KUNZ, PROTEGIDO POR EL MUSSISMO Y UNA PATOTA

Gabriel Kunz asistió rodeado por tres guardaespaldas a la sesión de este jueves 26, que se desarrolla en estos momentos.

El concejal que no devolvió siete vehículos, alguno de los cuales fue puesto a la venta mientras lo tenía a su resguardo, sigue aferrado a su banca.

Su suerte depende de tres actores inmediatos: sus denunciantes, sus pares de la oposición y el mussismo que tiene mayoría en el Concejo Deliberante.

Las personas damnificadas están en el patio del Concejo; la concejal radical presidente de bloque pidió que se lo aparte; sólo el mussismo ha guardado silencio cómplice hasta ahora.

Además, el presidente del Cuerpo, Gustavo Roesler, prohibió el ingreso de un periodista al primer piso, donde están los despachos de los ediles. Los medios que no asisten a las sesiones, en prevención de contagios, lo tomaron como una prohibición es para todos.

Muy lejos en tiempo quedará la decisión del Poder Judicial, siempre lento.

De eso se aferran en el oficialismo local, donde dicen que “hasta que no haya sentencia firme”, no podemos quitarle la banca.

De modo que sería más fácil echar al intendente luego de una interpelación, que suspender a un edil que se hizo pasar por policía (según consta en una grabación) para justificar la desaparición de siete vehículos que contrató en alquiler para operaciones laborales que nunca demostró.

No es raro que el mussismo proteja a su ex empleado. Kunz trabajó como docente deportivo para la Municipalidad. JJ Mussi le salió de garante de créditos y lo visitaba en su casa particular durante la campaña en la que se suponía que estaban enfrentados.

Es muy común la práctica de JJ Mussi de financiar las campañas electorales de sus adversarios (sobre todo, en las internas) para garantizarse no tener una oposición seria en el Concejo Deliberante.

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