Esta semana la Municipalidad de Berazategui instaló un cartel de “prohibido pasar” en la entrada a la obra inconclusa del murallón que sale de la rotonda de la costa de Hudson, seguramente para librarse de responsabilidad civil ante posibles incidentes que puedan ocurrir en esa zona, o para emprender una nueva embestida para terminar esas obras.
Esa zona igual es usada por pescadores y vecinos que la utilizan como lugar de esparcimiento, ya que la rotonda y pérgola de entrada no dan abasto los fines de semana. Además, allí también van a pasar el rato quienes prefieren escapar del cemento de la rotonda para tener un contacto más cercano con el río, porque el acceso libre a la costa del otro lado de la rotonda está impedido por un camping.
Recordemos que esta obra inconclusa consiste en un murallón de 6 metros de altura (3 por arriba de la tierra y 3 por debajo, para evitar que el río lo tire), y camino costero planificado inicialmente para ir desde la calle 63 hasta la 14, bordeando la costa. Los casi 1000 metros que ilegalmente lograron construir antes de que una medida cautelar (presentada por el Foro hace ya 6 años) frenara la obra, este relleno y elevación de la cota de la costa, impiden hasta el día de hoy el contacto del bosque nativo con el Río de la Plata.
Así observamos cómo día a día el bosque se va secando, por los impactos negativos a nivel eco sistémico que produce este murallón al humedal y bosque nativo asociado.
En lugar de presentar una solución, la municipalidad prohíbe a la gente acceder a un lugar que además se encuentra sobre el camino de SIRGA, violando el derecho de acceso al río. Este evento nos ofrece la oportunidad para reflexionar y destacar varias cuestiones:
◾El discutido asfaltado de la calle 63 permite que más gente se acerque al río los fines de semana, por eso creemos necesario que el derecho de la población a disfrutar de la costa se armonice con el derecho de esa misma población a beneficiarse con los servicios ecosistémicos fundamentales que brindan los bosques nativos y humedales.
◾Debemos exigir que toda esa zona sea restaurada para que el río y el bosque vuelvan a tener contacto, y que al mismo tiempo sirva para el disfrute de la gente. La única manera de resolverlo es actuar sobre el murallón.
◾Consideramos que es necesario la participación social en el estudio de futuras medidas.
◾El Foro ha presentado diversas alternativas ante la Justicia, pero el caso sigue cajoneado. Mientras tanto, el Municipio opta por no hacerse cargo de lo ya construido de forma ilegal, ni para remediar el daño ambiental causado ni para dejarlo apto para un disfrute seguro.
Poner un cartel para esquivar responsabilidades en caso de accidentes es el camino fácil, especular con que la gente quiera volver a ocupar ese espacio para volver a insistir con la necesidad de un camino costero, también. El desafío es que como comunidad decidamos qué destino darle a las obras ya realizadas, para seguir disfrutando del Río y conservando el ecosistema. Porque sin humedales y sin bosque nativo, no hay calidad de vida para ninguno de nosotros.