Los firmantes —periodistas, investigadores y académicos que contribuimos cada semana a hacer El Cohete A La Luna—, queremos expresar lo que sentimos respecto de lo ocurrido alrededor del director del medio, Horacio Verbitsky.
La obtención de una dosis de vacuna a destiempo, por intermedio del hoy ex Ministro de Salud, fue un grave error por parte de Horacio. Debería haber entendido que era un privilegio y que eso, por sí solo, estaba mal. Además, podía ser usado en contra de la causa popular y de un gobierno al que no tenía intención de dañar. Lo comprendió tarde, pero lo comprendió. Pidió disculpas y está pagando, y pagará, consecuencias proporcionales a su error. Aquellos que nos tomamos en serio estas tareas no tenemos otro tesoro que nuestra reputación, y Horacio lastimó la suya de un modo que, imaginamos, nunca dejará de lamentar más que nadie.
Cometido y asumido el hecho, la pregunta es: ¿cómo seguir? Porque lo que enfrentamos no empieza y termina en el destino individual de Horacio. Queremos sostener las convicciones que nos trajeron hasta acá, como el compromiso colectivo con la verdad y la información veraz. En ese contexto, no se nos escapa que la mayoría de los ataques esconden intenciones que exceden la persona de Horacio.
Aquellos y aquellas que tripulamos El Cohete no queremos ser funcionales al objetivo de colaborar con la destrucción de un periodista. No es momento para jugar al sommelier de disculpas ajenas. Lo que está en juego no es nuestra integridad personal ni el escalafón angélico al que aspiramos, sino el futuro del país. Queremos llamar a la sensatez, cuestionar la agenda que nos imponen y devolver el foco a los asuntos cruciales de los cuales depende la vida cotidiana de la mayoría de les argentines.
Por eso queremos seguir escribiendo —informando, creando conciencia social—, desde la certeza de que el panorama actual de los medios en Argentina necesita a El Cohete, un medio que en breve tiempo devino indispensable a la hora de enriquecer el debate público. Y concederle a su fundador la oportunidad que merece de reparar el daño en la medida de sus posibilidades, como ya comenzó a hacer este domingo. No nos engañemos: Verbitsky no es reemplazable. No hay nadie en el periodismo argentino en condiciones de ocupar su lugar ni de desempeñar su tarea — ni de lejos. Infligirle más daño del que ya se autoinfligió no sería en beneficio del país, sino de aquellos para quienes un periodismo argentino sin Verbitsky equivale a un sueño húmedo.
Hablemos de lo que hay que hablar y hagamos lo que urge hacer para salir de este infierno, pero no nos pleguemos mansamente a la partitura de los dueños de la orquesta. Sigamos construyendo, que es lo nuestro, en lugar de sumarnos a la destrucción que es la especialidad de los enemigos del pueblo.
Argentina es un país donde todas y todos merecemos la oportunidad de ser mejores, sin excepción.
Albisu, María Clara – Aronskind, Ricardo – Aschieri, Enrique – Axat, Julián – Barragan, Carlos – Biscay, Pedro – Carbone, Rocco – Ciaramella, Marcelo – Dandan, Alejandra – De Casas, Mario – De la Serna, Eduardo – Dvorkin, Eduardo – Elbaum, Jorge – Elizondo, Jorge – Férnandez Pastor, Miguel – Ferrari, Sergio – Figueras, Marcelo – Garbarz, Martina Sol – Gatti, Javier – Komarovsky, Bárbara – Latrille, Fernando – López, Ernesto – Loreti, Damián – Mannarino, Juan Manuel – Marchetta, Camilo – Moya, Alberto – Paenza, Adrián – Paulón, Victorio – Peña, Fernando Martín – Peñafort, Graciana – Peralta Ramos, Mónica – Pianelli, Roberto – Pinedo, Jorge – Premici, Sebastián – Recalde, Héctor – Rodríguez Alzueta, Esteban – Ros, Alejandro – Rua, Magdalena – Strada, Julia – Sztulwark, Diego – Tealdi, Juan Carlos – Wierzba Guillermo.
Me parece bien!!!!
Fuerza y a seguir !!!
Excelente. Es la manera de seguir y es correcta la decisión. Celebro que haya compañerxs que leen la realidad y actúan en consecuencia.
Hubo un error y dos víctimas (Gines y Horacio) y porsupuesto el interes de la oposición que necesita vivir de este o cualquier otra acción del campo popular que lo permita ( por mínima que sea), porque quiere cubrir su pasado y su falta de propuesta de construcción para el futuro…que puedan hacer pública
Las víctimas fueron las personas que no recibieron la vacuna no ellos.
Es bueno constatar que algunas personas mantienen sus ideales a pesar de toda adversidad.