UNA EMOTIVA CARTA DE HOMENAJE A DOCENTES

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En el día del paro docente, seleccionamos este texto, a pocas horas del día del profesor.

Esta carta fue escrita en 2016 para una profesora que se jubilaba. Su publicación original en facebook, fue replicada hasta en Ecuador. Publicada en el diario La Mañana, de Bolívar (donde reside la profesora a la que iba dirigida), incluso fue plagiada (y bajada del sitio ISSUU para evitarse juicios) sin la firma de su autor, el periodista de esta ciudad, Alberto Moya.

Vaya, pues, como homenaje a quienes ejercen la profesión, en memoria de las chubutenses que murieron en el camino de la lucha.

Carta a una profesora…

Leí recién que te jubilás de la docencia y que buscarás reinventarte.

Vos, nuestra profesora de literatura durante mi adolescencia, escribís que agradecés haber elegido tu profesión. No sos la única. Tal vez no sepas cuántos más dan las gracias por tu elección y ejercicio, aun quienes no te conocen.

Llegaste al punto en que esos enigmas menores deben serte revelados.

Hace décadas, mientras buscabas bibliografía o planificabas la siguiente clase, no te percataste de lo que ocurría: ese proceso de transformación en quienes formabas.

Tal vez ni lo hayas notado porque tales cambios eran imperceptibles incluso para nosotros, que tardamos años en sentir tus efectos, al igual que cada árbol incipiente se demora en ser bosque.

No deberías mortificarte si no llegaste a ser todo lo genial que imaginabas en tus comienzos; si con tus gastados instrumentos hiciste lo que pudiste; si con tus cacharros agujereados derramaste algo del agua que intentabas llevar a metas más altas.

Beneficiaste a quienes con paso retrasado mojaron sus pies descalzos en esos charquitos que dejaste y vieron reconfortado su andar. Si no lo supiste hasta ahora, era porque mirabas hacia arriba mientras aquello ocurría a tu espalda.

Aunque no has sido la única en ponderar mi memoria, deberás saber que no alcanzo a hallar ni una sola frase trascendente de tu parte; en cambio, recuerdo que en lugar de enojarte lloraste de risa con nosotros por un chiste del flaco del fondo, o cuando nos llevaste a una visita guiada para que conociéramos más de Shakespeare.

Podrías exprimirme el cerebro, ni así conseguirías que pudiese citar a un solo autor de los que nos diste pero sí hallarías vestigios de su impronta.

Fue por tu selección de textos que ahora vemos a las personas como fueguitos, aun cuando me parece que no nos sugeriste a Galeano.

Nos leíste poetas, más universales que españoles, algo que después le oímos cantar a Serrat aunque, seguro, él lo había grabado mucho antes.

Tu ejemplo nos inspiró a reparar en las letras de las canciones que nos enseñaron de la vida más que una larga sarta de consejos.

Tu talento nos llegó, no como el dedo que señala el camino sino como la mano detrás que impulsa a la búsqueda.

Fue por tu profundidad que empezamos a prepararnos para diferenciar el amor del espanto; a saber que juntos somos mucho más que dos; a recordar que cuando estuvimos desesperados alguien contó la historia

Si eso nos convirtió en mejores personas, para nosotros y nuestro entorno, ahí tenés la respuesta a porqué quienes no te conocen agradecen tu ejercicio docente.

¿Leíste la frase “cuando alguien planta un árbol, a cuya sombra sabe que jamás va a sentarse, ha entendido el sentido de la vida”?

Al enseñarnos letras tuviste la suerte de apurar la llegada de esa sombra que llega a cubrirte en tu último día de clases formales.

Te despedís con un “conozco gente que se ha jubilado sintiendo que salía de la cárcel; no es mi caso. No voy a caer en depresión pero tendré que reinventarme. Eso sí, nada de sugerirme tejer, bordar, pintar, hacer jardinería… sólo me gusta abrir la puerta para ir a jugar”.

Hacelo.

Por favor.

Andá a jugar, con las letras; encará un libro. Y si sentís que es una tarea ciclópea, recordá que ya emprendiste varias cuando escribiste en nosotros, con el mismo empecinamiento con que la marea garabatea renglones en la playa.

Entre tanto, espero haber sido un digno alumno.

