En el último fin de semana volvió a producirse un importante incendio en la Reserva de Punta Lara que, nadie descarta, ha sido intencional. Como es conocido Punta Lara, con una superficie de 6000 hectáreas, es la zona núcleo de la Reserva de Biósfera Parque Pereyra.
Durante dos días, el fuego fue combatido por bomberos, guardaparques y voluntarios que como es habitual debieron actuar con medios insuficientes e incluso inadecuados para esa actividad en una reserva de biósfera. Las autoridades municipales deberán explicar porqué enviaron maquinaria pesada a una zona de humedales.
En esta oportunidad, a pocos días de las elecciones, se hicieron presente autoridades municipales y del Ministerio de Ambiente sólo para intentar dejar un mensaje de que “están preocupados” por el futuro de la Reserva. Suena más a oportunismo electoral que a preocupación ambiental.
Como era de esperar, la presencia de integrantes de la Asamblea de la Reserva Pereyra Iraola no les causó ningún agrado y por eso de inmediato la alejaron del lugar.
Son estas mismas autoridades las que no hacen nada cotidiano y que no toman medidas que aseguren que el lugar no pierda la categoría internacional de Reserva de Biósfera. Por el contrario, el intendente de Ensenada está bregando por la apertura y repavimentación de la ex ruta 19, que solo necesita un mejorado del camino existente; el mismo que realizó una ruta costera en Punta Lara que avanzó sobre territorio perteneciente a la Reserva y la afecta de manera permanente.
Es el segundo incendio del año en Punta Lara y al que se suma el ocurrido en febrero en la costa de Hudson, en un bosque que debería ser declarado zona de amortiguación como reclama la UNESCO.
Siempre queda flotando el riesgo de un negocio inmobiliario.
- LA REALIDAD RECLAMA LA ORGANIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN POPULAR PARA DEFENDER LA RESERVA.
- EL FUTURO ES HOY. MAÑANA ES TARDE.