“La historia se repite dos veces: una, como tragedia; otra, como farsa. Bien, la farsa puede ser mas terrorífica que la tragedia original”.
Por Néstor Rojas
A nombre de la “Revolución Libertadora”, supuestos señores decentes ordenaron bombardear a un pueblo que se congregó en paz sobre la Plaza de Mayo en defensa del sentido democrático de la Nación y de la Patria.
Fuerzas Armadas constituidas ilegítimamente en tropa mercenaria de ocupación masacraron a cientos de mujeres y hombres de nuestro pueblo en una jornada de bombas, sangre y muertes; contra quienes cometieron el supuesto delito de reclamar por la continuidad de un gobierno democrático: Estos crímenes de lesa humanidad fueron ejecutados el 16 de junio de 1955. Crímenes que se multiplicaron durante años, sobre todo en persecuciones a dirigentes obreros, en proscribir voluntades políticas de las mayorías; en encarcelamientos; en despidos; en fusilar en el basural de madrugada.
Los supuestos “señores decentes” ordenaron a sus lenguaraces estigmatizar y deshumanizar, como “cabecita negra”, o como “grasa”, a la clase trabajadora. Organizarse, peticionar y movilizarse por legítimos derechos fue considerado delito. También prohibieron la sindicalización que decretaron como delito grave. Al presidente electo, se lo intentó asesinar; se lo denigró luego bajo el título de “tirano depuesto”. Del mismo modo restringieron y prohibieron so pena de cárcel todo tipo de reunión, de expresión publica y palabras como Perón o peronismo.
Este relato breve, conciso y cien por ciento veraz, bien puede ser necesario para pensar, definir y caracterizar nuestro presente. Identificando a las elites del poder hegemónico que hoy como ayer tienen el objetivo de exterminar el sentir y la voluntad popular, liquidando toda expresión organizada: Esto ya sucedió en nuestra historia, la resistencia popular no pudo ser silenciada, la victoria de la consigna “Luche y vuelve”, con la Patria Socialista en los años ’70 constata aquella afirmación de que el pueblo siempre vuelve.
Así, las clases dominantes acumularon poder y construyeron sus riquezas con la sangre derramada y con el hambre de nuestro pueblo, en distintos momentos de la historia.
Hoy se ejecuta desde los mismos intereses criminales y mezquinos, un proyecto igual. Son los mismos de siempre que consideran enemigo toda expresión del pensamiento colectivo, de justicia social, de cultura popular. Bajo el “viva la libertad, carajo”, pretenden instalar desde protocolos y paquetazos, el reinado del miedo con hambre, palos y balas contra las mayorías populares.
Desde las calles, ante la salvaje represión que los totalitarios ejecutan, se les dice con valentía y patriotismo: LA PATRIA NO SE VENDE.
* Director de Organización. Comisión Ejecutiva Nacional de la CTA Autónoma.
Coincido plenamente. Muy buena nota.
Mediante un fino trabajo de lavado de cerebro de las masas realizado por los medios de comunicación serviles a las corporaciones y al imperio, lograron convencer al pueblo que los peronistas son un conjunto de ladrones y vagos sostenidos por un gobierno a cambio del voto. Tenemos que volver a la calle a recuperar la confianza de los votantes y no dejar avasallar nuestros derechos e intentar captar a las personas que están completamente despolitizafas.
Excelente nota.
Contundente y preciso relato de historia.
Repudio la violencia ejercida desde el estado y comparto la idea de que «la patria no se vende».
Totalmente actual coincidiendo en lo expuesto compañero. Coincido. No podemos permitir este avasallamiento, después de haber tenido tantas conquistas sociales, políticas y culturales. El pueblo resiste, el pueblo lucha, lo hemos visto, lo hemos vivido y seguiremos luchando.
Así se habla.