El periodista que surgiera de Sarandí (escribía en Diario Popular) tendrá su destino final en el conurbano sur, al que siempre estuvo relacionado. Venía a comer a la ribera de Quilmes, de donde era su esposa Sara Stewart Brown; dio charlas en el distrito y difundió muchas noticias de esta zona. Sus restos serán traídos al cementerio privado Campanario Jardín de Paz, sobre Ruta 2, entre Varela y Berazategui.
Hacia junio de 1994, vino a dar una charla en una librería de Quilmes como parte de un ciclo que conducía el vecino Claudio Martínez, quien luego sería su productor televisivo. Allí charlamos acerca del periodismo local y discutimos las dificultades de control sobre los barones del conurbano. Me respondió que lo difícil no era imposible y que, a ellos, en Página/12, les habían tirado hasta bombas en la puerta. Yo lo sabía, porque colaboraba ahí con notas desde 1991, pero con esa charla inspiró mi primer libro, aunque editado en papel prensa: Leña, La historia negra de Berazategui (mayo de 1995).
Durante aquella etapa menemista de entrega de recursos nacionales, Lanata era el más vocinglero de quienes necesitábamos hacernos oír contra la corrupción. Venía de capitalizar la oposición a los carapintadas desde que había sido puesto a dirigir el diario, creado sobre cuatro pilares: democracia, antimonopolios, ecología y derechos humanos. Logró ese sitial gracias a un gran equipo encabezado por Horacio Verbitsky, de quien terminaron muy distanciados por su distinta comprensión de la relación entre periodismo-gobierno-corporaciones.
Hasta tanto el país soportó el modelo económico que estallaría luego del fin de siglo, Lanata nos ayudó a amplificar las denuncias sobre la corrupción en el conurbano.
En los ‘90, Página/12 difundió una serie de notas de Eduardo Videla –en las que aporté– acerca de los hospitales administrados por JJ Mussi a partir de su asunción el 12 de abril de 1994. Y dio mucho espacio a la denuncia contra el varelense Julio Carpinetti, por los desmanejos del Fondo del Conurbano que, entre otras cosas, incluyó la muerte de la nena Ribeyrol, de Berazategui, durante un viaje propiciado por un Programa provincial.
Luego, en su revista Veintitrés, publicaron mi colaboración sobre la golpiza a Ulises Caballero (Art.14) cuando apalearon a los vecinos que reclamaban en el Deliberante de Berazategui contra la privatización del cobro de tasas (agosto de 2000).
En Quilmes, expuso con una cámara oculta al también periodista Claudio Gentiluomo (ex PI), en su rol de secretario del Deliberante (1999-2001), mientras se destapaba el escándalo de la concejal comunista Elsa Laborde, acusada de inscribir empleados a quienes les robaba los sueldos, a la vez que se construía una casa rumbo a la costa que también fue exhibida por Lanata con un relato televisivo en off.
En Canal 26, donde conducía una tira nocturna, el 2 de septiembre de 2009, le preguntó al candidato a diputado del PRO peronismo disidente por una exclusiva de Roberto Carrigall:
–¿Usted sabe quién es Sergio Villordo? ¡Mató a una persona y la metió en un freezer!
–Le reitero, lo desautoricé hace siete semanas en Quilmes –minimizó Francisco De Narváez.
A la noche siguiente, leyó comentarios de quilmeños e informó que Roberto Gaudio y Karina García eran candidatos villordistas.
“Si hubiese sabido esto anoche, se lo decía y se hubiese puesto más colorado (…) Lo único que falta es que Villordo vuelva a ser intendente”.
Lanata
Veía a Villordo como ex chofer de Aníbal Fernández, de quien venía publicando denuncias desde la década del ‘90 cuando difundimos que estaba prófugo del Poder Judicial. Siguió teniéndolo en la mira hasta cumplir un rol fundamental en vincularlo con el triple crimen de General Rodríguez, cosa que era falsa. Aun así, convenció a mucha gente de que su heroísmo periodístico contribuía a acabar con una mafia, aunque eso significara favorecer a Eugenia Vidal, la candidata macrista competidora del quilmeño.
Con el tiempo, redujo su tratamiento de la política para dedicarse a temas más populares, como pelearse con Flor de la V o discutir temas de espectáculos. En paralelo, trascendía que tenía un departamento de 2,6 millones de dólares en Estados Unidos (2015/17). Atrás quedaban los años en que cortábamos la Av. Belgrano por falta de pagos en Página, o la aventura igual de impaga del diario Crítica, al que habíamos ido con Daniel Sueldo a hablar con Guillermo Alfieri para ofrecer un suplemento del conurbano en pos de ayudarle a ampliar mercados.
Una vez que pasó a trabajar para la corporación mediática más grande de habla hispana, le sobraba plata y se interesó por comprar arte, pero como no sabía, fue estafado más de una vez: se descargó por TV despotricando contra un profesor de la EMBA, por lo que se granjeó el repudio de la Escuela quilmeña:
Igual, contábamos con él para seguir colando denuncias contra los barones, como cuando sacaba al aire a Mónica Frade (ARI-CC) o a Marcos Biondo (h) para difundir la denuncia contra la alcaidía en Plátanos. Para eso servía, a veces, su espacio central en Radio Mitre:
Por esos micrófonos, su columnista Gabriel Levinas habló de mí varias veces para usarme en sus peleas contra Verbitsky, con quien trabajo desde hace años. Esa disputa –de la que hablaré en otra nota– nació con el proceso kirchnerista, que dividió a la organización Periodistas (2004).
