Foto: Una reunión del Jazz Club, el 5 de noviembre de 2016.
Este domingo 15, las jazzeros del distrito y el conurbano sur festejan otro aniversario.
Media decena de sus miembros acompañaron al Círculo de la Prensa en el recordatorio del Día Internacional del Periodista (8 de septiembre), opotunidad en la que recordaron su historia.
En la década del ’50 al ’60, en la esquina de 14 y 31 (hoy 14 y 148) de Berazategui, se reunían varios jóvenes (casi adolescentes) que eran estudiantes, empleados u operarios de la vecindad. Mientras miraban o piropeaban a las chicas, charlaban de temas que les preocupaban. Uno de ellos era la música. En épocas de reuniones bailables en casas de familias («asaltos») y de bailes en los clubes de la zona, eran animados por La Típica (tango y milonga) y La Jazz (o características) y/o música grabada. En este rubro se destacó el Club Ducilo, donde pasaban discotecas de Armstrong, Big, Goodman, Miller, Dorsey, Elgar, entre otros. Para momentos románticos, escuchaban boleros.
Su antecedente fue La Barra, con Vitin Ebri, Horacio Paredes, Rubén Maresca, los Pozzoni, los Raggio, el Gordo Fernández, Tito y Toto Mussio, el Gallego Larraz, Cuqui Zago, Gordo Cane, Cacho Spandri, Freddy Liciani, Gallego Borras, Héctor Pancho López, Negro Cameroni, Cacho Tirao, Poleón Gracia, Pichón Sánchez, Luis Bertoia, los Maneiro, los Haymes, entre otros.
A quienes les picó el virus del jazz, quedaron infectados para toda la vida. Comenzaron a reunirse en casas particulares para escuchar música, comentar y leer libros especializados.
Siguieron los viajes a la Capital para asistir a conciertos organizados por el Hot y el Bop Club o a teatros visitados por grandes luminarias norteamericanas.
En septiembre de 1990, Alfredo Toto Mussio conoció a un prestigioso coleccionista, productor y difusor de esta música: Alfredo Radoszinski, quien le sugirió dar una charla en la Biblioteca Popular Manuel Belgrano.
Allí se reunieron con el objeto de organizar ese encuentro, el 15 de septiembre de 1990: Toto Mussio, Amalia y Víctor Ebri, Nora y Oscar Patanella (de la Biblioteca), Hugo Skellorn, Jorge Eder, Horacio Marín (de Ranelagh) y León Czeplowodzki (de Villa España). En el intercambio de opiniones surgió la idea de crear un club para reunirse, estudiar, analizar y difundir esta música. Fue la fundación del Jazz Club Berazategui.
Durante meses publicaron en la revista zonal El Ombú (de Jorge Contreras, en Ranelagh) artículos de difusión, información e interés general referidos a la actividad del Club, así como sobre personajes, estilos y reflexiones sobre esta música singular.
La entidad cuenta con socios de Berazategui, Ranelagh, Quilmes, Bernal, Varela, Longchamps, Adrogué, Temperley, entre otros. Asisten a las reuniones en la Biblioteca Belgrano (Lisandro de la Torre 1736, frente a la estación) se reunen el primer sábado de cada mes de 15 a 17
Se ha constituido una biblioteca especializada en el rubro, con treinta volúmenes, además de la adquisición de Jazz Discography, de Tom Lord, la discografía más completa en el mundo. Durante 1991 a 1993, se publicó el boletín del club, donde detallaron las actividades e incluyeron trabajos especializados de colaboradores, con muy buena acogida de los aficionados locales, de capital e interior del país. Por fuerza mayor, se suspendió su edición.
También realizan reuniones extraordinarias con la participación de expertos en el tema, como Manolo Juárez (8 de junio de 1991), Jorge R. Arthagnan (27 de julio de 1991), Talero Pellegrini, Jorge Curubeto (13 de agosto de 1991), y otros invitados destacados.
Día Internacional del Jazz
La celebración de esta jornada tiene como objetivo sensibilizar al público sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre los pueblos. Los gobiernos, las instituciones educativas y la sociedad civil que participan en la promoción del jazz aprovechan esta oportunidad para difundir la idea de que el jazz no es sólo un estilo de música, sino que contribuye a la construcción de sociedades más inclusivas.
Con el objetivo de sensibilizar al público sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos, el Día Internacional del Jazz, celebrado el 30 de abril, fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2011.
El jazz rompe barreras mutuas y crea oportunidades para la comprensión y la tolerancia.
El jazz es una forma de libertad de expresión.
El jazz simboliza la unión y la paz.
El jazz reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades.
El jazz fomenta la igualdad de género.
El jazz refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social.
El jazz promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas.
El jazz estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados.