ROCK: “HAZ TU CABEZA ESTALLAR”

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Nos dejó Miguel Grinberg. En memoria de este patriarca de la Contracultura, dejamos unas breves líneas escritas en el momento con material ligado a Berazategui y Quilmes.

A continuación, una nota publicada aquí sobre su última gran aparición en público (2019):
Escrita desde whatsapp a medida que transcurría el festival.

Los vecinos de Ranelagh Ricardo Soulé y Deby González, con su banda de integrantes de zona sur, participaron en el Festival organizado por Miguel Grinberg, pionero del rock argentino, junto a otros «próceres» de la música urbana.

El nombre de la convocatoria, Mariposas de madera, está tomado de una canción de Miguel Abuelo, que esta noche fue cantada por su hijo Gato Azul, en una interpretación impecable a dueto con un video. Antes, la hermana folclorista, Norma Peralta, había abierto con Oye Niño y un tema grabado por aquel en Francia. Ambos marcaron el comienzo con una estética refinada donde se notó el apuntalamiento de Grinberg.

El rock empezó con José Luis Fernández, compañero de Charly García en La Máquina de Hacer Pájaros, quien -acompañado por la cantante de Nexus- arremetió con temas de aquel periodo 1976-77: Obertura 777; Rock and roll; Hipercandombe y Ruta perdedora (en modo popurrí).

Luego de un tema nuevo de JLF, habló Grinberg (81 años) y fue su única aparición en escena.

Miguel Grinberg, pionero de varios caminos.

Tocó Miguel Zabaleta (Suéter) Sin porteros (Isla repleta de minas); Amanece en la ruta y Extraño ser.
Ara Tokatlian (Arco Iris) le dio al Blues de Dana.
Sergio Polizzi mechó el violín al lado de Miguel Krochik (del primer Acusticazo de habla hispana, 1972) en Guilmar. Ese sí fue un momento excepcional, habida cuenta de que Krochik no es de tocar en público.
Se entregaron sendas menciones con diploma y subió una banda ganadora de concurso.

Daniela Herrero y María Rosa Yorio, ex pareja de Charly, cantaron un tema de él y otro de Spinetta junto a un octeto de cuerdas: Cinema Verité y Dos murciélagos, del CD Para los árboles, eligió Daniela.

Tambien con Spinetta empezó Yorio, muy aplaudida: Maribel, compuesta para una desaparecida. «Poder cantar estas canciones es muy fuerte«, dijo antes de seguir con el Flaco: Barro tal vez, interpretado con un fraseo que realzó su base folklórica.
Nuestra historia”, dijo para referirse a aquella relación de pareja y el tema compuesto ad hoc: Entra. Con la invitada Karina Zew en brillante saxo, interpretaron En las arenas del circo (Gaby… toca el saxo…).

León Gieco, casi de sorpresa, salió tapado por una gorra y, luego de superar con humor problemas con el micrófono, le entregó la Mariposa de madera a Víctor Heredia, con quien cantó, fuera de programa, La colina de la vida. El público les exigió otra. Con casi todos filmando con celulares, el escenario se llenó de fotoperiodistas como si asistieran a una reunión cumbre, que no es ajena a ambos. Sobreviviendo motivó reflectores hacia la gente y el cambio de referencia de Hiroshima a Malvinas. Ahora lo “urgente” es un sueño.

Piero salió a escena con su hijo Juan por primera vez. Ante los primeros acordes, con aire folclórico, de Para el pueblo… algunos contestaron con un «viva Perón«. Es difícil que estas performances no huelan a naftalina, algo que no parece incomodar a un público con muchas canas y varias calvicies, hasta una señora con un andador, y otra con una nena de menos de 10 años dormida en sus brazos.

Majo Castro, de Trenque Lauquen, cantó en homenaje a Marcela Romero, una colega fallecida en agosto. Entonó Amor de primavera, de Tanguito. De fondo pasaban imágenes de aquella y, antes de un video que no salía por fallas técnicas, entregaron otra Mariposa de madera a la hija de Marcela Morelo.

Seguían Anibal Forcada y Willi Campins, de Oveja Negra, en memoria del tercer integrante, Oski Amante, con Vieja Lluvia y una entonación a dúo impecable, como si no hubiesen pasado las aguas de más de tres décadas desde su último momento de masividad, cuando grabaron Porqué cantamos, en un recital colectivo. Para el siguiente clásico, Blues de los plomos (1978) invitaron a Claudia Puyó, la primera ploma del rock, de cuando le armaban la batería a Moro para los recitales de Pastoral. (Puyó y Forcada habían armado entonces su dúo Anagris).

Foto oficial de archivo.

La banda Nexus, con una trayectoria avalada por la edición de ocho álbumes aquí y en el exterior, según precisó ante este medio, Carlos Lucena, su guitarrista, salió a mostrar de lo que son capaces, aunque con un breve (y efectivo) fragmento antes de rendirle un homenaje a Crucis: Todo tiempo posible, con Roxy Truccolo, quien en esta oportunidad reemplazó en la banda de José Luis Fernández a Ana Quatraro (quien está de gira).

