TREMENDO CHOQUE: CARBONIZADOS

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Un luctuoso choque terminó con la vida de cinco personas, cerca de las 7.45 de este domingo, en el km 277 de la ruta nacional 34, en jurisdicción de Tacural, en Santa Fe.

En un tramo recto de la ruta, luego de la colisión frontal entre dos coches, se prendieron fuego.

Gendarmería constató que el conductor y los tres ocupantes de uno de los vehículos estaban calcinados. Eran una familia de Berazategui: Claudio Alejandro Digan, personal de una Fuerza Armada, de 37 años; su esposa Jessica Carral, de 32; su hijo Bautista Digan Carral, de 6 años, y la prima de la acompañante, Sabrina Carral, de 24.

El otro auto, un Siena, era conducido por Roberto Carlos Vega, de 27 años, residente de Sunchales. De acuerdo a las primeras pericias, éste habría realizado un giro en U cuando transitaba de Sur a Norte. En esa maniobra se encontraron los dos autos de frente.

De acuerdo a lo informado por Uno de Santa Fe, tras el alerta de quienes pasaron allí, los oficiales y suboficiales del Escuadrón Vial Rafaela fueron los primeros que llegaron y dispusieron de un operativo con balizamiento. Hubo desvíos por rutas alternativas para permitir el trabajo de los bomberos voluntarios de Sunchales que extinguieron el foco ígneo. Cerca de las 13 se normalizó el tránsito por el sector.

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Quiénes eran los miembros de la familia que murió carbonizada al chocar de frente con un auto que giró en U

Por José E. BordónLa Nación, 18 de julio de 2022- 18:13

SANTA FE.- Una nueva tragedia en la ruta Nacional 34, dejó un saldo de cinco muertos luego de que dos autos chocaran de frente a la altura del kilómetro 278. En uno de los vehículos viajaba una familia; los cuatro ocupantes murieron carbonizados. En el otro iba un joven de 27 años, afincado en Sunchales, cerca del lugar del incidente vial. Según los primeros peritajes, el automovilista solitario conducía de sur a norte y habría girado en U para retomar segundos antes del impacto.

La familia que murió en la tragedia estaba compuesta por Jéssica Carral, de 32 años; su hijo de seis, Bautista; su prima, Sabrina Carral, de 24, y su esposo, Claudio Alejandro Digan, de 37 años, conductor del vehículo e integrante de las Fuerzas Armadas. Todos, radicados en Berazategui.

La familia había iniciado las vacaciones de invierno y se trasladaba, junto a familiares que viajaban en otro coche, con destino a Salta. Estos últimos, que iban unos kilómetros adelante, intentaron comunicarse con los del segundo vehículo al advertir unas llamas que se veían hacia el sur. Al no obtener respuesta, decidieron regresar y encontraron un panorama dantesco.

El vehículo se incendió este domingo, minutos antes de las 8, sobre la Ruta Nacional 34, en jurisdicción de Tacural, departamento Castellanos,165 kilómetros al centro-oeste de esta provincia. El fuego consumió en pocos minutos la estructura del Siena, pero fue necesario que arribaran los bomberos para neutralizar los efectos de las llamas. Dado que del vehículo solo quedaron hierros y chapas retorcidas, los bomberos trabajaron durante casi una hora para retirar los cuerpos.

En otro vehículo –también Siena– iba una sola persona, Roberto Carlos Vega, de 27 años, con domicilio en Sunchales, Santa Fe. Falleció en el acto, producto de la colisión frontal.

Si bien falta completar la investigación, los peritajes estarían orientados a determinar cuál de los conductores realizó la maniobra imprudente que generó la tragedia. Se estima que el joven sunchalense giró de imprevisto en U y al reaparecer en la calzada no le dio oportunidad al conductor bonaerense de esquivarlo, según informó El Eco, de Sunchales.

Personal de Bomberos Voluntarios de Sunchales podrían ofrecer este lunes algunos detalles de los peritajes, de los que también participó personal de Policía Científica y peritos forenses.

Los cuerpos fueron trasladados a la morgue judicial con sede en Rafaela, cabecera del departamento Castellanos.

Cerca de las 13, cinco horas después del accidente, se normalizó tránsito de ambos sentidos de la Ruta Nacional 34, conocida como la Ruta de la Muerte.

La semana pasada, a unos 90 kilómetros más hacia el norte, en jurisdicción de Arrufó, otra familia quedó diezmada tras la colisión entre un auto y un micro.