El Depósito Judicial en la manzana delimitada por las calles 1 y Varela, entre 148 y 149, es un foco de proliferación de roedores, mosquitos y alimañas, pero también de posibles enfermedades respiratorias y dérmicas para quienes vivan en las inmediaciones, producto de los líquidos peligrosos que liberan los vehículos abandonados.
En esa manzana se apilan cientos de coches esperando una resolución de la justicia (que en Argentina es sinónimo de muchos años) para determinar la suerte del vehículo incautado. Mientras, los peligrosos fluidos de esos autos se derraman en forma lenta e inexorable al suelo del terreno, generan contaminación y se convierten en un posible foco de enfermedades.
Un informe de la Defensoría del Pueblo, de 2007, daba cuentas de la contaminación ambiental que generan los fluidos de los vehículos abandonados: aceites de motores e hidráulicos, combustibles con plomo, anticongelantes, el cancerígeno asbesto de las pastillas de freno y los fluidos refrigerantes que puedan contener los peligrosos bifenilos policlorados, conocidos como PCB, que conforman un cóctel de potenciales enfermedades respiratorias y dérmicas para quienes vivan cerca.
Como el depósito judicial no está techado, después de cada lluvia los fluidos se dispersan con facilidad, derraman sus líquidos y contaminan la tierra. En su interior se estanca agua, foco de proliferación de mosquitos, moscas e insectos. En tiempos de proliferación de degue, zika y chikungunya, no se explica cómo siguen apilando vehículos, sin tomar recaudos.
Los interiores de los vehículos se convierten en lugares de reproducción de roedores y un peligro para los vecinos. Esos roedores son “vectores” para el contagio de leptospirosis o hantavirus.
El otro depósito de Berazategui no es judicial, es municipal, producto de los operativos de tránsito y el decomiso de rodados, aunque en este caso se trata de motos y ciclomotores. Está en la calle 150 a metros de la Avenida Milazzo, no tiene viviendas a su alrededor.
La solución al problema de los depósitos judicial y municipal es simple: techar el lugar y realizar periódicas visitas para el control de vectores, mediante fumigaciones.
El año pasado hice una denuncia al CAV por las ratas que hay en ese lugar. Me llamó el secretario de Salud y se burló: me pidió que cuente cuántas ratas veía y en qué lugares y que si quería que alguien hiciera algo las matara yo. También me acusó de vivir «enfrente» del lado de Ezpeleta y hacer reclamos en Berazategui. Una basura inhumana, peor que las miles de ratas que hay en ese lugar. Aunque hagas notas, nadie va a hacer nada, sólo roban.
Gente a denunciar este tipo de cosas
En Berazategui la municipalidad está quemando basura, todos los días nos sofoca una inmensa cortina de humo
En Ranelagh deberían hacer algo con la chatarrería de la calle 311,la policía copo las dos manos de la calle con su depósito de autos ni podes pasar