Soulé interpretó dos temas de la Biblia. (Foto Freddy Berro)

Ricardo Soulé, violín al hombro, fue recibido por gente de pie y a todas luces. Agradeció al teatro Gran Rex, «cuna del rock desde hace más de 50 años«, y arrancó con La Biblia: Tiempos sapiensales y Génesis. Ya no tiene la erguida figura morocha de antaño pero le da al violín, con un buen gusto afiatado por estas décadas en que, con la música, continuaron un matrimonio de aprendizaje sin soltarse de las manos. Recibió su diploma de mención (¿por qué no una mariposa?) y agradeció a Grinberg, a Pipo Lernoud y a los pioneros del rock.

Soulé, con violín. (Foto Freddy Berro)

Héctor Starc, guitarrista se Aquelarre, empezó con un riff muy parecido al de Humo sobre el agua. Bueno, esto es rock and roll, y nadie pondría en duda a Deep Purple. Tocó temas de su único disco solista. Ni se le notó el problema en sus articulaciones, una especie de artritis que le diagnosticaron en 2014. A la hora de un blues, su solo de viola fue el mejor de la noche desde el de JL Fernández. A los 69 años -bromeó- «si llegamos vivos tocaremos el 8 de noviembre en el CCK con Tantor».

Le dieron una mención, al igual que a Juan Moro en memoria de su padre, gran baterista. Antes, recibió su Mariposa, Ada Moreno, primera fotógrafa del Rock Argento, quien hiciera la tapa de Adiós Sui Generis. Ella, agradecida a Grinberg, «el primero en hablarnos de ecología», y a Jorge Álvarez.

Mientras, probaba sonido Claudia Puyó, resfriada, pero que cantó como siempre un tema de su primer disco (Del oeste, 1986) que dedicó a que no vuelvan los milicos (por la época en que la compuso). Se fue y debió regresar sorprendida de que le dieran una Mariposa. «¿A mí me la van a dar?«.

Ya estaban los Memphis en escena con dos de los asistentes de Serú Giran entre los cables. Para ellos también habría diplomas de mención. El blues de las 6.30; Moscato, pizza, fainá, y se llevaron su Mariposa, al igual que Sergio Gramática y Ciro Pertuzi, por Los Violadores y Attaque 77. Ciro gritó «uno, dos, ultraviolento», cuando ya se preparaba La Pesada del Blues, con Puyó y Gady Pampillón en homenaje a Pajarito Zaguri. ¡Mariposa para Gady!

Isa Portugheis, baterista de Pedro y Pablo, y de La Pesada del Rock, salió con Kubero Díaz, «para quien recuerde La Cofradía«, dijo Puyó. Adonde quiera que voy, de Cantilo, interpretaron. Kubero, el primer hippie de verdad, salió con una camisola lila de bordes multicolores, en una actitud que siempre fue genuina en él. (Su actuación es tan infrecuente que fue uno de los tres que motivaron que el escenario se abarrotara de fotógrafos y testigos). Arrancó con Pálida ciudad, y afrontó algún problema de sonido con garra sin igual. Diplomas para ellos, para los Oveja Negra y ya subía Engranaje; con Bocón Frascino, ex Pescado Rabioso. Luego de El monstruo de la laguna, Mariposa para Bocón.

Es medianoche y aún faltan diez bandas.

Le siguió un homenaje a «los caídos del rock»: Desde Tanguito hasta Spinetta, 51 homenajeados que el público acompañó con aplausos mientras Brenda Gilman tocaba con Forcada.

Sale Olaff con tributo a Lulú y empieza el hard rock. Le seguía el turno de Deby’s Band pero se adelantó Orions con un joven (36 años) Guido Spina en teclados que hizo de soporte ante un nivel de exigencia que sólo puede justificarse sobre alguien con talento probado para ello. La banda de los Bar apeló al clásico Toda la noche hasta que salga el sol, para pedir las palmas de rigor.

El guitarrista de Berazategui, Deby González.

Por fin tocó el crédito de Berazategui. Deby González lanzó un «no nos conoce nadie, pero gracias por darnos la oportunidad«. Hicieron un solo tema, suficiente para lucirse y dejar a más de uno boquiabiertos por su destreza como violero.

El tema fue «I wanna be your lover» (Quiero ser tu amante) que, para la ocasión, le cambió el estribillo del inglés al español: «Cause i wanna be your love sweet baby, cause i wanna be your love forever» (Porque quiero ser tu amor, dulce bebé, porque quiero ser tu amor para siempre). Una letra sin pretensiones para un funk que invita a mover los pies.

Tocaron con Deby: Marcelo Simonetti (teclas); Juana Gramigna (bajo); Jorge Corbelli (quien reemplaza a Ulises Romero en batería) y Cristian Sosa (percusión).

Deby’s Band, a pleno.

