(2014) A años de su partida, reproducimos la nota más citada de aquel momento.
Había sido el primer precandidato a intendente luego de la guerra de Malvinas. Perdió frente a Ramón y dejó tercero a Mussi en 1983. Fue otra vez candidato en 2007, con Geneiro. En tres lustros, perdió tres hijos. Había sufrido un acv que lo dejó postrado durante meses. Cuidado en casa del hijo, murió el fin de semana, según confirmó su hermano Alfredo.
Nacido el 1 de noviembre de 1948, disfrutó de una primera infancia bajo el Estado de bienestar. Creció oyendo a sus mayores hablar de un líder que volvería a salvarlos de la pobreza.
Para cuando ese momento llegó, en 1973, José Berasategui hizo su aporte: Con una compañera de la zona de JM Gutiérrez visitó una de las dos casillas que había a medio kilómetro de la rotonda del reciente barrio Marítimo. Allí, frente al alambrado que daba a un campo de eucaliptus rumbo al entonces Parque Los derechos de la ancianidad (ex Pereyra Iraola), halló a una pareja de niños sucios, con piojos; la nena de dos años y medio, desnutrida; el varón, de cinco, en vías de desnutrición.
Recibió un encargo de Salvador B., el padre:
–Dele una vida mejor a mis hijos. Sálvelos, por favor. Yo, solo, no puedo más.
José los llevó al local de Dante Palladino en Av. 14, a una cuadra de la Municipalidad, donde funciona el Centro Comercial. Los entregó a otra compañera que iniciaría los trámites de adopción y mantuvo un vínculo periódico que se cortó cuando la dictadura prohibió las reuniones; un tiempo en que se imponía la prudencia.
Durante esa larga noche se ganó la vida en una vidriería sobre 24 casi 146, a la vuelta de la casa de su amigo Hugo Córdoba.
Hacia 1981, cuando se conformó la multipartidaria nacional, estuvo entre los primeros en organizar un acto en plena Av. 14, frente al cine. Si bien empezaba a haber signos de relajamiento en la represión que ya se había cobrado a la mayoría de los treinta mil, no era cuestión de abusar del uso de la calle. Aunque regía el estado de sitio, contó con la serena complicidad del comisario del pueblo, quien por entonces ni soñaba con llegar a ser el Jefe de toda la Policía Bonaerense, Amadeo Dangelo:
–Yo también soy peronista –le dijo guiñándole un ojo.
Por entonces, su conductor partidario era el secretario de Gobierno del intendente Rodolfo Spadaccini. Con esa estructura comenzó a andar luego de ser ungido el postulante del espacio para la salida electoral.
Sólo debía sortear la interna que lo llevó a competir con el ex secretario de Gobierno de la democracia previa, Arturo Ramón, y con un médico de Plátanos que venía bien y ya en el ‘73 había sido candidato a senador, Juan José Mussi.
En la primaria del 14 de agosto de 1983, quedó por unos pocos votos abajo del primero, aunque le ganó con holgura a Mussi. Perdió la oportunidad de su vida.
Tres años después, para competir con el nuevo intendente, el palladinista Movimiento de Bases de José se alió al mussismo, lo que les permitió ganarle a Ramón el Consejo partidario por 335 votos el 16 de noviembre de 1986, y la candidatura a la Intendencia el 26 de abril de 1987.
José no estuvo en la reunión de 1988 en que Mussi les enrostró las escuchas de sus teléfonos pinchados para quitárselos de encima cuando quiso dejar de compartir el municipio.
Su sector se unió al de la Casa del Peronista que lideraba Hugo Guerrieri (lista 10) y en vano reclamaron ante la unidad Mussi-Ramón (lista 491) los lugares para la minoría, que José llegó a pedir con un discurso memorable, trepado a lo alto de un local donde fue aplaudido hasta por algunos oficialistas; lo único que recibió en ese diciembre.
Ya en 1989, Carlos Menem iniciaría una nueva etapa para el país y el justicialismo. José estuvo un tiempo en la Secretaría de Gobierno municipal, junto a Raúl Sabbatini, quien debió irse en medio de un escándalo hacia mayo de 1992. Para entonces, Antonio Cafiero había perdido la Gobernación y, Palladino, la senaduría.
Con ellos, José se extravió en un rumbo errático por los laberintos de la política que lo llevaron a colaborar con varios intentos por construir poder desde afuera del mussismo.
Así, por sus contactos con Gallego Alvarez, de Guardia de Hierro, armaron una lista que en Berazategui encabezó Miriam Concepción Cruceño, quien se había apartado del Modin local en 1993.
Al año siguiente, mientras yo escribía Leña (concebido como mi primer libro de historial local, publicado en mayo de 1995) me contó muchísimos pasajes ocultos que lo tuvieron de protagonista o testigo, como la quema de unos afiches de denuncia en el fondo de la casa de Palladino, y desmitificó otras mentiras urbanas como el invento del entierro de una cifra millonaria bajo un pino, que le endilgaron a un competidor.
En 1995, junto con Pancho Destéfano, se acercó a Juan José Merodo, recién desembarcado desde La Matanza al alejarse de Alberto Pierri. Luego de que Merodo fuera baleado, el 26 de febrero de 1997, a raíz de lo cual habrá de morir, la viuda señaló a José como el contacto con Mussi, quien le habría ofrecido un dinero mensual para que no hiciese más política.
