El 16 de junio de 1955, los antiperonistas bombardearon al pueblo en la Plaza de Mayo y la Casa Rosada en un intento por matar al presidente Juan Perón. El atentado organizado por la Iglesia Católica que reunió a militares dispersos y a comandos civiles, habrá de culminar con el Golpe de Estado del 16 de septiembre.
Al respecto, Héctor Daniel De Arriba, de Canning, Ezeiza, en su libro Los muertos de Plaza de Mayo: 1945-1953-1955, da cuenta de un vecino de Berazategui asesinado aquel día: Julio Ventura Rojas, de 31 años, quien vivía en calle 475 entre 16 y 17.
Julio, delegado de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), era conductor de trolebús. Desoyó el ruego de su esposa para que no fuera a trabajar ese día en que se conocieron las primeras noticias, pero él se puso su mejor traje y sombrero para ir.
El bombardeo le destruyó la cabeza; sus restos sin piernas reposan en el Cementerio de Ezpeleta.
Su mujer, cantante de tangos en radio, crió sola a sus hijos María Cristina (3 años) y Mariano Rojas (8 meses), de acuerdo a declaraciones del autor en entrevista con Jorge Tronqui.
Este 15 de abril, el investigador presentó su volumen en la Fiesta del Libro de la Biblioteca Manuel Belgrano:
La canción de un berazateguense:
