Por orden de Cristian Granados, de la Fiscalía 2, fue detenido el efectivo de la Policía Local de Lomas de Zamora acusado de matar de un disparo en el abdomen a un joven de 22 años, en el marco de un conflicto vecinal en el que el agente intervino.
Eso fue el viernes por la tarde en el cruce de 131 y 5, donde el hijo de un panadero del barrio increpó a Nahuel López -quien se encontraba con amigos- acusándolo de haber intentado asaltarlo momentos antes, a pocas cuadras. En ese momento se generó una trifulca entre las partes, en la que intervino el oficial, quien se encontraba en franco de servicio y de civil.
Según las versiones policiales, el efectivo habría efectuado tres disparos al suelo para disuadir a los involucrados y que depusieran la actitud violenta, momento en el que la víctima fatal habría amenazado al agente con un arma blanca tipo faca. Según estas versiones, el policía disparó para repeler la supuesta agresión, con lo que hirió de muerte a López.
El muchacho baleado fue trasladado por sus amigos al Centro de Salud Sábatto, desde donde fue derivado al Hospital Evita Pueblo. En la noche del sábado, tras haber sido operado, falleció.
La familia de la víctima llevó adelante protestas el domingo, apedrearon la casa del efectivo, cortaron la Av. Vergara y, el lunes, a las puertas de la Fiscalía. Los allegados de López negaron la versión policial que lo involucraba en un presunto intento de robo y sostienen que se trata de un caso de “gatillo fácil”.
Si bien en un primer momento el efectivo de la Local lomense no fue privado de la libertad, ahora el fiscal decidió ordenar su detención, que se efectivizó con personal de la Sub DDI Berazategui, ya que podría afectar el curso de la investigación. No obstante, la Agencia de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense aún no optó por su desafectación de la fuerza.
Trascendió que en la escena del crimen se secuestraron una vaina servida, dos tacos de cartucho de escopeta y un proyectil que impactó en el frente de una casa, pero no se halló ningún arma blanca.
