Néstor Rojas. Director en la Comisión Ejecutiva Nacional CTA Autónoma
Cuando en el complejo escenario de la confrontación en el que transcurre la realidad argentina; cuando la centralidad de las disputas tiene epicentro en la batalla de las ideas, es apropiado remitirnos a la gran riqueza de experiencias con aportes fundamentales de compañeros mártires que expresan o aportan desde la memoria histórica, de militancia popular y revolucionaria, como el compañero Rodolfo Walsh: “La verdad se milita”.
Cuando ganar la calle es objetivo fundamental que expresa la narrativa militante en asambleas y reuniones, re politizar el territorio se convierte en tarea esencial. No será desde ya suficiente con el voluntarismo.
Estamos frente a un experimento fascista de nuevo tipo que representa Javier Milei, situados en la periferia de los centros de Poder. En obediencia ciega de una clase dirigente inmoral y corrupta, servil a las patronales del mundo afincadas en sus metrópolis imperiales, intentan una vez más descargar todo el peso de su irreversible crisis, sobre las espaldas de los trabajadores y muy en especial de los pueblos que, con eufemismos, desde los centros de poder dieron en llamar “países en vías de desarrollo”, cuando desde hace décadas –tal fue el Plan Cóndor– ejecutan proyectos de extinción en la geografía de la Patria Grande.
Alternan entre el saqueo y el bloqueo. Pueblos que construyen sus representaciones con independencia política: bloquean con su poderío armamentista. Pueblos cuyas clases dominantes se imponen con sus mandaderos: saquean con entes financieros; FMI. Modelos extractivitas de carácter Virreinal en curso. La fiebre del oro y la plata, la del genocidio más grande y brutal de la humanidad desde los centros coloniales ayer. Metrópolis imperiales hoy. Es el frenesí de la rentabilidad a costa de la vida. Extractivismo agrario, minero y energético. En el cual el nuevo oro es el litio. Historia de cientos de años que pueden sintetizarse en: Saqueo y resistencia. La gran maestra de la historia indica que jamás lograron pueblos dóciles ni con la cruz, ni con las espadas; ni con desapariciones forzadas y centros clandestinos, en el propósito de silenciar voluntades colectivas amantes de justicia y democracia para los pueblos. “Cinco siglos resistiendo, cinco siglos de coraje, manteniendo siempre la esencia”.
Dicen los manuales de las caracterizaciones en la construcción de nuestra memoria histórica: El fascismo es el poder del propio capital financiero. Es la organización del ajuste de cuentas terrorista contra la clase obrera, los sectores populares y revolucionarios. Es necesario tener presente que no se trata hoy de un simple cambio de gobierno por otro. Vinieron por la solución final por liquidar la democracia formal. La escandalosa concentración económica es la materialidad que irradia lo siniestro del fascismo.
Vinieron a reformar de un plumazo por decreto la misma Constitución Nacional, al igual que pretendieron hacerlo en pasadas dictaduras. Liquidando de hecho toda labor parlamentaria, vaciando por vía de la corrupción un poder legislativo en el cual su mayoría votó la clausura del Congreso de la Nación donde se paran desde lo institucional. Con derechos civiles suspendidos por protocolos; desprecio absoluto por el poder legislativo al cual el Presidente llamó nido de ratas y ensobrados, no fue necesaria la sucia tarea de incendiar el Reichstag. Un Congreso que tampoco delibera ni gobierna tan siquiera para salvaguardar las formalidades constitucionales. El sabio refranero popular desde la antigüedad dice de qué modo puede estar empedrado el camino del infierno. Sin pretensión de señalar culpas personales, ya que en política son responsabilidades colectivas, el camino del infierno bien puede estar empedrado de votemos a Daniel Scioli; luego, votemos a Alberto Fernández; más tarde, votamos a Sergio Massa. Son caminos posibles para llegar al infierno.
