MURIO EL PRIMER CONCEJAL COMUNISTA

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Nicasio Mendoza fue concejal de Berazategui desde 1983. Debutó junto con la democracia recuperada a partir de una un acuerdo del comunismo con Juan José Mussi.

Resultados en la Junta Electoral

A la salida de la dictadura, el Partido Comunista (PC) acordó con el Partido Justicialista (PJ) en el orden nacional. En Berazategui llevó como candidato a intendente a Ulises Néstor Gorini, con una lista de ediles encabezada por Mendoza y Alberto Tieftruk.

En las internas del PJ local, Arturo Ramón le ganó al favorito hasta último momento, José Berasategui, apadrinado por Dante Palladino, secretario de Gobierno municipal. Tercero quedó JJ Mussi.

Como ‘el Negrito’ de Plátanos no quiso darle los votos a quien le había ganado, se los dio a la lista del PC que apoyaba a Italo Luder y Herminio Iglesias. Obtuvo sólo 3896 votos (3,63%). En la democracia recién recuperada se necesitaba la mitad de los votos para ingresar a una banca, ya que estaban todas disponibles.

Aunque había antecedentes (Gerardo Charrú y Pascual Romano en la Avellaneda previa al Golpe del ’76) el ingreso de un comunista post dictadura fue destacado en la provincia. Por eso, el dato aparece como «sorprendente» en el libro Berazategui 500 años de historia:

Berazategui fue el único distrito donde el Partido Comunista logra tener un representante. Esto se entiende a partir que sectores del Partido Justicialista que habían perdido la elección convocaron a sus simpatizantes a votar por el P. Comunista que iba aliado al peronismo.

Gustavo GonzálezFacundo Deluchi

Aunque no nombran a Mussi, a él se refieren las fuentes de los autores. El desempeño de Mendoza estará marcado por ese acuerdo tras bambalinas. Así es que el edil del monobloque votó un negociado a finales de los años ’80:

(…) Con votos del bloque Justicialista y el Comunista Nicasio Mendoza, rechazado por la UCR y el PI se aprueba la Ordenanza 1539 que permite la construcción de un cementerio privado sobre terrenos de la congregación eclesiástica San Pablo. En los medios locales, llamaron la atención tres personas con traje que presenciaron toda la sesión que trató este tema con especial interés. Cuando se aprobó, el asesor letrado del HCD, doctor Pierrot, había renunciado para no avalar los términos que se quería aprobar esta Ordenanza. Este asesor tildó de “chorros” a los ediles que habían dado el visto bueno a esta normativa que permitiría el “Parque de la Gloria”. En esa misma sesión, el bloque Justicialista y el Comunista permitieron que el municipio ceda un predio que estaba destinado para una plaza en el barrio Marítimo.

GonzálezDeluchi

En aquel libro datan el hecho a finales del periodo de Ramón, pero fue retomado al principio del mussismo que asumiera en diciembre de 1987. El episodio está relatado con más precisiones en mi biografía crítica de Mussi, «… Y después la gente va y lo vota» (Ver abajo).

Después de cuatro años de democracia, se sorteó quienes iban a formar parte de la mitad que debía ser reemplazada, y quiénes seguirían hasta 1989. Entre estos quedó Nicasio Mendoza. Pasó a la historia como el primer concejal comunista del distrito; algunos dijeron que el único, pero Ernesto Salgado, quien también venía de esa tradición ideológica, ingresaría por el Frente GrandeFrepaso al encabezar (a propuesta de Guerrieri) la nómina de la Alianza con la UCR en 1999.

En los ’90, Mendoza continuó con la militancia, por lo que se lo veía seguido en el local de calle 138 casi 8. Le pareció que un buen modo de llegar al pueblo era por medio de programas de radio. Co fundador del Círculo Correntino Mercedeño (1985), le gustaba pasar chamamés. En el Concejo había tenido como secretario a un hombre de prensa, el joven Marcelo Marcolín (ya fallecido).

De ahí que el presidente del Círculo de Periodistas y Afines, comunicara:

Les informo que hoy falleció uno de los integrantes de la vieja guardia periodística de Berazategui, Nicasio Mendoza, de la Comisión Directiva de nuestra entidad. Tenía 94 años. Lo velan en Sepelios Alvear de 14 entre 139 y 140, de 8 a 10 horas. Para tenerlo en cuenta.

Jorge Leal

Robusto, morocho, de cara cuadrada y bigotes anchos, siempre sonreía afable. Así lo recordarán.

Extracto del capítulo Roban:

SON TODOS CHORROS

El 3 de junio de 1988, exhumaron el proyecto para un cementerio en El Pato, aprobado junto al edil comussista (comu[nista-mu]ssista) Nicasio Mendoza, cuando fenecía la administración Ramón, quien lo vetó. En esta oportunidad, dieron la espalda al pueblo que reclamó frente al municipio en una sesión seguida con especial interés por tres hombres trajeados. Nacía Parque de la Gloria.

A seis meses de asumir, sacaron del Archivo el expediente; ocultaron el despacho de la Comisión a algunos miembros –como Bernardo Mayer– y lo trataron en una sesión con sugestiva asistencia perfecta (necesaria para asegurarse los dos tercios).

