LA CASA DE JULIETA LANTERI Y SU FANTASMA

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«La Chaqueña» (Villa Edelmira), la última casa donde viviera «la Lanteri», monumento histórico de Berazategui, donde funcionaba una panadería y confitería que preserva con riguroso afecto ese rincón cargado de historia, como su lema: «Un pan con historia… un lugar con historia a Julieta Lanteri».

Los nuevos administradores lo transformaron en un lugar para comer, aunque con un terreno más chico porque se subdividió para otros propósitos.

Hay leyendas y mitos urbanos que fueron pasando de generación en generación. Uno de ellos fue la historia del «Fantasma de Julieta Lanteri», la impulsora del voto femenino. Su muerte traumática alimentó la leyenda sobre un fantasma que merodeaba la panadería «La Chaqueña», sobre avenida Mitre, lo que nunca fue comprobado.

Julieta Lanteri vestida de blanco, murió tras ser embestida el 23 de febrero de 1932, a las tres de la tarde, en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha por un auto que se subió a la vereda. El chofer era integrante de la Legión Cívica Argentina, organización abocada a la persecución de socialistas, comunistas, anarquistas, judíos y feministas.

Luego de dos días de agonía, murió el 25 de febrero de 1932.

Por eso, cuando la gente dice haber visto una señora de blanco en la casona dicen que es su fantasma y otros dicen que es una señora asesinada por uno de sus posteriores dueños.

La panadería

La propiedad sobre Av. Mitre entre 23 y 24, bastante vencida ante el inexorable paso de los años, fue alguna vez, la vivienda de esta mujer con gran protagonismo en la historia de inicios del siglo XX, fue una de las primeras mujeres médicas del país, y la primera italiana recibida de doctora en la Argentina.

La primera votante

En un mundo donde la mujer no tenía derecho al voto, en julio de 1911 después de haber logrado la ciudadanía argentina, se presentó en la dependencia municipal para que su nombre fuera inscripto en el padrón electoral y ante la mirada atónita de la larga cola de varones que hacían cola para votar aquel 23 de noviembre de 1911, logró emitir su voto. De este modo, Julieta Lanteri logró votar en Buenos Aires cuarenta años antes que el resto de las mujeres argentinas.

Más adelante, en las elecciones legislativas de 1920, se presentaría como candidata a diputada. Su labor superó las dificultades y la incomprensión de una época todavía no preparada para aceptar otro rol de la mujer que no sea el de madre y ama de casa.

Nunca olvidó su barrio, Berazategui, donde familias de antaño atestiguan que pese a su intensa actividad, no dejó de atender a cuanto vecino o paciente lo necesitara.

En 1999 el Correo Argentino emitió una estampilla en su memoria.