Alberto Moya

PS a Ana María Chaves: No deja de ser llamativo que hayas enseñado en la región quilmeña donde vivo, para que un cuarto de siglo después, sin saberlo, fuera yo quien diera clases en la Bolívar donde vivís. Por eso quise que el diario La Mañana, que me entrevistó hace un lustro, publicara este saludo a tu trayectoria. A su personal, muchas gracias por brindarnos la posibilidad de cerrar tamaña paradoja.

Así terminaron las docentes que debieron abandonar sus casas para luchar por lo obvio, por lo mínimo indispensable a lo que tienen derecho.

24 Respuestas a “UNA EMOTIVA CARTA DE HOMENAJE A DOCENTES”

  1. HERMOSAS PALABRAS.PARA UNA PERSONA QUE TUVO LOS OVARIOS SUFICIENTES PARA CONTARNOS LA VERDAD, DE LO QUE TODOS TENIAN MIEDO DE DECIR. SUPISTES DOMAR LA HORDA DE SALVAJES QUE ERAMOS CON PALABRAS DULCES Y FUERTES, PERO TE RECUERDO POR EL DON DE BUENA PERSONA, ANA MARIA CHAVEZ ES UN HONOR PODER DECIR QUE FUI ALUMNO TUYO.

  2. Perdónenme todos, vos Alberto, en primer lugar,porque hoy la profe se quedó sin palabras.Fue un día extraño y difícil, y cuando hay tantas emociones a flor de piel, cuesta encontrar aquello que uno quisiera y necesita decir. Me siento apabullada, es demasiado profundo lo que me has dedicado, pero no por que lo hayas escrito para mí, sino por la manera en que demostrás la enorme responsabilidad que implica el acto de enseñar…. Nunca imagina uno hasta dónde impactará en un estudiante, nuestro mensaje, nuestra risa, , nuestras ganas de ayudarlos a volar…tiramos piedritas al agua, vemos las ondas, pero no la profundidad que alcanzaron, les ayudamos a entender para qué sirve un picaporte, pero no sabemos si logrará, finalmente , abrir la puerta, ni qué descubrirá del otro lado…y venís vos, después de tantos años, a mostrarte cobijado por la sombra de ese árbol que intenté sembrar…!!! y a mí…me estalla el alma…No se puede pedir más!! Es esta bendita profesión la causante de tánto!!! Gracias, gracias, gracias…

  3. De esta docente recuerdo la pasión con la que trasmitia lo que quería enseñar pero recuerdo algo de su mensaje que siempre decia . A las metas no llegàn los mas inteligentes siempre estan los mas perceverantes esos marcan muchos caminos ;nunca olvide ese aprendisaje .Fuee en mi vida un orizonte cada vez que baje los brazos . Todavia recuerdo el dia que lo dijo . Dejo un profunda reflecion en mi. Nunca la olvide.

  4. Caramba, Nadia, nunca creí hacer tanto!! No recuerdo tu carita, y eso me molesta, ya sé que hoy son adultos hechos, y que fueron muchos, pero me encantaría haber podido guardar cada cara, cada nombre, cada promo en mi memoria. Sólo sé que los quise mucho, a todos y cada uno, y me emociona mucho ese recuerdo de una frase en la que sigo creyendo como el día en que la dije. Abrazo enorme!!!!

  5. Caramba, Nadia, nunca creí hacer tanto!! No recuerdo tu carita, y eso me molesta, ya sé que hoy son adultos hechos, y que fueron muchos, pero me encantaría haber podido guardar cada cara, cada nombre, cada promo en mi memoria. Sólo sé que los quise mucho, a todos y cada uno, y me emociona mucho ese recuerdo de una frase en la que sigo creyendo como el día en que la dije. Abrazo enorme!!!!

  6. Se cumplieron tres años, sí, y no me puse a escribir, pero encontré otra trinchera, desde la cual también » escribo», de alguna manera. No dejaré jamás de SER docente. SOMOS LO QUE HACEMOS, sigo convencida de eso

  7. Ufffff!!! Lloro otra vez. Por tu texto, por la realidad que estamos viviendo, y por esas dos compañeras luchadoras que fueron sacrificadas por esta polìtica nefasta que sufrimos, Y en el dìa del profesor! Tristìsimo, Debìan estar dando clases, no reclamando su sueldo, Duele demasiado todo esto, ya es insoportable

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