(Por Crónica)
Un menor de 10 años fue discriminado por un club de fútbol de barrio y su madre fue golpeada de modo brutal luego de denunciar la situación a través de las redes sociales. «Lo echaron por jugar mal y se pudo quedar gracias a mi lucha. Aceptaron su continuidad pero le hicieron la vida imposible para que se vaya», aseguró la progenitora.
El chico fue desvinculado en enero del club Villa Mitre y pudo continuar en el equipo gracias a los reclamos de Lucía Torres, de 32 años. El calvario recién comenzaba: desde ese entonces, el pequeño sufre discriminación por parte de las autoridades. La mujer decidió poner punto final a la situación y publicó lo sucedido en su Facebook.
El posteo llenó de furia al presidente del club y a los integrantes de su familia, que acudieron de inmediato a la puerta de la casa de la mujer para recriminar su acusación.
«El hombre vino con su pareja, con su madre, con su hermana y su sobrina de 17 años. La menor, que practica taekwondo, me atacó, me dio una piña en el rostro y patadas en todo el cuerpo. El resto agredió a mis hijos y a mi esposo».
Tras recibir la brutal agresión, la mujer hizo la denuncia por discriminación y por violencia en la Comisaría 1ª. Además, entregó una carta en la Secretaría de Deportes, en la que detalló algunos de los abusos cometidos por el club.
Los abusos que sufrió el nene
La tremenda situación comenzó en enero cuando mandaron un WhatsApp al número de teléfono del nene de 10 años informando que iba a ser desvinculado porque «no iba a lograr jugar al mismo nivel de los chicos nuevos». El nene agarró el celular, abrió la notificación y leyó:
«Este año le vamos a dar de baja a Aaron ya que somos muchos y no queremos que tu hijo pierda el tiempo con nosotros. No va a tener lugar y le va a costar entrar entre los citados por el nivel que tienen todos los chicos nuevos. No queremos tenerlo paseando sin jugar. Le deseamos lo mejor».
El mensaje por WhatsApp
El menor quebró en llanto al leer esas hirientes palabras, su madre se comunicó con la institución y las autoridades aceptaron su permanencia. Sin embargo, cuando el nene terminó las vacaciones y volvió al equipo, sufrió un calvario.
«Al principio, sólo lo dejaban afuera de los partidos del torneo pero, luego, la situación empeoró y tampoco lo dejaban jugar en los amistosos. Mi hijo volvía siempre triste pero nunca se dio por vencido, seguía practicando, se esforzó, hizo lo imposible para participar. Sin embargo, nunca lo tuvieron en cuenta», contó.
Agregó que empezó a percibir una actitud «infantil» por parte del entrenador: «Lo sacaron del grupo de WhatsApp y le dejaron de avisar los días y horarios de los entrenamientos y amistosos. Si a mi nene le falta aprendizaje, deberían enseñarle. No se comportaron de forma profesional», contó.
La mujer no aguantó más ver el llanto de su hijo luego de que lo dejaran afuera de un partido con otro equipo de visitante. «Le escondieron el carnet y le dijeron que no podía participar. Le dijeron a mi nene, con tan solo 10 años, que vaya a hablar con los delegados. Mi hijo no entendía nada, se fue agachando la cabeza», relató.
Al concluir, sentenció: «Me rompió el corazón verlo así, voy a luchar por él y hacer lo posible para que se haga justicia. Lo maltrataron, lo excluyeron, lo discriminaron. Esto no puede quedar así».