Tras el inicio de una investigación sobre narcomenudeo en Varela fue desafectado de su cargo el jefe de estación Ramón Rodríguez y fueron detenidos miembros de la fuerza.
Rodríguez había llegado como Jefe Distrital a Varela en julio de 2019 procedente de Berazategui.
Quienes lo conocen en la fuerza sostienen “que es una anguila, nunca queda pegado”. Otra de sus características es su estilo de no confrontar con el poder político lo cual lo transformó en un jefe confiable para el municipio.
El 20 de abril del 2020, con los cambios organizativos en la policía, Rodríguez ocupó el cargo de Jefe de Estación y logró retener bajo su órbita al Comando de Patrullas designando al ex comisario de la 2a, Rizzo, quien posee un polémico desempeño en la jurisdicción, y a Barrientos como Jefe de la Policía Local.
Rodríguez, siempre pragmático, con mucha capacidad para adaptarse a las circunstancias, pronto entendió que el poder pasaba por el todopoderoso comisario mayor Villar y se alineó con él salteando a su jefe inmediato, el titular de la Departamental Quilmes.
En su gestión, Ramón demostró creatividad ante el creciente comercio de drogas que de modo llamativo se desplazó a las periferias pobres y ahí nació su mayor creación que fue “la banda de los paisas”, fachada detrás de la que no existía una banda sino una diversidad de pequeños grupos dedicados al narcomenudeo, la mayoría de ellos argentinos o paraguayos y algún grupo peruano.
Rodríguez convenció al poder político de la existencia de la banda, algunos medios multiplicaron la versión y, ante muertes violentas o tiroteos, gran parte de la población repetía la historia afirmando “fue la banda de los paisas”.
También armó un sistema donde llegaban a titulares de las comisarías, en general subcomisarios, en lugar de comisarios. En muchos casos no podían designar sus jefes de calles o segundos en la dependencia los cuales eran asignados por Rodríguez entre hombres de su confianza.
Otra de sus intervenciones fue la reubicación de dos miembros de la fuerza: Ojeda y González.
- Pablo Ojeda había sido parte de varios servicios de calle y, hace unos años, había partido para Grand Bourg debido a ruidos diversos.
- Nahuel González, miembro de la Brigada de Drogas y viejo amigo del primero había partido hacia San Martín.
Con la llegada de Rodríguez a la Jefatura de Estación, Ojeda regresó a la Comisaría 6a de Ingeniero Allan; luego lo ubicó como segundo de Mauricio Elichalt en la Comisaría 2a; cuando éste fue asignado en la Comisaría 1a, Ojeda también acompañó la designación.
Días antes de la balacera en el procedimiento de Pico de Oro ocurrida hace un mes, Rodríguez aceptó que regresara al distrito Nahuel González y lo ubicó en la Comisaría 1a, donde se reencuentra con su amigo Ojeda.
Esa balacera contra el personal de la Comisaría 1a por parte de miembros de una banda del narcomenudeo mostró por primera vez a Rodríguez cometiendo errores al desconocer que había una investigación en marcha.
Por esos días, Ramón decía en off a algunos medios periodísticos que había un buchón que entregó el procedimiento de Pico de Oro, descargó su responsabilidad en el titular de la Comisaría 1a, Elichalt.
En paralelo y a pedido de su jefe, el comisario mayor Villar trasladó al subcomisario Ojeda y al oficial González, que lejos de ser investigados fueron guardados en Lanús y Avellaneda.
Rodríguez desconocía que el sistema de recaudación de la fuerza estaba bajo la lupa del titular de la Fiscalía 1 Dr. Darío Provisionato y el titular de la Ayudantía de Drogas, Dr. Leonardo Valli, debido a una investigación iniciada con la detención de una vendedora de drogas del barrio el Triángulo de Don José por cuyo teléfono se detectó que pagaba sumas de dinero a esos policías.
Hoy, Rodríguez fue desafectado de su cargo y funciones, González está detenido por ser quien cobraba la venta de drogas y Ojeda tiene pedido de detención, pero se enteró antes de ser detenido y presentó su eximición de prisión que rechazó el titular del Juzgado de Garantías 6, Dr. Diego Agüero, lo que deberá resolver la Cámara Penal.
Rodríguez fue apartado, pero deja la periferia de la ciudad plagada de drogas, muertes y aumento de las violencias; el sistema político guardó silencio y eso no fue gratis para nuestra población.
