El interno 8 de la línea 159 dejó de funcionar luego de su ingreso a la Ciudad Autónoma. Había salido de Berazategui una hora y media antes rumbo al Correo Central.
A la altura del Hospital Argerich, cuando empezó a salir humo de su motor en la parte trasera, los pasajeros bajaron a las corridas luego de que unos jóvenes gritaran que iba a explotar.
La falsa alarma desalojo de inmediato el vehículo. La mayoría, jóvenes, se fue a pie. Quienes dormían y despertaron sobresaltados no tuvieron más nada que hacer que partir a pie.
Ni el chofer ni la pareja de policías (una rubia y un morocho) que se acercaron en un móvil de la Ciudad supieron decir qué otros micros tomar, ante la posibilidad de que el siguiente colectivo de MOQSA se dignase a aparecer.
Los policías estuvieron muy solícitos en ofrecer custodia y ayuda mecánica por radio al trabajador del volante, cuyo primer pronóstico fue que el motor se había quedado sin aceite, mientras intentaba disipar la nube de humo blanco a su alrededor.
Ningún pasajero se quedó más allá de las 3.30 de la madrugada de este sábado.
¿Qué atención tendrá la empresa para compensarlos?