ULISES CABALLERO Y UN NUEVO SALON DE EVENTOS

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El conocido periodista Ulises Caballero festejó su cumpleaños en la noche del sábado 5 al 6 de noviembre junto a colegas, políticos, sindicalistas y martilleros.

Por las inmobiliarias estuvo un ícono de los bienes raíces de Berazategui, Abraham, incondicional amigo y auspiciante de la Revista Zona que dirige Caballero, desde hace décadas. De igual modo estuvo Osvaldo Romero, otro martillero que lo acompaña sin igual. Y el presidente del Colegio de Martilleros de Quilmes, Alfredo Lavalle, y al vicepresidente del Centro de Martilleros de Berazategui, Darío Casas. También, empresarios y abogados.

Estuvieron los periodistas Alberto Moya, Jorge Leal, Mauricio Bonfigli, Gustavo Pulido y Nicolás Santomé.

Por el sindicalismo el titular del sindicato de Trabajadores Municipañes de Berazategui UOEMB Daniel Baez, acompañado por su adjunto, Carlos Ramírez. Por el sector político, el concejal de Juntos, Dante Morini.

Ulises realizó la fiesta en el salón de eventos Ruma (pronto, disponible en alquiler) y que emprende su esposa Raquel, en la ocasión se lo dió a conocer y a publicidad ubicado en la avenida 14 N° 2980, casi Vergara.

Rodeado de sus seres queridos: su esposa Raquel, su hijo, suegros y madre, Ulises se esmeró por atender en persona a cada invitado.

La fiesta comenzó con música de tipo americanos y hubo una entrada por camareras que atendía a cada grupo con bandejas en un agape con una variedad de bebidas y entradas de bocados exquisitos que incluyó unos calentitos de albondigas, jamón y queso y arrolladitos de salchichas con salsas.

Luego un sandwich de pernil llegó el turno de Raquel presentando su arte culinario en repostería con una mesa de dulces que la atendió en persona y que incluyó por lo menos cuatro variedades de artesanales: porciones individuales de tortas y la tradicional; una exclusiva cassata de merengue con crema decorada con frutillas, arandanos y kiwi. Una verdadera dulzura que devela en sí el secreto del amor de Ulises y Raquel, quien deleitó a los invitados llevándose el reconocimiento y el aplauso final, «poniendole la frutilla al postre» o lo que en política se denominaría una verdadera «tapada» del arte culinario.

El brindis final fue con champagne, palabras del cumpleañero y concluyó con promesas de un nuevo encuentro.

El arte de la repostería de Raquel

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