(CIB) Pensar la educación es una tarea obligatoria y necesaria para los docentes. Las instituciones, las aulas, los docentes deben adaptarse a nuevos desafíos. Una contribución a esos debates lo constituye el libro «Pensar la escuela desde la convivialidad», de Fernando Zullo (ex inspector escolar de Berazategui) e Inés Fior (de Córdoba).
La presentación tuvo lugar en la Asociación de Estudiantes Universitarios (AdEU), donde el consejero escolar (mc) Gustavo González dio la bienvenida y resumió:
«Este libro realiza un aporte en ese sentido. Y desde la Asociación de Estudiantes Universitarios, hace 30 años venimos intentando poner en debate lo más preciado para las generaciones presentes y futuras, la educación libre, pública, laica, gratuita y de calidad»
Gustavo González
Zullo compartió el acto con su colega conectada por vía virtual desde Córdoba. Según el berazateguense:
Pensar la Escuela desde la Convivialidad, explorar una combinación de elementos presentes en las escuelas analizados a partir de una forma creativa y novedosa de entender las relaciones humanas que se dan en estos contextos. Fue pensado para directores, aunque puede ser de utilidad para docentes o para quienes se interroguen sobre la escuela por venir.
F. Zullo
Qué es
La convivialidad es un concepto desarrollado por las corrientes convivialistas que proponen una forma de concebir la sociedad y las relaciones personales. Señalan que lo convivial surge de la interacción humana, que definen y constituyen la forma de tal interacción. El encuentro con los otros, incluso en lo ocasional, pueden tener una serie de constantes.
- La convivencia interviene sobre una realidad con estrategias y acciones para generar mejores condiciones del con-vivir.
- La convivialidad impulsa un cambio en las formas de asumir las relaciones.
La convivialidad se centra en el cohabitar un espacio reconociendo al otro como igual, cuya única diferencia, en el caso de la escuela, puede darse por su rol o tarea.
Sus sostenedores proponen cuatro principios:
- Humanidad común: La única humanidad será respetada en cada persona.
- Socialidad común: La mayor riqueza de las personas son sus relaciones sociales.
- Individuación: Cada persona podrá expresar lo mejor posible su individualidad singular en marcha.
- Oposición controlada y creadora: Las individualidades pueden oponerse siempre que no pongan en peligro el marco de socialidad común.
