CRITICAN EL AVANCE DEL EX PUERTO TRINIDAD

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El Juzgado Federal 1 de este Departamento, en lo Contencioso Administrativo, a cargo del juez Hugo Guarnieri, terminó de convalidar el primer ecocidio de Berazategui, el de Puerto Trinidad, a la vera de la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de la estación de Plátanos, cuando fauna, flora, bosque nativo, humedales y costa rioplatense quedaron sepultados por los negocios inmobiliarios, allá por 1997: integrantes del Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, a Salud y el Ambiente tiene fotos del movimiento de suelos en Puerto Trinidad, que enterró parte del bosque nativo y humedales con más de cuatro metros de tierra, tosca, arena; todo la flora y fauna de esa franja quedó sepultada: de ahí lo de Ecocidio.

Ahora, con nuevo nombre y dueños, el emprendimiento Trinidad se transformó en Puerto Bellini, nombre de fantasía, Nuevas Marinas de Hudson, que ya comenzaron con movimientos de suelos y deforestación de bosques protegidos por ley, como denunciara el Foro en febrero de 2021, ante la Municipalidad y el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable, autoridad ambiental). Frente a la inacción de estos estamentos del Estado, se lo denunció ante el Poder Judicial.

Los flamantes propietarios confesaron -a través de la Evaluación de Impacto Ambiental realizada por Ambiente y Territorio S.A., presentado en diciembre de 2020, que figura en el expediente judicial- que continuarán con el movimiento de suelos que superaría el millón de metros cúbicos de relleno. Además, tienen proyectado construir viviendas sobre bosques, protegidos por ley  (zona amarilla o de “amortiguación”). Pero al juez eso no le importa: en referencia al ecocidio del ‘97 aseguró en su fallo lo mismo que la empresa:

“El daño mayor ya se hizo”.

juez Guarnieri

La inspección de la OPDS de abril  de este año, es para hacer un cuadrito: reconocen deforestación en zona protegida, pero no pasa nada… lamentable defensa del medio.

Del análisis de la documentación aportada al Poder Judicial por Nuevas Marinas de Hudson se modificarán el curso del arroyo Grande y allí tirarán los residuos cloacales generados en el barrio de elite. De la planta de tratamiento de esos residuos cloacales mejor ni hablar: aseguran que deben “tratarla antes de arrojarla al río”, pero no aparece en ningún plano de ejecución, ni en imagen satelital su ubicación en el predio. Pero eso, para el juez Guarnieri, tampoco es importante: él protege la “industria lícita”… ¿la Dirección de Ordenamiento Urbano y Territorial Provincial registró el flamante emprendimiento o continúa flojito de papeles?

Los poderes públicos políticos y judiciales no protegen los bosques y humedales de Hudson y así, al calor de la inversión inmobiliaria, los espacios naturales desaparecen en forma lenta e inexorable y, con ello, la biodiversidad, en lo que es el relicto de selva marginal más austral del mundo. Al parecer, a la depredación ambiental no la para ni la pandemia.


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