EL ERP Y EL HERMANO DE HECTOR LARREA

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Exclusivo, de su libro HQMT, a 50 años del crimen.

A comienzos de la década del ’70, en Rigolleau, se dio este diálogo:

–En Peugeot, ya dejé. También en Ducilo, SNIAFA y, una empresa como Rigolleau, no podía faltar.

Escritorio de por medio, un hombre de 34 años acarició su corbata mientras hojeaba la carpeta con su ojo entrecerrado:

–Y dígame, Larrea, ¿esto es un trabajo suyo o de la agencia?

–Es igual, Lucarelli. Lo que ofrecemos a las empresas es confidencial; tanto para quien compra como para quien vende el servicio. Imagínese que, como podrá apreciar, si hicimos esa inteligencia sobre el general Actis, en Wilde, lo que haríamos con sus obreros. La que le hicimos a Sánchez Moreno puede chequearla con él para corroborar la capacidad de la Agencia para documentarse e informar.

–Supongo que también pueden haberme espiado a mí.

–Oh, por favor… Octavio: Con usted, compartimos tareas en la Comisión de la unidad sanitaria.

–Desde el 10 de mayo, sí. Lo tengo muy presente, secretario, y esto –palmeó la carpeta–, déjeme elevarlo. Lo llamaremos.

Entrevista con Octavio Lucarelli. Hablan del general Omar Actis y del director de Personal de Rigolleau, Rodolfo Sánchez Moreno. Ambos habrán de ser víctimas de futuros atentados.

El vendedor de autos

A una compraventa, frente a Ducilo, llegó Julio Ortega, con lentes de aumento y el pantalón atado con un hilo por cinturón. Saludó a Nardoni, contó un chiste y hablaron de bueyes perdidos hasta que salió el nombre del socio. El Ciego se puso serio:

–Che, tené cuidado con Larrea, eh. Sabés lo que se dice de él.

–¿Yo qué tengo que ver? Acá, nos dedicamos a los autos no más.

–Mirá, yo me crié en la calle; desde chico soy tan peronista como curioso; converso con todos. Dicen que marca gente. No por nada ya tuvo un atentado ahí en… ¿Cómo se llama la agencia que tiene en la 14…?

La agencia de Larrea en calle 14.

A varias cuadras de allí, otro diálogo se daba en un lugar a media luz, donde el más obeso en la ronda, detalló:

–Agencia OSIP, Organización de Seguridad e Investigaciones Privadas, tuvo un intento de robo el 5 de enero del ‘72. Uno de sus titulares es Emilio Horacio Larrea, 43 años, casado; dos hijos. Se postuló a concejal por la Alianza Popular Federalista, la de Francisco Manrique…

–Que es lo mismo que decir Lanusse. Si fue candidato de los dictadores y marca trabajadores, está claro de qué lado está.

El lugar estaba a metros del actual Bingo.

Matan a Larrea

El martes 4 de septiembre de 1973, Emilio Horacio Larrea y Osvaldo Héctor Buscaglia estaban en la oficina 1 del 1° piso en Av. 14 Nº 345, a cuadra y media de la barrera del centro de Berazategui.

A las 8:40, tras patear la entrada, una presunta rubia de 20 años, con pañuelo en la cabeza y lentes oscuros, les apuntó con una ametralladora mientras su compañero informó que pasaría a buscar unos papeles. Él, de 26 años, tez mate, bigotes caídos, apuntaba con una .45 de la que saldrían los cuatro tiros que mataron al hermano del locutor nacional. Sin correr, se retiraron seguidos por un Peugeot en un Renault 12 blanco chapa 887.729, hallado al día siguiente.[1]

[1] La precisión de la patente fue dada por el diario El Sol.

Archivo DiFilm, de Varela.

La versión de la guerrila

NINGUNA TREGUA A LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO

(…) El Comando Juan Lachowsky procedió a allanar la agencia OSIP, en 14 N° 350 de Berazategui. Uno se resistió, intentando hacer fuego; se respondió dándole muerte. Una vez más, la irresponsable actitud de quienes creyéndose “matones”, les cuesta su vida. Se intimó a OSIP a irse en 30 días. Esta agencia pertenece entre otros a Emilio van Peborgh, ex ministro de Defensa de Onganía y Presidente de la empresa imperialista Rigolleau. Su verdadera actividad es proveer a las empresas de la zona, Peugeot, Sniafa, Ducilo, Subpga, Alpesa, etc., de personal que ingresa como obreros, pero son delatores. Esta agencia trabaja en combinación con la policía. Figuran en los ficheros los nombres de los alcahuetes, lo que permitirá que sean sometidos al tribunal revolucionario.

