Sin dudas, Rodolfo González, presidente del directorio de Micro Omnibus Quilmes, es uno de los empresarios más identificados con “el blanquito”, la empresa de colectivos que acompañó a Berazategui desde la movilización para obtener la autonomía hasta nuestros días. González comenzó siendo chofer y su preocupación por aprender y crecer lo llevaron a crecer dentro de la estructura de la tradicional empresa de transporte público.
En abril de 1938 se formó la sociedad Micro Omnibus Quilmes SRL con domicilio en Pellegrini 250 de Quilmes y se le otorgó la primer concesión oficial para la explotación del servicio de transporte de pasajeros. El recorrido iba desde la estación de Bernal hasta Mitre y Dorrego, pasando por la estación de Quilmes y se prolongó hasta el Cementerio de Ezpeleta.
Para 1944, la flota contaba con 40 unidades. El recorrido se extendió a Berazategui hasta la intersección de las actuales calles 14 y 138, donde se encontraba la cristalería La Ideal. Al poco tiempo el recorrido llegó hasta la calle 134. En esta época la empresa se trasladó a Andrés Baranda 124, de Quilmes.
En 1950, con 59 unidades, se le concedió la prolongación del servicio hasta la fábrica textil Alpesa, en el Camino G. Belgrano y 20, brindaba un servicio cada dos horas. En ese año, se desdoblaron los servicios entre las estaciones Quilmes y Bernal, circulaba uno por la avenida Calchaquí y el otro por la avenida Dardo Rocha.
Al llegar 1955, además de efectuarse ampliaciones en la administración, en la playa contaba con 75 unidades; su recorrido se extendió hasta Mitre y Azul.
En 1960, se produjo la Autonomía de Berazategui y MOQSA acompañó al pueblo en su gesta. Para 1961 se logró la prolongación de los servicios hasta Dock Sud, uniendo los dos polos industriales más importantes del Sudeste del Gran Buenos Aires, Berazategui-Quilmes-Bernal con Avellaneda-Dock Sud.
Para esa creciente demanda, contaba con 100 unidades. Con gran visión de futuro y apostando al crecimiento, en 1965 la firma adquirió una fracción de terreno situada en la avenida 14 y Camino G. Belgrano, lugar donde se encuentran los talleres y la administración. En ese año se le autoriza la extensión del ramal L hasta Alpargatas, por el Camino Belgrano, pasando por Gutiérrez.
Para 1966, tenía 160 unidades. Un año más tarde, luego de arduas gestiones, lograron mediante resolución de la Secretaría de Transporte de la Nación, la prolongación de los recorridos hasta el Correo Central en la Capital Federal, para lo cual se amplía la flota a 175 unidades.
En 1971 inauguró la estación de servicio en la calle 14 y Camino Belgrano. En el ’73, comenzó la construcción de la nueva administración. El 9 de septiembre fue aprobada por el Departamento Judicial de La Plata la nueva sociedad, que a partir de ese momento se transformó en Micro Omnibus Quilmes, Sociedad Anónima, Comercial, Industrial y Financiera, razón social que la identifica hasta hoy.
En 1980, MOQSA comenzó la fabricación de sus carrocerías, demostró una vez más estar a la vanguardia del sector de autotransporte. A partir de 1982, comenzó a circular el servicio diferencial con 10 unidades por el ramal L Azul, desde la estación Berazategui hasta el Correo Central, un servicio de excelencia.
En el ’84 el Servicio Diferencial contaba con 22 unidades. La empresa se hizo cargo de la explotación de la Línea 372, Micro Omnibus General Belgrano SRL, que sumó diez unidades. En el transcurso del año ’85 la empresa adquirió el 66 por ciento del capital accionario de Expreso Ranelagh SA –líneas 300 y 584, con 49 y 22 unidades– e incorporó sus accionistas a MOQSA.
En el ’89 comenzó a circular el ramal L Roja; al mismo tiempo adquirieron ocho lotes linderos con 21.500 metros cuadrados. Durante estos años, con el fin de satisfacer la creciente demanda del servicio diferencial, se fueron incorporando unidades llegando así a 1993 con 54 unidades. En esta misma década adquirieron un galpón de 3.400 metros cuadrados y la concesión de la línea 619 comunal de Berazategui.
Un capítulo importante de la historia de MOQSA corresponde a El Nuevo Halcón. En 1998, afrontaron un complejo proceso licitatorio, la firma integró con una participación de un 10 por ciento la UTE que se hizo cargo de la quiebra de la empresa El Halcón, así nació el 9 de septiembre El Nuevo Halcón S.A. Luego de un difícil comienzo, ayudada por un contexto más favorable, ENH comenzó un complejo y lento proceso de recuperación económico y operativo que no se hubiera podido llevar adelante sin el apoyo incondicional de MOQSA y su masa societaria.
Con el nuevo milenio llegaron otros desafíos: Mayor velocidad comercial a menos costo. Por eso se decidió transformar el servicio diferencial en expreso semi rápido por autopista. Debido a su rapidez y a su accesible costo, logró gran aceptación.
A partir del 1º de febrero de 2007, MOQSA se fusionó con la empresas Micro Omnibus Ciudad de Berazategui, Línea 603, que integró a sus socios y amplió Micro Omnibus Quilmes. Para entonces, MOQSA contaba con más de 388 unidades y una dotación superior a los 1.050 empleados, era la empresa con más trabajadores en Berazategui.
Se adelantó una vez más a los hechos durante 2009, ante la escasez de monedas, realizó una fuerte inversión para reemplazar el sistema prepago de tarjetas magnéticas por uno de tarjetas sin contacto, el cual tuvo una aceptación rotunda por parte de los usuarios hasta la llegada de la tarjeta SUBE. La administración de MOQSA está a cargo de un directorio, compuesto por siete titulares y tres suplentes, con su presidente Rodolfo González.
Con el fin de preservar la vida social de sus 300 accionistas, la empresa cuenta con salones de usos múltiples. El sector de carrocería tiene cuatro cabinas de preparado y pintado con un sistema de filtración de polvo y pintura con los estándares ideales para el trabajador y el ambiente. El sector de mecánica realiza un trabajo de inspección periódica de las unidades y el mantenimiento preventivo. Estos y otros aspectos hacen de MOQSA una empresa líder que logró perdurar y crecer gracias a una aceitada organización y austera administración de sus recursos.