Se anunció a Boff Serafine y sobre el escenario subió un sexteto con una rubia de largo pelo sobre un sexy vestido rojo (¿para qué se lo pone tan corto si va a estar estirándolo a cada rato?) y una bajista con pantalón de vinilo. ¿La música? Ah, sí, dos temas en inglés con un nivel de interpretación inusual en estas pampas y un cierre con un tema de Soledad (Por el tren del cielo), pero en versión hard rock.

Patricia Sosa recibió una Mariposa de madera de manos de Gady Pampillón, ex guitarrista de La Torre, banda de la que interpretó esta noche su clásico Sólo quiero rock and roll, con una presencia escénica como nadie más que ella impone, y que motivó otra hilera de fotocronistas amontonados al costado del telón para registrar su performance.

El Reloj fue presentada como la primera banda hard de Latinoamérica. Subieron de invitado a Gady, quien los oía antes de empezar su carrera. Marcó la diferencia con su velocidad en la viola y sus saltos de piernas abiertas, aunque al final se arrodilló ante sus ídolos.

Otra vez volverá Gady, casi al cierre para tocar con los ex Sui Generis, Juan Rodríguez y Rinaldo Rafanelli, con quienes había tenido el trío Adoquín, arrancaron con un muy buen riff de ellos y cerraron con Suéltate rock and roll, de Polifemo, donde Rafanelli tocara el bajo en 1975.

Eran observados desde una silla al costado del escenario por Raúl Fernández, otro histórico del blues, que no podía levantarse a recibir el diploma al mérito, ni para empezar su set, que ejecutó encorvado sobre su guitarra con todo el empeño, mientras dejaba que el resto de la banda se luciera con Bienvenidos (1976) entre otros.

Eran las 2.08 de la madrugada y habían empezado casi puntuales, a las 19.10; pero siempre se llega tarde al final. Lo explicitó Rafanelli: «Hace 50 años que hacemos esto y siempre salimos tarde«.

Ya se había ido más de la mitad del público. Estos rockeros que se bancaron siete horas sin fumar y bebiendo agua mineral, ya no son lo que eran. Una diferencia que no apareció en la estética de las canciones, de sorprendente nivel para gente que orilla los 70 años.

O como dijera Ian Anderson (Jethro Tull):

«Demasiado viejo para el rock and roll, demasiado joven para morir«.

Los olvidados de siempre

Prensa: Roberto Quinteros / Campoyplatea

Conducción: Tito Sueldo

Arte: Marité García/Pablo Fogo

Spots publicitarios: Arkanoid Producciones

Grabación en vivo: Juan Libertella

Equipo de filmación: Gustavo Zuccala

Equipo de producción: Lorena Arechaga, Marcos Zbindr, Laura Narvaja

Sonido: Itelman/Onorato

Operación de Sonido: Sergio Gómez, Juan C. Orfano; Federico Bianco.

Iluminación: Condomi.

Escenario: Bichi Wonder; Melli Infante; Chochi Vargas, Aníbal Barrios.

Producción Ejecutiva: José Luis Conejo García / Marcelo Barrientos

Producción Integral/Manager: Jorge Rodríguez (Monitor)

9 Respuestas a “ROCK: “HAZ TU CABEZA ESTALLAR””

  1. Excelente cronica del festival , estuvo muy bueno esperando que se repita por siempre, falto solo una mencion para Jorge monitor Rodríguez productor heroe del rock nacional

  2. Venía disfrutando la nota. Pero, qué fue ese comentario de la cantante y la bajista de boff?? Una falta de respeto. La cantante la rompió, para que tu comentario sea el vestido que se le subía?? Desubicacíon total.

  3. ALBERTO MOYA, SOY EL DR. JORGE KACZEWER, MEDICO DEL MÍTICO, VIRTUOSO E HISTÓRICO RAUL FERNANDEZ. ESTOY MUY DESILUSIONADO CON LA FALTA DE FILO Y MEDIOCRE ESTADO DE TU «GUILLOTINA», NO TE LLAMAN ASÍ? UN CRONISTA DE ARTISTAS ESTÁ OBLIGADO A DOCUMENTARSE E INFORMARSE INTEGRALMENTE ANTES DE COMUNICAR. PEOR AÚN, TU FALTA DE CURIOSIDAD ES INADMISIBLE SI CONSIDERAMOS QUE MI PACIENTE Y AMIGO SE HA RECUPERADO TAN VALEROSAMENTE DE UN PADECIMIENTO TAN GRAVE. TU CRÓNICA ES UNA PAYASADA QUE A TODOS LOS AMANTES DEL ROCK NOS HA CAÍDO MUY MAL. OTRA QUE UN ENCICLOPEDISTA!!! TU SENSIBILIDAD SOLO DA PARA VENDER DIARIOS EN LA ESQUINA. ESPERO QUE LE BRINDES TUS DISCULPAS A RAUL Y POR SUPUESTO QUE EDITES ESTA PUBLICACIÓN DE INMEDIATO PARA QUE OTROS NO SE ENSARTEN.,, O EMPRENDERÉ ACCIONES LEGALES.
    DR. JORGE KACZEWER

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