Fui de los últimos en hablar con Merodo, con quien viajé en tren hacia la Capital cuando él iba a visitar a su madre en Vicente López, donde hallaría la muerte. Y fui el primero, sino el único periodista que habló con José para conocer su versión. Hasta Mussi debió responder en los medios nacionales e hizo una alusión a mí en una entrevista para Página/12.
José Berasategui, quien ya era un habitué del Bingo, me confió que, de haber sido real la existencia de un dinero para Merodo, se lo hubiera quedado él. Riendo lo decía, como si fuera una picardía más de la política ya que –por cierto– no tuvo nada que ver con el crimen.
La muerte, sin embargo, no le era ajena ni lejana. En 1995 había sufrido el asesinato de un hijo en una pelea-robo en Ezpeleta, a raíz de lo cual otro murió por depresión. El tercero, Facundo Berasategui, de 23 años, pereció hacia mayo de 2011 en un Peugeot 205 que chocó contra una torre de electricidad en la Av. Vergara de Ranelagh cuando regresaba con amigos de despedirse antes de viajar a Italia, donde había cerrado una oferta laboral.
Antes, en 2004, había probado alejarse de Bs. As., administró para Nestor Leta un emprendimiento en San Benito, Paraná (Entre Ríos), donde no les fue bien.
Obtuvo la revancha durante la última década, otra vez desde la política. En 2003, fuimos a la quinta de Carlos Menem en Anillaco. Por entonces, asesoraba a Walter Di Nucci; en 2005 lo hizo con Omar Avellaneda; luego acompañó a Walter Fava («un diamante en bruto«, decía de él).
A sugerencia de Juan Carlos Duckardt (a quien José consideraba “un Maradona con los pies atados”), fue invitado por Tito Geneiro para que encabezara la lista de Francisco De Narváez en 2007. Así pudo disfrutar otra vez de ser candidato a intendente.
Ya canoso, algo adiposo, con menos facha que aquella que hacía suspirar a todas las compañeras, volvía a enfervorizarse trepado al escenario del Sindicato del Vidrio, junto a Horacio Valdez, y le sacaba muchos cuerpos de ventaja al colombiano sin sangre ni para estrechar la mano.
Aun así, con UNION-PRO logró sumar la nada despreciable cifra de 9163 votos en una elección en la que no contaron con Quique Kraft (que se llevó casi cuatro mil sufragios para Roberto Lavagna, con cuya suma hubieran entrado al HCD), cuando se polarizaba la disputa de Mario Giacobbe contra JJ Mussi.
Fue su más digna retirada de la arena en que le gustaba revolcarse.
A fines de 2013 sufrió un accidente cerebro vascular (acv) que lo dejó postrado. No reconocía ni al hermano –según me contó Alfredo– y no llegó a leer su nombre impreso en un reciente libro escrito por Alberto, aquel niño en vías de desnutrición al que rescató hacia 1973, cuando una nueva etapa empezaba para ambos y para el país.
Murió solo junto a un hijo, el 11 de octubre de 2014, a tres semanas de cumplir 66 años.
Grandes recuerdos tengo de cuándo jugábamos con sus hijos Sebastián, Mailen y Facundo.
José, otro de los hombres, con sus ideales, no digo certero pero respetable, lo conocí en mis comienzos. Sí, era Peronista. Sin ninguna duda…
BUENA PERSONA
Un hermano del alma…..un cuadro del justicialidmo
Un tipo admirable,lo que quise a Facu y lo que aún me duele , no tiene nombre… Aplauso al cielo por José su padre, lo conocí y era un tipaso
Gracias por tus palabras. ¿Cómo llegaste a esta nota luego de tanto tiempo?
Hemos compartido momento difíciles vive al lado de la cancha de gol, tiene su historia
Eduardo y q es la vida del compa jose años hace q noce. Mas nada de el
Yo puedo decir esto: Jose Berazategui pierde la elección contra Ramón porque se puso a festejar antes de tiempo mientras los adversarios seguian trabajando.
Mussi los culpó de lo que él en realidad había hecho con la colaboración de un traidor al Movimiento de Bases, Beto Quarchioni, que entre las escuchas que hizo para Mussi, fue a Silvia Valeiro, a quien traicionó doblemente, porque mantenía una relación con ella, que era secretaria administrativa de la Sábato, fue así como Mussi les tendió la cama al Movimiento de Bases y a Guerrieri y se quedó con el poder… La traición fue siempr el modo de hacer política de Mussi.
Si lees la nota completa creo fallecio
estando en radio liberta con «las 2 campanas» cubri la muerte de su hijo a quien encontraron en unos playones de una especie de fabrica que tenia tambien unos piletones en ezpeleta
El ha muerto hace unos años HERMANO
Ahh si no sabia nada de eso la verdad me quede soprendido compa
Puse la fecha en la nota: 11 de octubre de 2014.
GRATO RECUERDO DE UN GRANDE DE LA POLÍTICA DE BERAZATEGUI
Falleció el compañero Verdun
Gran persona y excelente orador Q.E.P.D
Un personaje de bera. Los hijos una masa. Amigos de tosa la vida