Desde que salió difundida por el diario Olé se convirtió en una de las más compartidas en las redes con 48 mil reacciones.
Agustín Lobo, de 11 años, juega en Lanús; va a la escuela, almuerza y corre a entrenar. Para eso viaja dos horas. Y el cansancio se le nota.
«Entrena de martes a viernes, entre tres y cuatro horas diarias. ¡Termina muerto! Imaginate que aprovecha las dos horas y media de viaje para dormir y descansar. A la vuelta, apenas tomamos el tren, se queda dormido y se despierta recién en Ranelagh» contó Judith, la mamá.
«Se levanta todas las mañanas a las 7.30 para ir al colegio. Sale a las 12 y 14.30 tiene que estar en el club para entrenar. Así que cuando sale come volando, porque tenemos dos horas de viaje, siempre y cuando no nos falle el tren. Aparte de venir con Agustín, está mi hijo de seis años que viene con nosotros. Imaginate que tenemos que tomar un colectivo desde mi casa hasta la estación de Ranelagh. De ahí tomamos el tren hasta Lanús. Una vez que llegamos, hacemos trasbordo con el colectivo hasta la cancha. En total son 24 pasajes semanales, más los sábados que juega en otro club (Olimpo)«, le contó a Olé.
«Vivíamos en Río Gallegos y por cuestiones laborales nos vinimos a Buenos Aires. Cuando llegamos, nos pusimos a buscar en Internet y vimos que Lanús estaba haciendo unas pruebas. Se integró muy rápido«.
«Está loco con Messi. Se la pasa viendo videos y partidos de él, es su ídolo dentro del fútbol. Sueña con poder debutar en Primera y algún día conocer a Lionel«.