—¿Consideras que RLTV es el primer antecedente de los medios electrónicos alternativos que más tarde explotaron con las radios comunitarias?

—Creo que es uno de ellos. Se pueden encontrar diferentes antecedentes en el mundo y en Latinoamérica hay experiencias como Radio rebelde, en Cuba; Radio venceremos, en El Salvador; o las radios mineras de Bolivia, por nombrar algunas. Lo llamativo de RLTV es que interrumpía la TV, si bien el audio se emitía por la frecuencia FM, se escuchaba por los televisores. La pantalla se ponía borrosa o con lluvia y se escuchaba la proclama. Me parece interesante como antecedente de la TV alternativa en el marco de lo que significa ese dispositivo en nuestros días. Montoneros elige la TV porque más que eso no había, era el medio más popular, más influyente y con más llegada durante los 70 y hacían las transmisiones durante los programas más vistos o partidos de fútbol.

RLTV fue un arma de agitación política y propaganda inserta dentro un conflicto bélico y cuyo fin era la toma del poder?

—Montoneros caracterizó esa etapa como un conflicto bélico definido primero como guerra popular y luego como insurreccional. En el boletín 13, de 1980, dicen que la Contraofensiva no es una etapa como lo son la defensiva, el equilibrio y la ofensiva, sino un movimiento contrario a la ofensiva y por lo tanto la correlación de fuerza continuaba siendo favorable a la dictadura. Montoneros era una organización con voluntad de poder, en ese sentido la estrategia siempre es la conducción política. Ahora, los RLTV son una maniobra que tiende a ello pero no era vista como la definitiva.

Manual Instructivo de Radio Liberación Tv de Montoneros

—¿Cómo trabajaban y de qué manera se llevaba a cabo las transmisiones?

—Debían desplegar la antena y accionar el casete, las transmisión podía durar 10 minutos, pero por cuestiones de seguridad la mayoría duraron entre 3 y 5. Los equipos buscaban maximizar la llegada y por eso buscaban escalar tanques de agua, lozas abandonadas e incluso consiguieron la llave de la terraza de un importante edificio en Berazategui. Los cassetes venían con mensajes de la conducción pero muchos pelotones hicieron sus proclamas en apoyo a los conflictos en las fábricas aledañas y en relación a la política económica Martínez de Hoz. El pelotón debía estar preparado para defenderse si eran interceptados, pero no debían iniciar ningún enfrentamiento.

Las zonas estaban decididas de antemano y la mayoría de los pelotones recibieron entrenamiento en el exterior. Durante 1979 entraron al país luego del entrenamiento en Cuernavaca, México las TEA I y II. Para 1980 entraron más pelotones pero como Unidades funcionales, para evitar la cadena de caídas, luego de la Operación Guardamuebles.

«Llevo en mis oídos», la playlist del peronismo de los ’70

—La tecnología permitía efectos de carácter psicológico, meterse en la casa de los trabajadores interrumpiendo la señal de TV habitual. ¿Qué impacto real tuvo?

—Es muy difícil determinar con exactitud el impacto real. Luego de las transmisiones la Organización intentaba recopilar información y hacer un monitoreo del impacto de la emisión y de la recepción de los mensajes. En los diferentes testimonios que pude recopilar, los recuerdos son que las reacciones eran buenas. Nadie recuerda altercados con los vecinos y desde el punto represivo fue bueno, si bien hubo bajas estas no ocurrieron durante las transmisiones. Pudieron sumar algún compañero e incluso fueron invitados a entrar a los hogares para escuchar las proclamas con ellos. En el boletín 13, dicen que la idea de Contraofensiva era difícil de hacer fijar por RLTV, las transmisiones significaban que estaba pasando algo, que hasta ahora no pasaba. Además de las transmisiones, es decir, el alcance real de cada transmisión, Montoneros tenía en cuenta la cadena de rumores que la proclama generaba. Imaginemos la secuencia en la cual, en plena dictadura se interrumpe la señal del televisor, aparecen los acordes de la prohibida marcha peronista y luego el «atención, transmite radio liberación TV». El impacto era muy alto. Ricardo me dice que el jamás imaginó este sistema de transmisiones, en el que 2 ó 3 personas en bicicleta desplegaban un casete y una antena, para él o habían tomado el canal o la planta.

—En tu contacto con militantes que llevaron a cabo esta tarea. ¿Qué reflexión hicieron de su trabajo que te dejaron a vos?

—Las reflexiones son variadas, no hay una sola experiencia, ni un solo balance. Creo que en mi investigación tuve la oportunidad de escuchar diferentes perspectivas y me parece que es una de las cosas más interesantes del libro. Hay un gran trabajo de contextualización y de recopilación de información y de las diferentes miradas que permiten complejizar la experiencia. Espero que las personas que se acerquen al libro puedan analizar la experiencia desde esa complejidad. Me sigue impactando la creatividad y el coraje de buscar estrategias comunicacionales, aún en los peores años.