–¡No es cuestión de muertos sino de vivos! Dicen que este cementerio traerá progresos (…) con dos tercios de los votos resucitamos a un muerto (el expediente en Archivo) y ahora lo queremos hacer caminar; seguro, vamos a ponerle servicios públicos para que los muertos gocen de buena salud…

El argumento de Jorge Vera fue acompañado por una ironía sobre lo proferido por Mussi respecto a cortar las manos a quien las metiera en la lata.

–… Si es preciso, presentaremos un proyecto de ordenanza para comprar manos ortopédicas. Al igual que a los moribundos se los unge con aceite, la empresa Eucalia parece haber usado 30 mil latas de aceite para resucitar el expediente del cementerio.[1]

[1] Aprobaron un cementerio privado. El Sol, 6 de junio de 1988.

Hugo Guerrieri se diferenció de su bloque:

–No pienso mal, pero algún vecino puede decir que acá hubo algo raro.

Alberto Quarchioni (presidente del bloque mussista) respondió:

–Para tranquilidad de Guerrieri (…) el cementerio traerá mano de obra para 50 personas, floristas, jardineros…

Cuando Héctor Bertoia (UCR) defendió las privatizaciones, Vera retrucó:

–Con ese criterio, se podría privatizar el cementerio parque comunal.

A los mussistas les brillaron los ojos.

A Oscar Arrondo (presidente del Concejo) no se lo vio levantar la mano; alcanzaba con las de Anastasio Aguiar, Edelmiro Aranda, Alberto Grilli, Marcelino López, Margarita Mateo, Ricardo Mayer, Quarchioni, Victorio Sánchez, los ocho unioncívicos y el ortodoxo Alberto Perrone.

Enterado del vertiginoso tratamiento, el asesor letrado se acercó al recinto, habló con algunos y, puesto al tanto, empezó a los gritos:

–¡Son todos unos chorros!…

Luis Pierrot encaró a los concejales:

–… Presenté mi renuncia en blanco. Pónganle lo que quieran, son todos unos chorros los que votaron; pero yo tengo dignidad, por eso me voy (…) Vendieron a Berazategui por unas monedas de plata. Ni en la gestión de Ramón se aprobó esta barbaridad.

Algunos ediles bajaron la cabeza y se retiraron.

–No te enojés, Luisito –intentó frenarlo uno.

–Saben como yo que están currando; no son hombres para reconocerlo…

Un concejal se acercó a pedirle que bajase la voz.

–Nadie me va a hacer callar; los voy a escrachar.

Poco después, integraría una Multipartidaria de Control de Gobierno.[2]

[2] El Sol, miércoles 3 de agosto de 1988, central.

El 10 de junio, la UCR pidió que el intendente vetara la ordenanza 1539.

Veinte días más tarde, vecinos de El Pato marcharon por la Av. 14, pasaron por donde debería estar Eucalia, pero allí funcionaba Argen-Sur, que nada que ver. Ya en la Municipalidad, ante José Jorge y los fomentistas de Unión, Mussi avisó que no vetaría la ordenanza.[3]

[3] Manifestación contra cementerio de El Pato. El Sol, 4 de julio de 1988.

El escándalo era tan obvio que las manos en la lata trocaron en puños cuando Perrone se cruzó con Pierrot, quien iba a cobrar el sueldo adeudado.

–Sos un hijo de puta; por tu culpa no puedo pisar más El Pato.

–Seré lo que decís, pero no soy chorro.

El concejal que votó el negocio trompeó dos veces al denunciante.[1]

[1] Concejal golpeó al ex asesor Pierrot. El Sol, 4 de julio de 1988.

El Cementerio se hizo contra los impedimentos legales, como la vigente ordenanza 221/78 que había otorgado la instalación a otro cementerio, Jardín de Rosas SA, y por la vigencia de una ley provincial que fijaba un perímetro de 15 km entre necrópolis.

Al Comité UCR seguía pareciéndole “sospechoso” lo votado por sus ediles, con quienes la tensión fue tal que debió intervenir Manuel Casella, candidato a vicepresidente de la Nación.[3]

[3] UCR: medió Casella para limar asperezas. El Sol, 3 de agosto de 1988.

Al año siguiente, pronto a su inauguración, se mudaron o levantaron cercas para no tener que ver las inhumaciones mientras intentaban disfrutar sus fines de semana en las quintas que empezaban a desvalorizarse.[5]

[5] El Pato cambia por cementerio. | Emigran. El Sol, 13 de octubre y 1º noviembre 1989.


3 Respuestas a “MURIO EL PRIMER CONCEJAL COMUNISTA”

  1. No soy de Berazategui pero leo sus notas, muy interesantes crónicas.
    Donde se puede comprar su libro Moya?

  2. La Federación Juvenil Comunista respondió esto:

    Lamentamos mucho la muerte del compañero, pero hace muchos años dejó la militancia comunista, por lo que no vamos a escribir ningún homenaje. Nuestras condolencias a la familia.

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