¡FUERA LA POLICIA DE LAS FABRICAS! ¡NINGUNA TREGUA A LAS EMPRESAS IMPERIALISTAS!

EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLOERP

Revista Estrella Roja N° 25[2]

[2] (Si era de van Peborgh, ¿por qué le darían una carpeta a Lucarelli? Parece un dato erróneo que habría partido de la inteligencia de Luis Angellini, aunque Hugo Mogensen llegó a tener responsabilidad sobre el trabajo en Rigolleau. Ambos eran militantes del ERP y cayeron a manos de la represión).

Nada de eso era comprensible para Viviane Larrea, de 18 años; mucho menos, para su hermano de 9.

En cambio, en Varela, Horacio Altamiranda recordaba con Rosa Luján Taranto al obrero Lachowski, entregado por Peugeot en 1972, secuestrado por la Policía y muerto tras las torturas.

–Y… aquella vez, alguien le pasó los datos a la cana.

–Está bien que la orga levante el nombre de un obrero.

Cerca, en el barrio San Eduardo, el Comando Lachowski repartía leche de un camión recuperado, a la vez que el Comando Giménez distribuía útiles en una escuela de Almirante Brown.

La visita del locutor

En Berazategui, el locutor Héctor Larrea, de 35 años, esperaba junto a un árbol en calle 11 cuando estacionó Rubén Amerio, quien había pensado en él para animar actos en el Club Deportivo, frente a la Comisaría, a cuyo lado tenía su estudio.

–No quieren darme el cuerpo de mi hermano.

–Está fresco para hablar acá afuera. Venga, pase.

Desde allí, el abogado llamó a la seccional. Luego comentó:

–Deben querer lechucearlo. Ahora, lo arreglamos.

Afuera, en tanto, llegaban los medios porteños.

De pronto, pegada al vidrio que daba a la calle, se vio la cara del comisario Inzúa, quien sonrió y deslizó el marco, muy alto y con base a 50 centímetros del suelo, para entrar por la ventana.

–No hay problema, está en la morgue de Ezpeleta. La distancia con los Juzgados en La Plata obliga a esperar la autorización, que demora, pero me ocuparé de que se haga cuanto antes.

Cambió una mirada con el abogado; partió y cumplió.

El sepelio

Al velatorio en Ezpeleta, Octavio Lucarelli irá con Jesús Roca:

–Poca gente, ¿no? Menos mal que vinimos.

–Imagínese que, como fundador de la Tiscornia, no podía faltar.

–No, claro, don Jesús. De hecho, usted nos había presentado.

–Dicen que de su oficina llevaron una carpeta. ¿Sabe algo?

Lucarelli parpadeó del ojo malo y puso cara de hacer memoria.

Repercusiones

El semanario La Palabra recordará que el oriundo de Bragado, radicado en Berazategui, suboficial mayor al retirarse de la Armada había integrado la primera comisión de la unidad sanitaria Javier Sábato.

Desde Quilmes, Daniel Cieza[3] (Peronismo de Base) repasará el conflicto:

[3] Cieza: De la Cultura del trabajo al malestar del desempleo, La Plata, CREALC, CED, 2000.

–Entre el ‘71 y ‘72, hubo importantes huelgas en Petroquímica o Peugeot; donde crecieron agrupaciones que luchaban también contra la dirigencia sindical. Conducidas por la nueva izquierda (o el Peronismo Revolucionario) propusieron métodos insurreccionales. Por eso las empresas husmean las ideologías de sus obreros; para ello contratan agencias de “investigación”.

A eso se dedicaba Larrea. De eso trataban las carpetas que había dejado a Lucarelli, a Peugeot y a DuPont, por lo que fue blanco de la guerrilla, luego de lo cual fue noticia en diarios del exterior.[4]

[4] Kidnapers Fall In Bloody Raid. En Beaver County Times, Pennsylvania

Dos días después, el ERP copó el Comando de Sanidad, donde cuatro amnistiados protagonizaron la primera incursión en democracia contra el Ejército. Ya nadie habló de Larrea. Ni Héctor. Así lo confirmó otro afín al Club Deportivo, Romano, quien supo que el cuerpo fue a la clínica de JJ Mussi. Esperó un comentario en la radio Rivadavia. A su primo Amerio, le comentó:

–No, Rubén, nada. Se limitó a una reseña y avisó que no se referiría otra vez al tema. Pidió que, por esto, no lo llamasen más.

Fuentes

Entrevistas con Lucarelli, Ortega, Amerio, Romano, Hipólito Hidalgo y miembros del ERP, además de los documentos citados.