Como ya informara este CIB el 14 de marzo, el concejal Juan Cáceres (ARI-CC) presentó un proyecto en el Concejo Deliberante en el que recuerda la instauración, a propuesta de Carlos Menem, del día del niño por nacer y pide que se haga lo mismo en Berazategui. El proyecto fue acompañado por el bloque de Juntos por el Cambio.
Ahora, el intendente se apuró a sancionar la medida por decreto para evitar que la oposición se quede con esa bandera.
Hace uso una vez más de su autoritarismo político. Nosotros honramos la vida; él, no sabemos. Hasta hace un par de años, no le interesaba.
Cáceres
Este es el texto que algunos concejales exhibían el jueves; dice que el decreto está Ad Referedum del Deliberante. Con ese ardid, el oficialismo se garantiza aprobar una iniciativa propia y no una opositora.
De inmediato se lo enviaron a la Agencia Informativa Católica (aica).
La gacetilla mussinipal:
El Intendente de Berazategui, doctor Juan José Mussi, declaró «De Interés Municipal», el «Día del Niño por Nacer», que se Conmemora en varios países del mundo y también en Argentina desde 1998 de acuerdo al Decreto Nacional 406/98.
En los fundamentos del decreto se destaca que «el 7 de diciembre de 1998 mediante el Decreto Nacional N°1406 se declaró el día 25 de marzo de cada año como «El Día del Niño por Nacer», adhiriéndose posteriormente países como Chile, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Perú, Ecuador, Filipinas, Eslovaquia, Puerto Rico, España, Portugal, Mexico, El Salvador y Brasil entre otros», asimismo que «tal como se afirma en el Preámbulo de la convención sobre los Derechos del Niño: el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especial, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento».
En el Decreto también se establece que «el derecho a la vida no es cuestión de ideología, ni de religión, sino una emanación de la naturaleza humana, y es por eso que está protegida en diferentes tratados internacionales y de derechos humanos».
Al final, se sostiene que «la vida es el mayor de los dones, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible».