AGOSTO Y LUCHAS POPULARES vs. EL DNU

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Memoria histórica en defensa de los intereses de las mayorías populares: una agenda de lucha en nuestras manos, enfrentando la planificación de la miseria y a los miserables que la ejecutan.

Por Néstor Rojas. Director de organización. Comisión Ejecutiva Nacional CTA Autónoma

Somos clase trabajadora y pueblo que enfrentamos con nuestra resistencia en distintos momentos de la historia estos mismos intereses de las clases dominantes y las patronales del mundo, que hoy representa el servil Javier Milei acompañado por una clase dirigente con profunda inmoralidad, que convalida en un levantar de manos la reforma constitucional a la medida del saqueo y sometimiento de carácter colonial: Un Poder Legislativo que habilita en el DNU 70/23 la motosierra con la cual Milei cercena de forma sistemática las garantías individuales y los derechos constitucionales.

Ese afán que desvela a las elites del poder por liquidar toda organización popular, enfrenta hoy su fracaso. “La solución final” con sus protocolos, intentando detener las luchas de nuestro pueblo. Quienes no aceptamos ser masas dóciles y sumisas al saqueo. En tanto el debate que pretenden instalar con sus lenguaraces, es como empobrecer al pueblo, devaluando o dolarizando.

Hoy vemos mucha resistencia y trabajadores en lucha que no bajan los brazos; el mismo pueblo que aun con el extremo recurso del genocidio de la dictadura no pudieron doblegar. No hay poderosos capaces de vencer la voluntad de un pueblo dispuesto y decidido a conquistar la democracia con Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo.

Afiche de 1981

Agosto fue tiempo decisivo que recordamos con memoria y orgullo las luchas de nuestro pueblo y nuestros mártires, como fue la resistencia popular contra la larga y sangrienta noche de la dictadura cuando asestó golpes demoledores a las clases dominantes y su brazo armado. Fue en agosto de 1981 cuando con los fundamentos del documento Iglesia y comunidad, desde la Diócesis de Quilmes, el Obispo Jorge Novak convocó a la Marcha del Hambre el 30 de agosto. Con la prohibición expresa de la dictadura, cientos de mujeres y hombres armados de coraje se dieron cita en Zapiola y Calchaquí, Bernal oeste.

Se hace necesario fortalecer en nuestra memoria aquellas gestas. Enfrentando al poder dictatorial, “el enemigo interno” de ayer. Hoy está presente en los protocolos de Patricia Bullrich. La lucha antisubversiva muestra hoy sus perfiles persecutorios. Cuando los derechos civiles son pisoteados por el aparato represivo, apaleando y encarcelando a ciudadanos que reclaman justos derechos. Estigmatización pública acompañada de judicializaciones carentes de sustento legal; encarcelamientos y ferocidades como en el “terrorismo de Estado”.

Con la agenda de las iniciativas y la fe de nuestro pueblo, el 7 de noviembre de 1981, dirigentes encabezados por Saúl Ubaldini convocaron a San Cayetano en Liniers. Más de 50 mil hombres y mujeres acudieron para asestarle un durísimo golpe al proyecto oligarca genocida y a su brazo armado que ejecutaba el terrorismo de Estado. Al grito de “se va a acabar la dictadura militar”, ganaban las calles. Abrían un nuevo tiempo en la Argentina.

La convocatoria

Para la gran tarea de la unidad del campo popular para ponerle fin al experimento fascista del presente, con memoria histórica, es necesario avanzar por sobre la dispersión del presente.

La misa

Hoy, la historia nos pone en momento de álgidas confrontaciones cara a cara en este “Ellos o Nosotros”, en un agosto donde la agenda construida por las luchas de nuestro pueblo nos exigen recuperar la capacidad de tomar iniciativas contundentes, con propuestas y mensajes transformadores sin hegemonismos. Comprendiendo los anhelos de las mayorías populares, las organizaciones libres del pueblo podemos y necesitamos establecer un sentido más favorable de la correlación de fuerzas, construyendo un piso de derechos arrasado por el DNU 70/23. Ante un presente de abismo social y económico para las mayorías populares.

Son tiempos de decisiones al paso de rebeldías y luchas populares, para derrotar el DNU 70/23, articulando a lo largo y ancho de nuestra patria, en centros urbanos y pueblos un millón de firmas: Un pueblo firme frente al DNU 70/23 de Milei.

Hay que ser militancia con un oído atento al clamor del “subsuelo de la patria”, de una Argentina que clama por Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo.


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