Por Juan Domingo Cacho Javier
Yo protesto, tu protestas, nosotros protestamos.
El gobierno quiere ilegalizar «nosotros protestamos» y que sólo nos quedemos con el «yo protesto» en el anonimato del mercado.
La democracia es el medio que permite al pueblo hacer visible los problemas que tiene, más a los que no pueden esperar las elecciones cada dos o cuatro años, porque el hambre los devora; la salud se muere en la puertas de los hospitales y la indignidad golpea la niñez y la vejez.
Hacer visible los problemas a través de la protesta forma parte de la cultura nacional, no sólo los piquetes y las huelgas masivas del siglo XX, las luchas estudiantiles por la reforma universitaria, las movilizaciones del 17 de octubre, los Cordobazos, Tucumanazos, Salteñazos, Viborazos y puebladas en los años ’60, los cacerolazos de la clase media contra las confiscaciones indican que éste es el derecho constitutivo de la democracia de raigambre internacional.
El gobierno que quiere suprimirlo no es democrático sino tiránico.
Cuando te quieren suprimir la protesta es necesario ir a otro verbo: Yo resisto, tú resistes, nosotros resistimos.