En esa interna, quedé del lado de Verbitsky, quien ha sufrido muchos más ataques y presiones; una de las de mayor relevancia internacional siguió a la entronización de Jorge Bergoglio como Papa, de lo que escribí en Página/12. Lanata criticó mi trabajo y respondí con puntualizaciones en el bisemanario Perfil (2013).
Lanata me incluyó en sus diatribas por Radio Mitre, reproducidas en Clarín e inmortalizadas por fin en un volumen titulado “56”, por la edad que tenía cuando se enteró de que era adoptado. Le contesté que yo también, pero que eso no me autorizaba a nada.
En su libro, Lanata resume el argumento de otra de mis notas en Página/12, donde probé –archivo en mano– que los logros que se atribuía habían sido de Verbitsky. Pudo haber abusado de su enorme poder mediático en mi contra; sin embargo, más allá de su tono habitual, contraargumentó que tal vez no era como decía yo ni como decía él y propuso una postura intermedia.
Nunca olvidé ese gesto; mucho menos ahora, que varios colegas con los que coincido en lo ideológico quieren descargar sobre el fallecido todas las facturas por las operaciones anti K que lo tuvieron como el más destacado de sus propagandistas.
Rebotes
Esta nota fue levantada por:
Jorge Lanata y su vínculo con la región – La Matriz Noticias
Honor a Jorge Lanata. No se puede ser periodista sin haber comprendido su grandeza.
Se murió un periodista polémico. El mismo que días antes de una elección hizo un informe acusando a Aníbal Fernández de ser el responsable del triple crimen de General Rodríguez, Vidal todavía le agradece. No hace falta contar en este grupo, repleto de periodistas, que aquel informe fue un error, muy parecido a una operación.
El q atacó la inmoralidad menemista durante el menemismo
Respeto mucho a los que piden honores para Lanata y hablan del mejor periodista de todos los tiempos… Pero no coincido.
Ojalá Verbitsky esté inspirado. La dupla q hicieron en día D es histórica.
Merece q Página12 este a la altura de las circunstancias en la edición de papel de mañana
Murió un periodista con tantas contradicciones, como talento!
No creo que haya en P/12 periodistas que crean que tienen que rendirle honores.
Si dirigis un diario a uno q llamas si o si hoy es a Verbitsky
No pasará. Y el Cohete ya entró en vacaciones.
Una pena. Nos lo perdemos todos los potenciales lectores.
excelente nota alberto, solo dejame discrepar en algo, es imposible fijar un paralelismo entre Lanata y Vertvisky las unicas bombas que tiro lanata fueron periodisticas, la nota excelente y recuerdo 23 y leña muy buena
Esa mentira de las bombas es otra de las que reprodujo Lanata. HV no puso ninguna. Ahora está de moda criticar a los luchadores populares, como si fueran mejores los de derecha que ganaron (los sindicalistas de Lorenzo Miguel, los empresarios de Bunge y Born, los policías y militares violadores de adolescentes o los políticos sobrevivientes que llevaron al estallido social de 2001).
Muy buena nota Alberto. Un ser aborrecido prácticamente por toda la sociedad, tirando y vomitando mugre para lograr su cometido de crear y fomentar una grieta qué hoy nos dio sus frutos con un gobierno de ultraderecha en el poder, y el sufrimiento del pueblo. Abrazo Albert querido!!
Es tan importante denunciar la corrupción . No soy muy instruida en estos temas Pero para tener tantos bienes de tantos millones no Fue basado en su trabajo periodístico . Por ejemplo vos Alberto la seguís luchando y con muchas adversidades económica .
No me gusta LANATA . Y espero que no se hable más de él . Lo importante pasa en el tren con los trabajadores Cada vez más desempleos etc y este tipo colaboró para los que gobiernan Hoy . Cariños
Coincido.
Alberto… una nota con mucha información, pero me parece que se desluce cuando se nota mucho un encono personal. Con respecto a Lanata, me parece que como pasa con Maradona, por ejemplo y sin compararlos, hay muchos Lanatas. Tu nota es buena, pero estoy más cerca de las líneas que escribió Sietecase desde Jujuy. Creo que fue un personaje contradictorio y por eso hay miradas sobre él, también contradictorias. Es una mirada. Habrá otras. Un abrazo. Y Feliz Año Nuevo.
Lanata fue un PERIODISTA. Eso es lo que molesta a los periodistas militantes, a los ensobrados de Mussi, a los que censuran al vecino para tapar la mugre. Ojalá hubiera, aunque sea, un PERIODISTA en Berazategui. La envidia los corroe.
Desde que hablé con Lanata, como relaté en la nota, me esmeré por ser aquel Periodista. ¿Leíste mi libro? https://www.facebook.com/librodealbertomoya/
Gracias por la referencia a mi persona como periodista cuando abordaste en la nota el «Caso Freezer» que involucró al ex intendente de Quilmes, Sergio Villordo.
Sin dudas fue una de las notas publicada en su momento, que más repercusión a nivel nacional tuvo.
Gran abrazo y a seguir informando.
Roberto Carrigall
No mencioné que Javier Martínez (Manal) me pasó su disco para que se lo acercara a Lanata para usar de cortina su canción Basta de Boludos. Jorge ya había elegido a los Superratones, con Cómo estamos hoy, eh.
Cuando hizo su portal data 54, le hice casillas de correo ahí a varios colegas locales.
Otra: Cuando se tensó la relación entre periodistas, Perfil me mostró en Plaza de Mayo participando de un escrache a los que consideraba vendidos. No tengo el ejemplar a mano. Ya iré a buscarlo. Me enteré por Ruben Britez, del Centro de estudiantes de la Media 5 de ezpeleta (1987), que lo compartió en las redes.
La colección de sus revistas la tiene el Círculo de la Prensa en la Biblioteca de ADeU.