EL NACIDO CON 800 GRAMOS, TRAS 16 CIRUGIAS

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(Sobre una exclusiva de Walter Leguizamón, en El Quilmeño)

La historia de Indio García es un ejemplo de superación y lucha. Tras nacer con tan sólo 800 gramos de peso y de someterse a 16 operaciones de alto riesgo, este bebé berazateguense celebró su año de vida, rodeado de familiares, amigos y médicos y enfermeras que posibilitaron salvarlo de la muerte.

El caso de Indio –los padres son fanáticos del cantante Carlos Indio Solari, ex líder de los Redonditos de Ricota– trascendió el 17 de enero cuando, luego de cinco meses internado, logró recibir el alta justo en el cumpleaños número 70 del ídolo. Durante la celebración no faltaron sus canciones.

Milagro, luchador y héroe fueron las palabras más pronunciadas durante el festejo que se llevó a cabo en un salón de fiestas de Berazategui Centro.

Allí Laura Pereyra y Mariano –la mamá y el papá– manifestaron su alegría y agradecimiento a todas las personas que ayudaron a que su hijo se sobrepusiera de su nacimiento prematuro y de su fascitis necrotizante, es decir, de una necrosis de la piel en la zona de la ingle.

Laura manifestó «una emoción inmensa» al ver un «océano de gente que lo ama. Es un mini Indio Solari. Nadie puede convocar hasta a los médicos como él lo hizo en el salón«. Y fue así, ya que dijeron «presente» su cirujano, Jorge Luis Gallardo; su pediatra, Gonzalo Carlino; hasta sus enfermeras Andrea, Carmen y Susana, de la Clínica del Niño de Quilmes.

Gallardo definió al homenajeado como «un verdadero luchador. No hubiéramos podido hacer nada sin su fuerza y sin la ganas de la familia«.

Susana, una de las enfermeras, coincidió con el cirujano y destacó que «nos hicimos más fans del Indio Solari por ellos. Durante todos los meses que permaneció internado, los padres le ponían su música para que escuchara«.

Con el festejo del primer año de vida de Indio, «tocamos el cielo con las manos, no queríamos que terminara. Les agradecí mil veces a los médicos que vinieron porque, sin ellos, Indio no estaría vivo«.

La misma sensación tuvo su padre, Mariano García, cuyo rostro de alegría era muy evidente. «No lo puedo creer todavía, esto es un verdadero milagro. No tengo voz, no puedo hablar de la emoción que tengo«.

Como dice una canción de los Redonditos, «el que abandona no tiene premio«, el pequeño Indio García lo supo desde el primer momento.

Le ganó a la muerte y ahora puede festejar.

Indio junto a mamá, papá, pediatra y cirujano, en el cumpleaños.

VIDEO.

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