Por Daniela
Busco la manera de pedir ayuda. Mi hija Giuli (9 años) sufre discriminación en el club por parte de sus entrenadores, como hace más de tres meses, luego de que el DT me echó (comparte categorías) diciéndome que la causa era por faltar tres semanas sin aviso. El año pasado, en esta categoría una compañera sufría bullying, y ésas siguen, ni son del barrio. A nosotras, las locales, o nos echan o nos meten presión para que una abandone.
Cristian Acuña y la señora Bety Fernández la dejaron en el banco varios días de entrenamiento. A todo esto, cambié mi número por problemas personales y aún no me adjuntan para informarnos o lo que fuera en el grupo de WhatsApp. El encargado general mira a un costado. Soy mamá de otra nena de 13 años; estoy en el grupo y jamás hubo un problema. Lo aclaro porque hay excusas, acusaciones y el señor Acuña difama también a mi hija menor, tengo pruebas.
Hay muchos nenes y nenas que debieron abandonar el club por situaciones parecidas, incluso mis dos sobrinas debieron dejar. Acá, los papas vemos lo que pasa, por eso se toman estas decisiones, pero los niños no deben llorar ni abandonar.
Mi nena, por todo esto, fue derivada a un psicólogo. El torneo general es el Evita Capitana, por lo que le pido a Laura Lacava que tome cartas en el asunto.
En el Barrio Luz
Es una vergüenza que pasen estas cosas.