VERBITSKY, EN AVELLANEDA

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Este miércoles 28, Horacio Verbitsky presentará su libro “Vida de Perro” donde repasa junto a su entrevistador, Diego Sztulwark, los vaivenes políticos de la Argentina desde 1955 hasta el ascenso de Mauricio Macrì. La cita es a las 18:30 en el Salón de Videoconferencias del Campus Villa Domínico, Av. Ramón Franco 5050, de la Universidad Tecnológica Nacional (Regional Avellaneda).

Verbitsky es el más ácido de los analistas políticos argentinos, y el de mayor proyección internacional. Cuenta con una reconocida trayectoria en la historia periodística del país y desde hace un año y medio dirige El Cohete a la Luna, una página web sobre investigación periodística.

Inscripción.

A continuación, la reseña de su paso por la Universidad Jauretche (UNAJ) del Cruce Varela, cedida por el periódico La Misión.

Horacio Verbitsky vino a presentar su libro Vida de Perro, la larga entrevista que le hiciera el filósofo Diego Sztulwark, quien recogió su análisis de la política argentina desde el Golpe de 1955 hasta el ascenso de Mauricio Macrì. En la visita a la Universidad Jauretche, mencionó a tres amigos: Ernesto Villanueva, el rector; Marcelo Ciaramella, del grupo de curas en opción por los pobres, y Alberto Moya. Por eso le pedimos al colega (“sabe más de mí más que yo mismo”, ha dicho HV) su mirada sobre esta presentación.

(Por AM) “Este libro nació en Varela”, coincidieron los autores.
Sztulwark, militante de izquierda, colaboraba con un conflicto por tierras en la vecina ciudad cuando le pidió ayuda a Verbitsky (HV), presidente del organismo de derechos humanos CELS. Así nació la relación que devino en este libro.

Estas presentaciones son siempre distintas: En Santa Fe, estuvo precedida por un par de provocadores; en Salta, seguidas de un debate porque quitaron el crucifijo de la Legislatura donde habló.

Quienes cursan en la Universidad de Moreno lograron el acto más atractivo para HV; en la UNAJ, asistieron jóvenes con especial preocupación por el rol mediático en la modelación de los electorados; aunque el invitado habló más sobre la Iglesia Católica que de los medios o los grupos empresarios. En su original mirada, el Golpe del ‘55 fue eclesiástico más que castrense: El golpe militar se lo dio Pedro Aramburu a Eduardo Lonardi dos meses después, dirá. Como VdP no es un libro nostálgico, toda memoria del pasado deviene en reflexión sobre el presente. Sin que nadie se lo preguntara, criticó las bombas a la estatua de Ramón Falcon y a la “del canalla de (el juez Claudio) Bonadío”: “El desafío es la recuperación del gobierno por medios democráticos”.

Negó la asimilación de peronismo con fascismo: Mientras en Europa era funcional al capitalismo, en Argentina era combatido por la oligarquía. “Es algo que no entienden algunos intelectuales, como Juan José Sebrelli. Y yo ya no intento explicarles más nada” (risas).

Las democracias

Mientras Diego S. rescató del libro la definición de democracia como “un conjunto de explosiones populares que vienen de abajo”, HV se explayó de modo original en respuesta a un pedido de categorización de las democracias que vivió: “En el ‘83, yo debía aprender la democracia. No puedo decir que antes la hubiera conocido”, y repasó la “autoritaria” del periodo 1943-55; la “proscriptiva” de Arturo Frondizi que podría extenderse a Arturo Illia; y la “convulsionada” de 1973-76 “con una confrontación interna tremenda en el peronismo que impidió la consolidación y desembocó en el Golpe”.

En el ‘73 habíamos derrotado a la dictadura pero no estábamos muy preocupados por construir la democracia. En la transformación del país, la democracia tenía un valor relativo; pensábamos más en ecuaciones económicos sociales”, precisó. Desde el ‘83 criticó a la democracia que no es canalizadora de los planteos e intereses de quienes la votan sino facilitador de aplicación de las políticas diseñadas en los grandes centros internacionales de poder. Esto puede merecer alguna reflexión a los lectores anti K de Ranelagh, una de las zonas que más votos aportó a Cambiemos, que también dio dos vecinos a las dictaduras: Edel Daroqui, delegado de Onganía en 1967, y su secretario de Gobierno, Diego Kyle, en ese periodo y desde 1977.

LA PREVIA, en la Universidad de General Sarmiento

HV tenía muy fresco lo hablado en la 13a presentación, en la UNGS, donde el ex rector Eduardo Rinesi planteara que para su generación, la democracia empezaba con Raúl Alfonsín, pero que leyendo a HV pudo resignificar toda la etapa previa.

No es un mérito que el periodista se autoatribuya ya que reconoció a sus inspiradores: el economista Eduardo Basualdo, a quien comparó con Raúl Scalabrini Ortiz, y los trabajos de Juan Carlos Portantiero y Guillermo O’Donnell, quienes habían descripto como “empate hegemónico” a las pujas de la lucha de clases entre los golpes del ‘55 y del ‘76.

El mérito de HV, en este caso, es el del divulgador que puso al alcance de quienes no accedían a los libros la información que, a fuerza de repetición en sus notas, pasó a filtrarse a la cultura popular.

De la inspiradora charla de Rinesi también trajo la crítica a conceptos sobre los que la Academia acordaba: La autonomía de la política y la búsqueda de consensos, dos tópicos clásicos desde 1984, pero que a partir de los trabajos de HV fueron viendo como una concepción raquítica ya que no incorporaba elementos de la lucha de clases que él sí incorporaba en sus escritos.

EL DIEGO

En la siguiente presentación, la 15ª, en el Concejo Deliberante de Hurlingham, HV contó que la ex presidente Cristina Fernández se refería en broma a Diego Sztulwark como “tu amigo trosko”. El entrevistador de este libro no es K; viene a hacer un contrapunto con la generación de sus padres y una mirada a la izquierda de las últimas posturas de Verbitsky. Disiente con episodios de “los doce años”; plantea que para un gobierno “nacional y popular” nunca “las luchas de los de abajo pueden ser vistas como enemigas”, dice pensando en el crimen contra Mariano Ferreyra. Pero a la vez, destaca “la investigación popular asumida como un legado” al inscribir a HV entre los más notorios exponentes de quienes investigan para el pueblo.

Con Verbitsky, Alberto Moya, autor de esta colaboración.
Con Verbitsky, Alberto Moya, autor de esta colaboración (2011).

22 Respuestas a “VERBITSKY, EN AVELLANEDA”

  1. Esta es la nota más leída del momento. Anoche, apenas subida, tuvo casi un centenar de lecturas. Hoy, en las últimas horas, superó los tres centenares.

  2. Brillante exposición de Verbitsky, claridad de conceptos, abierto a cuaquier pregunta, recordó que Rodolfo Walsh no era peronista, venía de la alianza de Patricio Kelli, despues del golpe del 55, cuando vio lo que vio, se hizo peronista, mi papá recorrió ese camino, un recuerdo emocionado …!!!
    Gracias, Enrique Arrosagaray…!!!

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