Deberán dar cuentas quienes planifican alianzas electorales que sin dudas podrán ser actores de presentes escenarios por venir en tanto se constituyan en dóciles y serviles al experimento fascista. Hoy, estupefactos, asistimos al otorgamiento de súper poderes cedidos en el gravísimo delito de traición a la patria. La ejecución en pausa, pendiente, que soñaron las clases dominantes desde la pasada dictadura genocida con sus actas del Proceso de Reorganización Nacional en reemplazo de la Constitución Argentina, hoy está en marcha en su versión Ley Bases y DNU 70/23, redactados en estudios jurídicos y contables de banqueros, especuladores y rentistas. Sin aquella dictadura de ajustes de cuentas genocida contra el pueblo y sus organizaciones populares, no habría sido posible siquiera imaginar un proyecto neocolonial hoy en debate. No hay perspectiva social ni democracia, siquiera formal en Argentina, sin mediar la derrota de este experimento fascista. De uno y otro lado de la línea que divide opresores y oprimidos en el mundo se nos observa con atención.
Tres cuestiones trascendentes de los seis meses transcurridos de Milei.
1 – El 13 de diciembre, a tres días de gobierno, Milei ejecutó una brutal mega devaluación del 118 %. Se sabe de antemano que semejante devaluación tiene muy pocos y poderosos ganadores. Esta acción de saqueo a las mayorías populares generó ganancias fabulosas en particular a 23 grandes grupos económicos. Diez de ellos gozan de rentabilidades escandalosas, comparadas al primer trimestre 2023. En el primer trimestre de 2024 generaron utilidades con un piso del 40% y un techo del 80 %. Dinamitaron el consumo de las mayorías populares. Mientras los mandaderos del poder comunicacional taladraban que se trataba ahora de pagar la fiesta: Laboratorios Richmond (Marcelo Figueiras); Metrogas; Pampa Energía (Marcelo Mindlin); Aluar (Madanes Quintanilla); Mirgor (Nicky Caputo); Arcor (Luis Pagani); Banco Macro (Brito y Carballo); Aeropuertos 2000 (Eduardo Eurnekian); Ternium (Paolo Rocca). Los mil millonarios con ganancias que no registran antecedentes (datos del economista Alfredo Zaiat y FLACSO). Además, las rentas extraordinarias no se dan en un contexto de aumento en las ventas, sino de caída. Las alimenticias, que antes de diciembre funcionaban con un 70 % de su capacidad instalada, en el periodo de Milei bajaron al 50 %. Sin duda gastaron mucha tinta y toneladas de tiza en la remarcación.
2 – La construcción de fascismo demanda un gran aparato de propaganda con capacidad de al menos dos grandes habilidades: falsificar la realidad y construir el sujeto culpable como enemigo interno a destruir dado que su organicidad representa un gran obstáculo. Es la dictadura del pensamiento único, medio de colonización pública, que construyeron el monopolio de la palabra, las imágenes y la letra escrita en el centro de exterminio Puesto Vasco (en Don Bosco) durante la dictadura genocida. En su mesa de tortura, el grupo Clarín se quedó con Papel Prensa, así conformaron el gran aparato de agitación y propaganda fascista de la Argentina, acompañados por un pelotón de trolls funcionarios del gobierno.
3 – En la batalla de las ideas sembraron que, quien cortaba rutas y caminos luchando por derechos legítimos, coartaba la libertad de transitar. Muchos fueron inducidos a creer estas flagrantes mentiras del poder comunicacional. No pocos que se afiliaban a esta falsificación de la verdad, ya con este modelo en ejecución, es posible que estén sin empleo. Quienes mantienen su puesto de trabajo perdieron no menos del 40 % de la capacidad adquisitiva de sus ingresos. Quienes venían a coartar tu libertad no eran ni son los movimientos sociales, que ellos estigmatizan como planeros, vagos, etc. construyendo consenso desde la colonización del pensamiento para desatar salvajes represiones. Necesitaban hacer retroceder a los grandes movimientos sociales, sacarlos de la movilización de justos reclamos de derechos en las calles, porque las organizaciones populares y sociales, con su presencia en las calles garantizaban un piso de derechos para todas y todos. Un piso de derechos convertido hoy a nombre de la libertad en un verdadero abismo social que caracteriza este presente.
En la batalla contra los enemigos del pueblo, que se centra en las ideas: “la verdad se milita”, como supo decirnos Rodolfo Walsh.