RECAMBIO EN M. ANGELICA LUEGO DE 40 AÑOS

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Desde la cuenta de la Sociedad de Fomento uno de sus integrantes, después de manejar la entidad durante cuatro décadas, le agradecen a Marcelo Benedetti (director de Entidades) y a JJ Mussi, por supuesto. Ahora anunció su retiro con una extensa carta en la que dice:

Nos han tratado de ladrones, traidores, quisieron sacarnos a la fuerza, pero supimos y pudimos mantenernos de pie.

La carta

Mi familia y yo hemos decidido después de casi 40 años dejar la institución, no formar más parte de la Comisión Directiva. Es hora de dejar que otros amigos y vecinos se encarguen de dirigir este enorme barco, siempre es bueno renovar ideas y energías.

En este tiempo hemos ayudado muchísimo al barrio, tanto en la presidencia de mis padres como en mi presidencia. Seguro nos hemos equivocado mil veces, pero siempre tratamos de dar lo mejor para la institución.

Desde chico frecuentaba la sociedad de fomento, era y es mi segunda casa, era un placer ir a pasar tiempo ahí, planificar actividades para ver crecer a la institución para que sea lo que es hoy.

Ser fomentista cuesta y mucho, todos piensan que cobramos un sueldo, lo cual no es así, que recibimos dinero y/o subsidios de otras instituciones y no es así. Todo se hace a pulmón, mucho gracias a la cuota social, mucho por el uso del salón para eventos y muchas veces el dinero salió de nuestro bolsillo, pero esto no es renegar ni mucho menos una queja, uno cuando invierte en su casa lo hace por gusto y, de nuevo, la sociedad de fomento es nuestra segunda casa. Ser fomentista es pasar tiempo fuera de nuestro hogar, dejar de pasar tiempo con la familia, no compartir un almuerzo un domingo y muchas cosas más. Podría decirse que tiene mas cosas negativas que positivas.

Hemos festejado innumerables días del niño, hemos colaborado con vecinos de muchas maneras, porque no todo se dice o se cuenta, pero hemos conseguido, por ejemplo: servicios fúnebres para vecinos que no tenían los recursos para comprar un cajón; remedios para tantos que no podían pagarlos; hemos llevado contingentes de niños a Chapadmadal, el parque de la costa, el parque de la ciudad. Hemos donado el lugar para que los abuelos tengan su lugar donde hoy funciona el Centro de Jubilados y hemos cedido el espacio para construir el Jardín Arco Iris y miles de cosas más que se hacen en silencio, pero hoy que nos retiramos es bueno mencionar algunas cosas.

Creo que tuvimos más aciertos que errores, nos han tratado de ladrones, traidores, quisieron sacarnos a la fuerza de la institución por alguna de esas personas que dicen llamarse amigos y compañeros, pero supimos y pudimos mantenernos de pie, gracias al apoyo de vecinos y socios. Creo en Dios y creo que todo en la vida vuelve, lo bueno, pero en especial lo malo que le hacemos a los otros.

Quiero recordar a los vecinos y amigos que ya no están con nosotros, Luis Basse, Jaime Llinás, Julio Giampietri, Roberto Benítez y su padre, Juan González, Juan Cerdán, Julio Espíndola y muchos más, todo ellos ayudaron a que el barrio y sus instituciones sean lo que son. (Quiero) agradecer a Ramona Quiroz por su amor a la Sociedad de Fomento, a Miriam Llinás una excelente y fiel compañera quien ayudo a muchos vecinos en momentos de necesidad y lo hizo en silencio y jamás pidió reconocimiento, Olga Taltavull siempre presente y lista para ayudar, a la familia Cerdán, familia Castillo, familia Pinto, familia González, José Romano, Víctor Hugo Robledo y muchos más.

Sin olvidarme de agradecer al Dr. Juan José Mussi por su acompañamiento constante, al Señor Marcelo Benedetti encargado de la secretaria de ONG, a la señora Susana Gómez por su apoyo incondicional y el trabajo constante para las instituciones del darrio.

De nuevo, nos retiramos para dedicarnos a disfrutar otras cosas de la vida, hay mucho mas para contar y decir, creemos que ya hemos aportado nuestro grano de arena, le deseamos mucha suerte a la comisión entrante y siempre vamos a estar dispuestos a ayudar. Nos retiramos felices, podemos caminar el barrio sin escondernos porque hemos dado lo mejor de nosotros y lo más importante podemos dormir con la conciencia tranquila y cuando llegas a una cierta edad te das cuenta que no hay nada más satisfactorio que saber que ayudaste al menos a una persona y poder dormir con la conciencia limpia.