Un portugués de 63 años, que vive en Varela, se presentó como el dueño del helicóptero que se estrelló hace una semana en Hudson.
El piloto, con 30 años de experiencia, declaró en la Comisaría 4ª que su instructor le había regalado en 2021 el Robinson Marin Modelo R22. Según dijo, despegó desde Varela a Berazategui, a visitar a unos amigos que reparan helicópteros.
Sufrió un fallo de motor, que lo obligó a maniobras de emergencia. Logró bajar en un despoblado entre el río, la calle 63 y el límite con Ensenada. Salió ileso.
Para evitar un incendio, desconectó las mangueras de combustible. Caminó una hora y media hasta la 63, donde un amigo lo recogió. Al día siguiente, informó a la Junta Nacional de Siniestros sobre el aterrizaje forzoso.
El Poder Judicial espera un informe de aviación. La Fiscalía tomará más declaraciones.
Coberturas
NO ACLAREN QUE OSCURECE…
(VeI, 31) Frente a la fuerte presión que algunos medios impusimos, apareció el presunto piloto y dueño del helicóptero. Según trascendió, se trataría de un conocido comerciante de Varela de origen portugués, Manuel Alfonzo, se lo conoce como El Ladrillero, por su supuesto comercio de construcción. Muy conocido en el ambiente policial y municipal de Varela, explicó a un medio:
«Todo ocurrió a raíz de una falla en el motor; estaba yendo a visitar a unos amigos que reparan este tipo de vehículos cuando se produjo el accidente».
La caída de la nave abrió un oleaje de suposiciones, las que frente a los dichos de Alfonzo, abren más sospechas… En primer lugar, el helicóptero cayó en un descampado, temiéndose alguna víctima fatal.
Pero el trastrillaje hecho por la Policía no permitió encontrar rastros de quien o quienes viajaban.
La ‘historia oficial’ fue que la nave «fue aterrizada». Destacaban que el helicóptero solía verse en el helipuerto de Hudson, cercano a la Coca Cola. Esto parece que fue ‘aceptado’ por la Policía. La nave no tenía identificación. Es como si se desestimara un incidente por un auto de alta gama sin patentes…
Tito Alfonzo, de 63 años, se apersonó en la comisaría, «se hizo cargo de todos los hechos».
Su declaración señala que estaba dirigiéndose al mecánico, en 51 y 119, cuyo «dueño es un amigo», para solucionar desperfectos, cuando una falla lo obligó a aterrizar de emergencia.
Según declaró ante la Policía, y pese al destrozo de la nave, «salió ileso» y se comunicó con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. «Al pisar tierra, caminó por más de una hora y media en dirección al asfalto» y se comunicó con un conocido para que lo fuese a rescatar. El helicóptero, siguiendo su testimonio, se lo regaló un instructor en 2021.
En primer lugar, su caída fue -se calcula- cerca de la calle 66, a trescientos metros de la calle 63, que posee pavimento en su extensión desde Pueblo Nuevo hasta el río, por lo que extraña que haya «caminado más de una hora y media».
En segundo término, expuso que «la máquina poseía desperfectos» y la estaba llevando a ‘Helipower’, en Hudson. Si viajaba desde Varela, ¿como apareció en medio del campo, lejos de la trayectoria de vuelo?
Tratando de descartar tremenda caída, se habría expuesto que el piloto acudió a la «autorrotación», que es provocar un vuelco invertido para amortiguar el golpe. Viendo cómo quedó la nave, y que Tito tiene 63 años ¿Cómo pudo salir ileso frente a ese desastre? Si estaba ileso y fue rescatado por gente amiga y tenía celular (que le permitió llamar a su amigo) ¿porqué tardó tantos días en hacer la exposición?
Este medio supo el día de la caída, que detrás de ello estaba Alfonzo.
¿Por qué la nave no tenía licencia? El Robinson 22 es el helicóptero usado por la Policía Bonaerense, los únicos que en general, son blancos. El dueño expuso que la nave «se la regaló un instructor suyo en 2021…».