Por Jorge Tronqui
Con el recordado y lamentable antecedente del Patio de Tévez, donde un ex concejal -bancado por JJ Mussi- explotaba algo parecido a una pulpería pero de terror, fuera de toda ordenanza, ahora está su ‘sucesor’, el Círculo Santiagueño, también bancado por el anciano intendente.
En 123 y 11 funciona un reducto bailable al margen de todo lo vigente, inclusive -aseguran los vecinos- ni habilitación tiene. Muchas denuncias vecinales se hicieron en el área de Habilitaciones donde el jefe, Germán Gallardo, nunca aceptó los reclamos.
Tampoco se preocupó por el lugar, el secretario de Comercio municipal Juan Parra, que mostró un particular y llamativo desinterés ante un bailable clandestino que muchas noches -dice el barrio-
«Meten más de 4.000 personas por noche, en un local que no tiene las mínimas condiciones de seguridad que piden las ordenanzas municipales para habilitar un local de ese tipo, y después nos tenemos que bancar a los que salen pasados de alcohol, que arrancan con gritos, peleas, cuchillos y corridas, gente golpeada y los vecinos indefensos ante esto, bancado por el municipio, sin dudas».
R.E.B.A. clausuró
Cuando los vecinos se cansaron de ser ignorados por la Municipalidad, decidieron denunciar en el ámbito de la Provincia.
Desembarcó en el reducto una comisión de la Policía Bonaerense junto a inspectores de Comercios, Nocturnidad y Bailables bonaerense, quienes constataron la ‘venta libre’ de bebidas alcohólicas sin poseer el REBA (Registro de Venta de Bebidas de Provincia) por lo que procedieron a clausurar el Círculo.
Las autoridades provinciales no salían de su asombro durante el procedimiento: «¿Cómo funcionaba ésto si que el municipio lo haya clausurado antes?», se escuchó.
Era hora que cierren ese lugar porque no tiene la mínima seguridad.