DIBUJANTE INTERNACIONAL DARA CLASES AQUI

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Fabian Gordillo trabaja desde hace más de 40 años como dibujante profesional. Le gusta que lo definan así: un “laburante del lápiz”. Aunque el tiempo imponga nuevas formas y soportes (que utiliza cuando dibuja) todavía siente una conexión especial en los trazos del grafito sobre el papel. Desde siempre vive en Berazategui, ciudad que ama. Si bien envía sus trabajos a muchos destinos del mundo, nunca pensó dejar este distrito, donde ahorá dará clases.

¿Cómo fueron tus comienzos?

Los primeros que me encargaron fueron láminas con dibujos que representaban vocales. Tendría 13 años; fue idea de mi prima Elsa Ortalda, quien tenía una librería, ante el requerimiento de docentes que necesitaban ese material para el aula me lo propuso. Me lo tomé muy en serio. No sé si se vendió ese material, pero me dio el impulso para decidir cómo quería ganarme la vida a futuro. De niño, dibujaba mucho; estaba todo el día leyendo historietas: El pájaro loco y El mono relojero eran mis favoritos, creo también que, en parte, soy dibujante por esos personajes que tanto admiraba.

¿Estudiaste dibujo o sos autodidacta?

Estudié diseño gráfico, una carrera que me permitía estar en contacto con todo lo relacionado a publicaciones y libros; pero lo que en verdad quería, era dibujar. En paralelo, hice un curso de dibujo con el maestro Alberto Breccia, que tenía de ayudantes a Enrique (su hijo) y Lito Fernández, tipos que admiro y respeto, profesionales de una calidad insuperable. En esa época de estudio era operario en Ducilo, fábrica donde trabajaba mi viejo, quien facilitó el ingreso. Debía cumplir horarios difíciles pues se trabajaba en turnos rotativos, era muy complicado cumplir con todo, pero cuando empezaron a venir encargos de dibujos pude dejar atrás la etapa de obrero para meterme de lleno en esta profesión y no abandonarla más. Haber trabajado en una fábrica también me marcó, sobre todo en el respeto y la pertenencia a una clase. Lo hablé con Robin Wood (guionista versátil de infinidad de historietas); él también fue obrero y coincidimos en eso de cambiar por algo que amamos sin renegar de la condición de clase, ser consecuente y respetar de dónde venimos.

¿Esos trabajos dónde fueron?

Publicaba en el suplemento infantil del diario La Nación y en una revista para infantes, Jardincito. En la revista, el jefe de arte era Luis Matejka, extraordinario ilustrador y excelente persona; él me dio una mano importante, confió en mí y me brindó las herramientas para transitar esta profesión, por su generosidad y confianza estaré toda la vida en deuda con él.

Ya tenía dos trabajos, hasta que mi cuñado me dijo que conocía a un dibujante de Quilmes que trabaja en un estudio de animación y que estaban tomando gente. Era el colega Carlos Meglia, que por esos tiempos trabajaba en ese estudio llamado Jaime Díaz, hacían fondos para una producción. Allí producían películas para la productora de Hanna- Barbera; él me brindó toda la información y fui. Después de unas semanas de entrenamiento, estaba integrando el equipo de la productora asistiendo a algunos animadores. Como ya tenía tres trabajos renuncié a la fábrica para zambullirme de lleno en este mundo.

¿Qué edad tenías?

Era muy joven, 23 años, no tenía tiempo para nada pero hacía lo que me gustaba.

¿Mucho tiempo estuviste en el estudio de Díaz?

Dos años; trabajamos con personajes que veía de pibe en la tele como El Oso Yogui, Los Supersónicos y nuevas producciones como Pacman y Los Paw-Paw. Cuando la producción se cortó, perdí mi entrada más importante y segura, entonces pude conseguir empleo en una nueva revista escolar que, por ese entonces, era muy importante, Cosmi-K, allí trabajé unos tres años y llegué a ser jefe de arte. Ejercí ese cargo también en la única revista escolar que editorial Kapeluz realizó, Cordones Sueltos.

Todos, trabajos en editoriales, ¿cuándo decidiste trabajar desde tu estudio/casa?

A partir del 2001. Tenía, junto a cinco socios, una editorial de libros escolares. Un poco por la situación de crisis del país y otro por la impericia de algunos, me obligaron a cerrar la editorial y empecé a trabajar como ilustrador desde mi casa para otros países. Primero, una editorial de España, ilustrando muchos libros de cuentos; luego, otra de EE.UU., también ilustrando libros infantiles. En paralelo, trabajaba para editoriales de libros y revista locales como Sudamericana, Latinbook, Billiken, etc. Trabaja para Puerto Rico, EEUU, Letonia y Canada. De esta forma trabajo desde hace 22 años.

Taylor y Gordillo

¿Darás clases?

Sí, retomo estos talleres que dictaba en Quilmes hace años. Será en tres lugares y días diferentes.

Los talleres los haré con mi amigo y colega Néstor Taylor los lunes de 17.30 a 19.30 para niños de 8 a 12 años y para adolescentes y adultos de 20 a 22 los lunes a partir del 3 de abril en el club Social, Deportivo y Cultural Villa España: calle 151 N° 2676, Villa España.

Los viernes a partir de 17.30 a 19.30 lo haremos en la Biblioteca Manuel Belgrano, Lisandro de la Torre Nº 1736 Berazategui.

Los sábados para niños a partir de 8 a 12 años de 10.30 a 12.30 y adolescentes y adultos a partir de las 15 hasta las 17 en calle 3 N° 4924, Berazategui.

Para consultar al WhatsApp 1122699164 o por mensaje privado a Instagram.


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