COBRAR LA VENTA DE DROGAS NO FUE GRATIS
(ALB) La zona norte de Varela desde hace más de una década vive la violencia del narcomenudeo de modo sistemático, con picos de violencia como el que se vivió el 10 de diciembre del 2011 cuando fue asesinado Carlos Gabriel “el pelado” Fretes.
Los autores de este homicidio fueron el Viejo Mena referente político del oficialismo, Presidente de la Asociación Civil Vecinos Unidos y socio político del ex concejal y funcionario pereyrista Jorge Roldán. El otro autor, Santiago Montt, trabajaba en causas de drogas para la DDI de Esteban Echeverría, ambos fueron condenados a perpetua.
En los últimos años los barrios Agustín Ramírez, Triángulo de Don José, Las Vías, 3 de mayo, Caacupe, Don José y San Cayetano se vieron invadidos de vendedores de drogas y cada tanto caían presos perejiles para la estadística.
La caída de una conocida vendedora del Barrio Triángulo Don José, que tenía diferentes puntos de ventas y soldaditos, permitió destapar la caja de Pandora de las detenciones de estos días.
El Titular de la Comisaría Segunda, Mauricio Elichalt, detuvo a esta mujer por segunda vez, y en esta oportunidad los celulares no se perdieron sino que llegaron al Titular de la Fiscalía 1era, el Doctor Dario Provisionatto y al jefe de la Ayudantía de Drogas de la misma fiscalía, Leonardo Valli. Así se inició una investigación que demostró que había policías que protegían a vendedores de drogas. El acceso a los mensajes del celular de esta mujer de nombre P. A. ( solo ponemos iniciales ) que se encuentra detenida, demostró que existía un sistema de cobros para permitir la venta y combatir a los competidores.
El Fiscal Darío Provisionatto solicitó al Titular del juzgado de Garantías N ° 6, Diego Agüero, la detención de los policías implicados; quien le dió curso en el marco de la IPP 000104 por Tenencia de Estupefacientes con fines de comercialización agravada por la intervención de tres o más personas agravada por su condición de funcionario público encargado de la persecución de los delitos en concurso ideal con cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público. O sea, queda claro que este grupo de policías liberaba estos barrios para la venta de drogas y cobraban sumas de dinero por ello.
Tres de los detenidos Ricardo Exequiel Hintz , Claudio Héctor Hintz y Diego Maximiliano Leiva pertenecen a la Coordinación Departamental de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas de Quilmes y eran parte del grupo que operaba en la zona norte de la ciudad en los barrios antes mencionados.
Otro de los policías implicados en la venta de drogas, Nahuel Juan Jorge González, que había sido parte de la misma dependencia fue trasladado a San Martín donde seguía cobrando dinero a vendedores de drogas, además de vincular a los vendedores con el grupo de policías detenido y, adelantarle a la vendedora P.A. que ya estaba por volver a su zona. Efectivamente, Gonzalez volvió a la zona autorizado por el relevado Jefe de Estación Ramón Rodríguez, para colocarlo junto a su amigo Pablo Ojeda. Días después de la balacera al personal policial en el Barrio Pico de Oro fue trasladado a Avellaneda y hoy está detenido.
Por último, Pablo Ojeda, segundo jefe de la Comisaría primera quien estuviera un par de años en Boulogne y volviera a la Comisaría Sexta de Ingeniero Allan de la mano de Ramón Rodríguez para luego ser segundo jefe de comisaría 2nda y finalmente de la 1era, se enteró de la detención de Rodríguez y, llamativamente, presentó un pedido de eximición de prisión ante el juez de Garantías Diego Agüero quien lo rechazó y ahora la Cámara Penal de Quilmes debe resolver si queda detenido.
Queda demostrado en esta investigación como el personal policial encubre y cobra a los vendedores de drogas algo que nuestro pueblo intuye pero hasta el momento, no había pruebas judiciales que lo demuestren.
Estás detenciones son un hecho importante que se suma a las numerosas detenciones por venta de drogas en los últimos meses en la misma región.
Al final la ”banda de los paisas” inventada por el Jefe de Estación Ramón Rodríguez era la banda de los polis y él conocía perfectamente a varios de sus integrantes.
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Son todos narcos, todos narcos, cantaba Bersuit.