La publicación de Principios y Valores.
Un medio partidario sale al encuentro de la sociedad. Se trata de Bastón de Mariscal, con la dirección de Guillermo Moreno. El ex Secretario de Comercio Interior rinde homenaje desde su portada a Ana María Edwin, directora del Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) entre 2007-2014, fallecida el 30 de septiembre de 2019.
En aquel momento, Moreno la definió como «una fiel custodia de las estadísticas públicas; vilipendiada por el régimen, como siempre acontece con nuestras mejores militantes«, según escribió al anoticiar del fallecimiento. Edwin fue una de las que cambió el Indice de Precios al Consumidor, por lo que fue denunciada, al igual que Moreno, hasta que el juez federal Rodolfo Canicoba Corral los sobreseyó por falta de méritos.
La nota elegida para la apertura está dedicada al Papa Francisco. La que sigue es la del candidato, en la que se refiere a temas de actualidad como retenciones y alquileres, publicada en BAE Negocios.
El berazateguense Horacio Valdez pone su firma a «No hay que avergonzarse de ser peronista; no hay que avergonzarse de ser pueblo«, una alocución brindada desde un acto en Lanús.
Las demás notas versan sobre Energía eléctrica (por Pimpi Colombo); El voto femenino (Liliana Cascales); Semblanza revisionistas (Víctor Tapia); Sistema judicial (Eduardo Magnani); Historia (Beatriz Gersehegushian); notas de opinión de Andrea Natalia Melo y otra de Juan F. Rodríguez (El pase sanitario); de Derecho Laboral (Carlos Ernesto Gómez) y de Psicología (Gisela Courtois).
Hay una sección de Astrología (por Marta Cascales y Roberto Langella) y saludaron el cumpleaños de Isabelita, la ex mandataria María Estela Martínez viuda de Perón.
La mayor temática es el Peronismo, sobre el que escriben Santiago Giraudo; Claudio Galo y Diego Martín Cantaluppi. Se nota la inspiración de los autores en la figura de Moreno; algo que se acompaña en la estética del medio, con dibujos de columnas, volutas y viñetas de San Martón, Rosas, Perón y Evita.
Las notas son complementadas con los dibujos de Bruno Scalica, desde Tucumán, y Agustín Isart, de Buenos Aires.
La diagramación trasunta el recuerdo de la tiza y el carbón como elementos de comunicación mínimos en tiempos de epopeyas de resistencia: un lugar con el que parecen sentirse identificados.
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